Restaurante El Padre (CERRADO) en Madrid
Restaurante El Padre (CERRADO)
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
15,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingos y Lunes Noche
Nota de cata PRECIO MEDIO:
45 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.9
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
9.0
Comida COMIDA
7.7
Precio medio entorno ENTORNO
6.3
RCP CALIDAD-PRECIO
8.6
Tataki
Bocartes
Bonito
Hamburguesa de vaca vieja a la parrilla
Paletilla de cordero
Ensalada de cítricos, bacalao y Kalamata
Tataki de ternera
Huevos del padre 2.0
Tomates
Opiniones de El Padre (CERRADO)
OPINIONES
75

Muy buenos recuerdos me van a quedar de David y de este local tan honesto en su concepción pero con alma de grande.

Pura casualidad el que la pandilla de siempre nos volviésemos a juntar allí una semana antes de que se traspasase el local. Una horas después de hacer la reserva, me entero a través de un hilo de verema que El Padre iba a cambiar de manos.

Como siempre, buena acogida de David que supo anticiparse y, mientras esperábamos a los rezagados y hablábamos, nos ofreció una copas de un buen cava bajo mi humilde opinión: Pere Mata L´Ensamblatge 2008. Buen comienzo sin duda alguna.

David, como siempre, tomando nota con ganas, como si fuese el primer día al mando de la sala.

Cena para 5 personas:

- Escabeche de bonito hecho en casa con verduras confitadas: Yo creo que es el mejor entrante que recuerdo de este restaurante. Buenos lomos con un aliño perfecto de punto. Para el recuerdo.

- Croquetas caseras de rabo de toro: Un par de croquetas para cada uno; como siempre, cremosas y potentes, con una buena cobertura.

- Los huevos 2.0 (con perdón... y sepia con piparras): Un clásico que decidimos probar una vez más; en su línea.

- 2 x Solomillo a la parrilla: Cortes más bajos y más anodinos de lo esperado aunque tiernos.

- 2 x Solomillo relleno de foie con salsa de trufa: Igual que antes pero potenciados con el sabor del foie y de la trufa.

- Chuleta de ternera de Aliste a la parrilla: Quizás la mejor carne que se presentó esa noche. Tierna y jugosa según comentaron.

- 2 x Tarta tibia de queso zamorano con membrillo: Esta vez se presentó demasiado calientes, pero a buen nivel después de dejarlas atemperar.

En cuanto al servicio del vino, nuevamente la ilusión del incombustible David, tratando de presentarnos vinos que no hubiéramos tomado anteriormente.

- Domaine Michel Lafarge - Raisins Dorés 2011: Un aligoté sorprendente.

- Alain Graillot - La Guiraude 2010: No apto para todos los públicos pero muy bueno.

- Celler el Masroig - Les Sorts Vinyes Velles 2010: Un Montsant que se fue viniendo arriba a medida que se iba acabando la botella.

- José Dhondt Blanc de Blancs Brut: Un champagne 100% Chardonnay abrumador para un inexperto como yo. Mientras los demás le daba a los gin tonics, yo me encargaba de dejarme llevar por la potencia del espumoso.

Precio total: 306€ (inc IVA, todo el vino, 4 combinados y las copas de champagne de la sobremesa).

Nota: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría comer en este local con IVA y servicio incluidos y sin bebidas.

Hace unos días, los hermanos Villalón nos sorprendían a todos anunciando el traspaso de su restaurante El Padre, siendo su último día el pasado 1 de agosto. Así pues, nos acercamos una semana antes para poder despedirnos del restaurante que más hemos visitado en los últimos cinco años y en el que hemos podido disfrutar de grandes catas y sesiones con amigos, algunas que formarán siempre parte de nuestra memoria.

