Restaurante El Padre (CERRADO) en Madrid
Restaurante El Padre (CERRADO)
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
15,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingos y Lunes Noche
Nota de cata PRECIO MEDIO:
45 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.9
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
9.0
Comida COMIDA
7.7
Precio medio entorno ENTORNO
6.3
RCP CALIDAD-PRECIO
8.6
Tataki
Bocartes
Bonito
Hamburguesa de vaca vieja a la parrilla
Paletilla de cordero
Ensalada de cítricos, bacalao y Kalamata
Tataki de ternera
Huevos del padre 2.0
Tomates
Opiniones de El Padre (CERRADO)
OPINIONES
75

Con motivo del momento álgido de la temporada de esos soberbios tomates “corazón de buey” que el Sr. Villalón cultiva con cariño en su huerto, decidimos montar una quedada en toda regla con unos amigos. Dejamos libertad a David para que nos preparase un menú basado en este auténtico oro rojo zamorano. Llegamos pronto, a esos de las dos, y nos acoplaron en una amplia mesa de la terraza, en una esquina para estar más cómodos y tranquilos. Sábado a mediodía y como siempre local a tope.

La cocina de este restaurante está en constante evolución, nos encanta ese inconformismo de los hermanos Villalón, que tratan siempre de ir introduciendo novedades, a pesar de que ya son un local totalmente consolidado, merecidamente entre los 10 restaurantes preferidos del año por los foreros de Verema. Primero nos sacaron unos platos con el impresionante “bellota” extremeño que trabajan y en varios cortes provenientes de la maza y contramaza. Excepcional jamón. Después llegó un gazpacho elaborado con esos tomates y solo con unos gajos de naranja como acidificador, en lugar de vinagre. Estos tomates no tienen precio como se confirmó con los platos posteriores, tomates de una textura y sabor inigualables, mejor cuanto más maduros. Siempre hemos comentado que no hay cocinero en el mundo que pueda mejorar un producto excelso y este caso es un ejemplo. El siguiente plato consistió en una ensalada de pimientos asados, pimientos también del huerto familiar, sencillamente extraordinarios, nos encantan los pimientos asados. Nos sorprendieron con la nueva versión 2.0 de los clásicos huevos del padre, con “sepionet” y piparras, muy ricos aunque hay que ser un poco más cuidadoso con el punto de sal. El pulpo a la brasa sobre puré de patatas estaba fresco y la patata como siempre deliciosa, este es un plato muy repetido últimamente pero que aquí ejecutan a la perfección. Finalizamos con el plato más polémico, un tataki de ternera blanca con tirabeques que a nosotros nos gustó por su frescura y calidad de la carne con ese condimento del jengibre, un plato que sin duda muestra esa evolución en la cocina. Para el primer postre, David sacó una tabla que quesos que parece ser estaban fantásticos, a nosotros nos preparó Mario un excelente sorbete de limón para finalizar con unos helados caseros a cada cual más rico. Siempre comemos bien o muy bien aquí, y cada vez con más variedad en la cocina.

Para beber esta vez aportamos nuestras botellas, una cada asistente, aun así siempre nos sorprenden, primero con una excelente cerveza artesana tarraconense y con ese cóctel mitad Escocia mitad Jerez que Mario ha desarrollado para The Glenrothes y después con la coctelería, donde Mario es todo un maestro. Un licor cada uno de base y le dejamos preparar lo que quisiera, tres pidieron ginebra y los dos restantes whisky y vodka. Y todo realmente excelente, jugando con distintos ingredientes. Y además sacó como sorpresa un malta histórico, Port Ellen 1974 by Scotts’s Selections, un portento de equilibrio, finura y placer. Los vinos que aportamos fueron:

Champagne Ullysse-Collin blanc de noirs "Les Maillons" : amplio, profundo, mineral, vinoso, mejor que su blanc de blancs y un champagne para una comida entera.

Bruno Clavelier Vosne Romanee 1er Cru “Aux Brulees” 2005: comenzó tímido pero en copa balón fue mejorando, mucha fruta, especias, terroso, gran acidez, estructurado, largo, tánico, enorme Vosne para tomar en 10 años.

Philippe Bornard Arbois Vin Jaune 2000: poderoso, frutos secos, mineral, brutal acidez, seco y cortante en boca, un vino para iniciados, un auténtico Jaune.

Beppe Rinaldi Barolo Cannubi-San Lorenzo-Ravera 2007: el Barolo mejor puntuado por Juancho Asenjo del 2007, hiperclásico, elegantísimo, acidez, tanino firme, delicioso y se puede tomar ahora.

Bruno Giacosa Barbaresco "Gallina de Neive" 1990: el maestro del nebbiolo en un vino irrepetible, elegancia absoluta, longitud, complejidad. Qué grande es la nebbiolo con años y qué grandes los vinos del maestro.

Grans-Fassian Piesporter Goldtröpfrchen Riesling Auslese 2000: puro balance, joven, acidez, dulzor contenido, mineral, fue el vino que antes se terminó y eso dice mucho. Adictivo.