Por supuesto volvimos a comer de maravilla, yendo a lo seguro con clásicos de la casa como el jugoso bonito en escabeche, los fresquísimos bocartes a la bilbaína, los sempiternos huevos del Padre, esta vez en una versión con pisto que tanto nos gusta, el ligero y delicado tataki de lomo bajo ternera con tirabeques o el sabroso entrecot de vaca vieja que siempre despachan. Y para el postre, otro habitual como son esos sorbetes de frutas con licores que nos prepara David en el momento siempre a su criterio…

Por supuesto, volvimos a beber de maravilla, comenzando en barra con la Manzanilla Sacristía AB, un Fino de Tradición y un Henry Proudhon Saint Aubin En Remilly 2013 y siguiendo en mesa con un joven y prometedor Dauvissat Chablis Grand Cru Les Clos 2011, un complejo y original Ganevat Les Vignes de Mon Pere 2002, un equilibrado y encantador François Bertheau Chambolle-Musigny 1er Cru Les Charmes 2009, un salvaje Champagne Pierre Moncuit Millesimé 1996 sabiamente escogido por David para la ocasión o un curioso albillo dulce viejo de solera llamado Sibaritus Goloso. Como había varias mesas de amigos igualmente comiendo, nos pasaron otras copas con joyas como un Vega Sicilia Único 1964, un Fritz Haag Juffer Sonenuhr Auslese GK 2002 o un impresionante Chartreuse verde viejo de Tarragona, histórico licor que teníamos unas ganas especiales de probar. Gracias Ignacio.

Y por supuesto, volvimos a finalizar de maravilla, con el tercio de destilados, donde de nuevo Mario volvió a mostrar su buen gusto e inagotables conocimientos, con un delicado cóctel de vodka para mi mujer y un encantador The Macallan “Twenties” para nosotros, un malta de serie especial elaborado por nuestra destilería preferida. Un disfrute total, una vez más. Pero será por desgracia la última.

No anda Madrid sobrada de locales donde se cuide el vino y los destilados a este nivel, con una cocina además casera, honesta y que cada vez resultaba más fina. Y si además tenemos en cuenta el precio pagado, sencillamente ya no nos queda ninguno. Lo echaremos mucho de menos. Esperamos ver pronto a los hermanos Villalón en nuevas aventuras.

  • Tataki

    Tataki

  • Bocartes

    Bocartes

  • Bonito

    Bonito

No suelo colgar notas de restaurantes, pero esta ocasión he querido hacer una excepción y rendir un pequeño y merecido homenaje.
Homenaje en dos sentidos: el que los hermanos Villalón se merecen y el que nos dimos allí, como de costumbre. Por última vez.

Ya es bien sabido que David y Mario, Mario y David, han decidido traspasar su restaurante, así que estos días estamos acudiendo en peregrinación todos aquellos que hemos disfrutado de lo lindo con ellos. Queríamos, antes de que bajen el telón al final de esta misma semana, reconocerles lo mucho que hemos disfrutado alli, con su buen hacer, con su simpatía y generosidad, comiendo mientras debatíamos sobre tal o cual vino o destilado, resultando en jornadas maratonianas. Como esa fantástica vertical del Grva. 904 que reseñamos aquí en su día.

Ayer era día para un paréntesis, esperemos que un hasta luego no demasiado largo.
Comimos realmente bien; no podían faltar los famosos huevos de El Padre, el bonito en escabeche suave, unos excelentes bocartes abiertos y limpios pasados levemente por la plancha con ajo tostado, un lomo alto de vaca vieja muy sabroso y un muy buen salmón con miso y especias orientales, para finalizar con una quesada bien rica.

Y de beber, pues un poco de todo: Gripa Saint-Peray Les Figuiers 11, Piuze Chablis Grand Cru Les Clos 11, O. Leflaive Chassagne Montrachet Morgeot 98, Raveneau Chablis 1er Cru Montée de Tonnerre 06 y Chateau Canon (creemos que de los años 60, ya que esa parte no se leía en la etiqueta).

Sólo queda desde aquí agradecerles todo lo que nos han ayudado siempre a la hora de montar todo tipo de eventos, siempre atentos a los detalles y siempre dando lo máximo. Lo echaremos de menos.

Buena suerte para lo que quiera que hagáis en el futuro.

Las pocas veces que voy a Madrid siempre me gusta descubrir restaurantes nuevos, sitios de los que he oido hablar, que estan bien valorados en Verema o simplemente que me apetece descubrir...aun asi el Padre es un fijo (mas vale lo bueno conocido que lo muy bueno por conocer), basicamente porque se come muy bien y se bebe extrordinariamente, con una RCP mas que razonable. Siempre descubro algun vino del que me encapricho, en este caso un mineral borgoña Domaine Henry Proudhon "En Remilly", si a todo esto unimos la guinda de una copa (de lo que quieras desde buen malta, hasta gin-tonic que no parecen macedonias, tequillas...), el fijo esta asegurado...lastima que vaya poco por Madrid...

Muy ilusionado con la visita a tenor de los comentarios anteriores, decepción total. Mesa reservada para las 21:30 para tres personas. Llegamos a la hora exacta, nos lleva un camarero a la mesa situada la fondo del local que por cierto olía no muy bien; el local lúgrube y sin gusto, mesa amplia, groseramente vestida con dos caminos marrones, uno de ellos con un agujero en el centro y servilletas blancas de algodón (normales); según nos sentamos nos traen un plato con unos trozos de chorizo y cuatro (contados) picos, el chorizo partido con un hacha o herramienta similar. Por cierto el chorizo no "decía" nada, ni sabía ni picaba, ni nada de nada.
Traen las cartas y nos comentan lo que hay fuera de la misma, pido la carta de vinos porque nadie me la ofrece (por lo leído te ofrecen maridajes, etc. pero eso debe ser a otros o a conocidos) y aquí llega el remate de la fiesta, la carta trae pegada ¡¡¡dos trozos de yema de huevo¡¡¡ después de todo esto pensamos en irnos pero por petición de la tercera persona, que estas situaciones le ponen muy nerviosa nos quedamos y decidimos tomarnoslo a guasa, así que cuando nos tomaron la comanda le comente que "deberían cuidar los detalles señalándole los trozos de yema"; le importó un carajo. Por cierto nos vino una persona que debía ser el encargado, dueño o algo similar que nos habló de unos vinos viejos que podíamos visitar...ya me daba igual lo que me dijesen, porque disculpas no las oí. Vamos a la comida:
- Alcachofas con almejas, las alcachofas buenas, las almejas normalitas, el plato estaba más frío que caliente, pero no estaba malo.
- pulpo a la brasa, muy bueno, lo mejor de la cena.
- merluza, según el comensal que lo tomó muy buena, las zanahorias con rabo que hacían de ¿guarnición o decoración? me recordaron a los dibujos de Bugs Bunny.
- Huevos del padre con patatas y cebolla, sabrosos
-Huevos del padre con sepia y piparras picadas, sin más.
- Coulant y Tiramisú, normales.
Vino: Cillar de Silos, dar a probar y servir las primeras copas fué el servicio del vino. (prefiero que sea así)
En definitiva, la comida correcta, pero todo lo demás no me gustó. Después de leer los comentarios me esperaba algo distinto porque hay cosas que no son subjetivas sino evidentes y tangibles.
Después de mucho tiempo leyendo los comentarios me he decidido a escribir por primera vez porque me he sentido, digamos que "defraudado", con los comentarios

Haciendo caso a los mayores... de entendimiento sobre todo en locales de Madrid, nos vinimos a conocer a quien tan buenas críticas tiene. Y acertamos; también hicimos caso en dejarnos aconsejar por David.

Comida para 5, en mesa redonda en un comedor lleno hasta arriba, algo falto de luz al estar en un bajo, decoración agradable, mesas bien vestidas y amplias.
Carta muy interesante en comida y en vinos. Un buen pan y un aceite Bravoleum de picual y otro también de Hacienda el Palo y también de picual, nos permiten hacer tiempo mientras vienen lo que elegimos:

Al centro a compartir:
. mollejas encebolladas: una versión diferente de las clásicas a la brasa, pero que no desmerecen en nada.
. espárragos pericos: blancos, tersos pero se deshacen en la boca, con trufa por encima que huele desde el centro de la mesa, dos por persona a 2.50 cada uno), bue tamaño y sabor extraordinario
. ensalada con burrata: muy buena la burrata y normal el resto.
Principales:
. entrecotte de vaca vieja: al querer todos carne, nos fuimos a compartir 2 piezas grandes: perfecto de punto de fuego, bien sellado por fuera y jugoso por dentro, poco sangrante; muy buen sabor, muy tierno; acompañamiento de patatas fritas y verduras al centro también a compartir.
Postres:
. tarta de queso zamorano: dado el origen familiar de la casa, esa tarta debía de estar buena y así fue. Dos raciones y cucharitas para todos.