En fin, que un nuevo festín en El Padre y ya van unos cuantos, cinco horas de puro disfrute y deleite, de pura diversión. Con este restaurante nos pasa lo mismo que con Las Piscinas (Villacarriedo), es un restaurante adictivo para nosotros, tenemos que ir y punto, no solo porque se come y bebe de maravilla, eso es algo que se da por descontado, sino porque lo pasamos de maravilla siempre que vamos y por eso nunca dejaremos de ir. David, Mario y su equipo son garantía de éxito. Y siempre miran hacia delante. ¡Ah, y todo esto por 50 euros! No hay nada igual en Madrid.

  • Tataki de ternera

    Tataki de ternera

  • Huevos del padre 2.0

    Huevos del padre 2.0

  • Tomates

    Tomates

Viernes a mediodía, nos pusieron en el salón interior. Poco jaleo si bien es cierto que sólo había dos mesas ocupadas.

Pedimos para compartir,
- tomates, impresionante la calidad.
- huevos 2.0, con sepia, cebolla y piparra. Media.
- pulpo a la brasa. media.

También para compartir dos segundos, tataki ternera y lomo atún plancha.

Toda la comida bien, con buen servicio y muy bien atendidos.

Pero lo que realmente llama la atención es la carta de vinos y para mi un enamorado de champagne su selección de los mismos. Una maravilla y a precios realmente atractivos y que invitan a consumo. Pedimos un José Dhondt, Blanc de blancs, millesime 2007 a 45€!!!

Además el encargado del vino sabe latín. Una enciclopedia. Se bebe mejor que se come. Sin que esto ultimo se haga mal ojo.

Rematamos con un gt y un vodka tonic servidos magníficamente. 11€.

Esta ha sido posiblemente la mejor de nuestras visitas.

De entrantes tomamos dos clásicos: los tomates, de temporada: se deshacían en la boca, tremendo sabor. Deliciosos. También los huevos del padre, servidos individualmente, con su cebollita pochada. Muy buenos. Tenían la que llaman versión 2.0, que lleva sepia, pero nos quedamos con la original.

De segundos una berengena rellena de merluza que a mi acompañante le encantó, muy buena beschamell, dijo que era lo mejor de la comida. Yo tome una carrilleras al vino de toro, muy muy buenas, un sabor con un toque dulce, me encantaron. Pusieron un plato de patatas fritas con pimientos al centro.

De postre compartimos un tiramisú muy bueno.

El servicio fue muy atento toda la noche, tanto el responsable de presentar la comida y tomar nota, como el sumiller, que desprende sabiduría entorno al vino por los cuatro costados; además tiene una memoria impresionante, recordaba que las otras veces habíamos pedido algún vino que no tenían y tuvo el detalle de invitarnos a un par de copas de un Marañones que iban a probar, muy bien.

De vino tomamos Almírez, de Toro, que nos gustó mucho, y yo probé una copa de un Fino, pastrana creo, muy muy bueno.

Esta vez no pudimos disfrutar de una buena copa porque hoy teníamos que madrugar. La RCP es de destacar, con lo comido y bebido dificlmente mejorable.

No estaba lleno, pero seguía habiendo un poco de jaleo. Es su punto débil, si lo mejoran...

Cena el sábado para 4 personas. Local practicamente vacío. Nos reciben y sientan donde nos apetezca, pues es posible y lo hacemos en la terraza. Nos dan la biebvenida y nos ponen el famoso chorizo de Zamora con picos. El camarero que nos atendió, que no sé su nombre, de lo mejorcito. Atento, educado, explicativo, escucha, comenta ... Nos trajeron la carta de vinos que pedimos para ver qué pedíamos, pero la carta de la comida tardó bastante en llegar. Tras las explicaciones pedimos de entrante una ración de tomate que nos explicaron y los famosos huevos del padre. Muy bueno, sinceramente. Pensaba que los huevos serían como en todas partes, una ración al centro, y me sorprendió las raciones individuales. Muy buena la cebolla pochada. De segundos fueron una hamburguesa de pluma, una berenjena con merluza, un entrecot de vaca vieja y una lubina. Todo muy bueno. Quizás la lubina le faltaba algo más de gracia. El acompañamiento de la verdura estaba quizás un poco duro y frio para la lubina. De vino pedimos un Soto del Torreon, que es el vino que tienen junto con otros socios y que nos estuvieron explicando. Es como poner el National Geographic. Alucinante. Como un cuenta cuentos, (sin ánimo de ofender, todo lo contrario). Le pondría una silla con nosotros y que nos estuviera toda la cena contando cosas. Tantoel sumiller como el camarero que nos atendió. Te cuenta la historia del restaurante, de los hermanos, de él, etc etc, sin ser pesado y agobio.
De postre una tarta de queso que hace el camarero que nos tocó. Dos cafes y un Gin y un whisky. La ginebra un espectáculo. Con su manzana cortadita, etc.
Cosas a mejorar: La luz demasiado baja. El pan hay que mejorarlo. Estaba duro y no tenía mucho sabor. supongo que por la hora y la época. Otra cosa que me fastidia mucho es cuando pides un cafe y te lo traen ya preparado. El cortado me gusta con muy poca leche.
Al final todo salió por 138 euros. Volveré seguro y lo recomendaré seguro.
Si estuviera situado en otra parte sería mucho más espectacular. pero llega un momento en la noche que solo ves pasar colegas a la discoteca y botellón.