En el aparatado de bebida y tras las cañas iniciales, una coca cola y una Morpheus de trigo y triple malta, muy poderosa, nos dejamos aconsejar:
. para entrar: un blanco complejo y diferente: Ignios Marmajuelo 2013, de Icode de los vinos con 8135 botellas y algunas magnum. Arrancó tímido pero ganó mucho on la evolución.
. para la carne: Pícaro del Aguila 2013, vino ecológico de viñas viejas de Ribera. Hubo más discrepancias.
. Barbeito 10 boal reserva vieja: un buen Madeira
. Trimbach de gewürztraminer, un vendimia tardía de Alsacia, pura golosina.

Unos cafés pusieron punto final a una comida acertada.

Hace poco se hablaba en el foro de gastronomía sobre la figura del cliente fiel y sobre si va perdiendo fuelle en lugar del ávido buscador de novedades, nosotros desde luego que nos mantenemos en una posición intermedia, buscando buenas novedades pero siendo fieles a esos pocos restaurantes donde vamos a algo más que a comer y beber bien, donde además recibimos un trato especial desde que entramos hasta que salimos y El Padre es desde luego uno de los pocos que nos hacen repetir con frecuencia. Nueva cata mensual de vinos viejos, dedicada esta vez a blancos Riojanos y le damos rienda suelta a David para que nos prepare la quizá, ha sido nuestra mejor comida en este restaurante hasta el momento.

Pan con tomate, cecina de León, mortadela trufada, jamón cocido, presa ibérica embuchada y pimientos asados de nuestro huerto: un entrante sencillo y delicioso, el pan, los tomates, el aceite, las chacinas…todo de primer nivel. Y esos pimientos asados son casi inmejorables. Y ojo con esa mortadela ibérica elaborada por Negrini y Carrasco…

Zamburiñas asadas con ponzu de pepino: quizá lo que menos nos gustó, deliciosas las zamburiñas pero quizá algo complicada esa salsa con guiños orientales, no descompensaba pero tampoco realzaba del todo. Aun así, bien.

Espárragos pericos de Tudela con vinagreta trufada: sencillamente los mejores espárragos que hemos probado, enormes de calibre, perfectamente cocidos, sabor delicado, muy equilibrados con esa liviana vinagreta trufada…maravillosos.

Salmonetes de roca con velouté de gallina escabechada: un pescado que aquí trabajan habitualmente, pero estos han sido sin duda los mejores hasta el momento, producto excelso y tratamiento sencillo, respetando el marcado sabor de este gran pescado.

Bacalao negro de Alaska con miso ahumado y apionabo: otro pescado magistral, ¡menudo producto gastan! Lomos hermosos, con un punto perfecto, sabrosos, con ese toque del miso ahumado…un bacalao al olimpo de los mejores.

Mollejitas de lechal encebolladas: nos encantan las mollejas de lechal y así encebolladas son una delicia, salsa ligera de mojar pan y sabor y textura plenas.

Callos a la madrileña: al final nos pusieron un plato extra con esos callos de la casa, muy agradecidos aunque ya los probamos un poco por gula. Muy buenos, aunque un poco picantes de más para nuestro gusto…

Torrija con helado de mascarpone: postre muy repetido en estas fechas y que puede llegar a cansar un poco, pero no si son de esta calidad, tersas, jugosas, con ese helado bien sustancioso que les aporta redondez y frescura. Repetimos.

Producto de primer nivel con un tratamiento sencillo sin renunciar a la originalidad y sin restarle protagonismo, sabores reconocibles y mucha honestidad son siempre características de la cocina de esta casa, pero desde luego que en esta última ocasión se han superado. Muy bien por ellos.

Como hemos comentado, la razón de esta visita fue una cata de Riojas blancos viejos, con algún añadido final y quedó de la siguiente manera.

Vermut bianco dolce Carpano (Años 70): enorme sorpresa catada ciegas, elegante, equilibrado, con el justo dulzor, perfecto balance con los amargos. Grande. [9,5/10]

Franco-Españolas Castil Corvo Cosecha Escogida (años 70): curioso vino, todavía joven, mineral, especias, buena acidez, longitud. Da la sensación de que irá a más. [8,8/10]

AGE Fuenmayor Rva. 1964: gran ejemplo de blanco riojano maduro y en forma, complejo, limpio, acidez, graso, con misterio. Muy bueno. [9,1/10]

Bodegas Bilbaínas Círculo Amarillo (años 60): única botella cansada de la sesión, quizá problema de conservación porque el vino tenía muy buena pinta. [s.c.]

Torres Viña Sol Reserva 1966: sorpresón a ciegas, precioso color, complejidad, buena acidez, persistencia, mineralidad, un vino para callar bocas. Nada que ver con lo de ahora. [9,3/10]

Marqués de Murrieta blanco Rva. 1956: gran blanco, lleno de complejidad y sutilezas, largo, envolvente. Confirma que Murrieta y Paternina fueron de lo mejor en blancos de Rioja. [9,4/10]

Federico Paternina blanco seco (años 40): dos medias botellas, una perfecta y la otra un poco menos, la que estaba bien de nuevo dio un recital de clase y nivel, vinazo. [9,6/10]

Federico Paternina Cepa Rhin 1920: que un vino blanco con 95 años se muestre todavía vivo, con acidez y agradable dice mucho de él. Lástima no haberlo bebido hace 20 años, estaría en su plenitud. [s.c.]

Franco-Españolas Diamante Cosecha 1979: quizá el último gran Diamante, se mostró con clase y estilo, muy elegante, sin llegar al nivel de 55, 64 o 73, pero ahí estaba. Redondo. [8,9/10]

CVNE Corona Semidulce (años 60): un gran vino, con todo ese halo de misterio de los mejores “semis” riojanos, muy complejo, gran acidez, envolvente, largo, fantástico. [9,5/10]

Domaine Leflaive Chevalier-Montrachet Grand Cru 2007: homenaje a Mme. Leflaive con este vino, botella del restaurante. Muy joven, muy mineral, con mucha materia, gran futuro, pero…ojo a los precios, claro. [9,3/10]

Y como siempre, todo orquestado a la perfección, copas de primer nivel, servicio amable y eficaz, David preparando y sirviendo los vinos a conciencia…sin duda un lugar ideal para hacer nuestras catas por todas las facilidades que nos ponen, además de disponer de ese reservado donde estamos siempre más a gusto por privacidad. Lástima que en esta ocasión no pudiéramos disfrutar de la maestría de Mario en el tercio de destilados, pero terminamos la cata al filo de las 7 de la tarde y no eran ya horas de meterse en más fregados, pero desde luego que la próxima vez no lo perdonaremos. En cuanto al precio, pues 40 euros por este menú desde luego que no tiene parangón en Madrid. Esta casa es y seguirá siendo un fijo para nuestras catas y reuniones vinícolas, pues sin duda es en grupo donde más y mejor se disfruta. Un imprescindible.

Cena del grupo de cata terminando los interesantes vinos del Rodano Norte elegidos para la ocasión. Fue una pena que David no estuviera porque habria sido, si cabe, aun mas didactica aunque nuestro amigo y compañero Santi se habia documentado a fonso sobre los productores y zonas.
Antes de continuar dar las gracias a la tremenda paciencia de Mario y todo el personal que siempre estuvieron atentos a nuestras copas y necesidades.
Nos pusimos en manos de Mario para la cena y compartimos los clasicos y alguna novedad:

• Esparragos blancos de temporada. Esplendidos . Templados con una sencilla y suave vinagreta
• Salmonete: un lomo de salmonete sinuna sola espina emplatado individualmente sobre una salsa ligera tipo bearnesa pero que no oi exactamente que era. Muy rico
• Los huevos del padre: estupendos . algo deshecha la patata pero ricos
• 3 lomos de vaca vieja madurada fantasticos. Sacaron solo 2 y tuvimos que pedir un tercero. Creo que ha sido de las mejores carnes que he probado aquí y fuera de aquí. Las patatas fritas regular: 2 platos un poco aceitosas y el tercero mas crujientes
• Terminamos con unas torrijas muy suaves.

En cuanto a la bebida he perdido la cuenta…. Hubo de todo.. Desde un inicio con Malvasia de Lanzarote (Amalia), pasando por Hermitage, Saint Joseph, Crozes Hermitage y hasta Cotes de Roti. Finalizamos tambien por todo lo alto con brandy, whisky y en mi caso un GT de Schweppes con Gin Elephant muy rico.

El precio (48 € por persona) en este caso no aporta mucho ya que se cobró el vino de Cotes de Roti (que no estaba en la cata) y tambien todos los extras de sobremesa que fueron muchos. En cualquier caso, muy buena RCP para lo ofrecido.

Hablando con unos amigos este tiempo atrás, surgió la conversación sobre la posibilidad de probar vinos viejos de una manera tranquila, sosegada. Por aquel entonces y sin ningún atisbo de disimulo por mi parte, me declaré amante de estos vinos hasta tal punto que el siguiente paso fue formalizar una reunión en la que cada uno llevara "lo que pudiera" aunque dejaríamos la actuación principal a dos viejas glorias que nos han dado mucho placer hasta la fecha y en el que el lector ya avezado podrá adivinar cuando llegue el momento.

Como encargado de dicha reunión y con plenos poderes organizativos, me puse en contacto con David, explicando un poco el concepto que pretendíamos.

Y llegó el día, como llegan siempre las cosas. A las dos de la tarde, los cinco componentes nos hallábamos en la barra tomando una botellita de un buen Riesling 2009 mientras nos íbamos acomodando.

Mesa redonda y 3, 2, 1...

Zamburiñas a la plancha con vinagreta de pepino, muy buen contraste y buen punto de plancha.

Judiones de Sanabria con su compango, legumbre con la piel algo más recia que las de otros lugares, aunque hechas de una manera magistral.Mantecosas e ideales para los rigores del clima.

Boletus pinícola y parmentier, sabor , melosidad, potencia.
Esto va por buen camino.

Huevos rotos con pisto de nuestro huerto,impecable

Corvina salvaje en salsa y gnocci de patata, pescado de
mucho sabor, en el punto óptimo de cocción.

Lomo de vaca, carne que sin ser de vaca vieja, si tenía
un sabor y una textura magníficos.

Tarta de quesos templada, ligera, etérea, muy alejada de los
"ladrillos" de grasa tan al uso. Muy buena.

Para acompañar estas viandas desfilaron:

Blanco de sobretablas con esa neutralidad y volumen tan
característicos.

Convents des Jacobins Gran Cru 1985, cerrado en nariz,
elegante en boca.

Chateâu Le Busquets Bordeaux Superiur 1982, aromas de
reducción (berberechos, metal), boca muy integrada y amable.

Berberana Cosecha Especial 1964 ¡¡Mamma mía!!

Viña Real Reserva especial 1964 .......(sin palabras)

Tokaji astazu 5 puttonyos 1959 Esencia.

Cerramos este asalto con unos cafés y predispuestos a comentar lo que fuera delante de un buen copazo a escasos metros de allí... pero aquí cerramos comentario.

Como siempre, nos hemos sentido como en casa, y a pesar del frío que hacía no hemos podido pasar un rato con más calidez y mejor trato. En cuanto a los compañeros, que no conocían el lugar, quedaron encantados por todo.

Hasta pronto.

Cena mensual del grupo Sherry Women. Esta vez algo menos multitudinaria ( solo 18 mujeres) a menu cerrado y maridado con generosos.
La organizadora lo dejó en manos de David y como siempre acierto total aunque hubo un par de detalles que fallaron un poquito pero que David explicó y asumió constructivamente.
El menu:
- Manzanilla Barbiana ( magnum) y Fino Tradicion saca octubre 2014. Con:
* Parmentier de boletus de Sanabria
* Pisto con huevo de corral
* Aji de mejillones de roca.

La comida espectacular EMHO-Incluso el picante del aji que a muchas les pareció fuerte y a mi me entusiasmo. El primer punto desfavorable es que la manzanilla estaba un poco pasada y especialmente una de las botellas.
Como segundos se podia elegir entre salmon marinado como en Vietnam en papillote ( espelendido) o hamburguesa de vaca vieja a la parrilla de carbon . Y aqui el segundo punto negativo: la carne estaba ahumada en exceso. Segun nos explico David parece que se pasaron en el punto. La mayoria pedimos el salmon y nos encantó. El maridaje en este caso fue muy acertado: un amontillado Principe Barbadillo.

Para terminar una tarta casera de Gamoneu con membrillo que estaba buena pero no era su tarta de la carta. El vino en este caso me pareció realmente esplendido: Cream East India de Lustau.

el servicio de vino fue por asi decirlo en "barra libre" y no faltó nada de nada.
En resumen ... que estos chicos pueden con todo.
Gracias ¡¡¡

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