Nueva visita con reserva previa hecha en el mismo día.

Como siempre, lugar atestado donde encontrar sitio va siendo cada vez más difícil.

Éramos tres personas.Nos han acomodado en la parte de afuera-terraza semicerrada- y como punto más negativo al final de la comida,ya sentíamos cierto agobio por el calor que estaba haciendo.Tras saludar a David,y pedir unas cervezas y agua para mitigar la sed nos hemos decidido por el menú degustación (37.5€) consistente en compartir cuatro entradas (emplatadas individualmente) y un principal para cada uno.

Nuestra elección ha sido la siguiente:

Huevos rotos con patatas, sepia y piparras.Excelentes.Gran combinación y una manera diferente de comer huevos.

Cebolletas plancha con romescu.No son calçots pero estaban exquisitas, en su punto exacto.

Croquetas de rabo de toro y ave (una de cada por persona) buenas aunque no sobresalientes

Creps de marisco.Clásico de la casa.Apuesta segura.

Con las cervezas iniciales han puesto el clásico chorizo zamorano con picos del que nunca sobra nada.

De platos principales hemos pedido dos tartares de bonito (que en realidad eran dos hamburguesas tanto por los ingredientes,como por su ligero toque de plancha)con patatas chips caseras y mahonesa de wasabi y un solomillo de ternera relleno de foie y salsa de trufa.Todos en cantidad más que de sobra.
Como postres dos sorbetes de limón y un arroz con leche.

Hasta aquí lo relativo a la comida, donde hemos notado mayores inquietudes y mayor grado de evolución tanto por la ampliación del número de platos, como por la vajilla con constante cambio de platos y cubiertos e incluso por el mayor esmero en la presentación de éstos.

En cuanto a la bebida,pues qué decir.Lo de David es digno de admiración.El amor, pasión (transmitido con humildad) que respira por el vino es impresionate.Expone sus conocimientos en la medida justa que le demanda el cliente de tal manera que pudiendo hacerlo(al menos en mi caso) nunca te "apabulla".Simplemente te oye,te escucha con tal dedicación atento a tus gustos, presupuesto,e intenciones que nunca te defrauda.Es más siempre corrige y aumenta tus perspectivas iniciales sin que ello suponga intención tendeciosa alguna por su parte.

¿Qué se puede esperar de un lugar que tiene más de 70 referencias de champagne?

Nos hemos puesto en sus manos, e intentaré exponer de la mejor ,manera lo hoy bebido:

Por confusión nos ha puesto inicialmente un vino de uva mencía de tierras zamoranas.(Que también hemos probado)

Luego ha continuado con fantástico Montenovo 2010 de godello un poco en la línea de Louro do Bolo.

Para las croquetas manzanilla pasada y para las creps palo cortado.

Ya para los platos principales un ribera joven y un Almírez de Toro(Es decir dos vinos para un mismo plato) dejando la posibilidad de repetir si quiseramos.

Como vinos de postre un Oporto de Niepoort tinto.Al ser una comida de ámbito cuasi profesional lamento no poder ser más detallista en nombres y características.

Lo que si puedo asegurar es que el servicio ha sido perfecto en temperatura,tiempos y cambio de copas para cada vino.(Riedel).

Dos estupendos cafés cortados, dos copas de orujo blanco y un gin tonic preparado "comme il faut" para los amantes de este combinado(que no es mi caso).

Podemos dar fe del gran momento que atraviesa este restaurante y afirmar que está a la misma altura (sino los supera) de restaurantes de gran relumbrón pero solo en nombre y en precio.

De visita obligada.

Precio final:140€

.....a escribir solo unas lineas de unos de los mejores restaurantes de aqui... En todo.
Comida al mediodia de hoy vierrnes.local lleno
Pedimos lo de siempre aunque nos cuenta David muchas sugerencias fuera de carta.
Huevos del padre,crepes de marisco,croqueta de gallina (pelin fria como me ha pasado otras vecs...) y entrecot de vaca vieja. Todo muy bien.
Llega David a la mesa con dos copas con medida para cata de un tinto de ribera del duero. Lo catamos. Nos gusta. Nos dice que si queremos sigamos con el y au que yo iba a "recatar" el pinotage sudafricano nos dice que no le queda y por tanto seguimos por el Yotuel.... Etiqueta curiosa con un sarmiento con yo.tu.el.. Mejor en boca que en nariz. Diferente ribera del duero.
Acabamos con gt de ginebra escocesa que no recuerdo con Schweppes heritage de pimienta rosa y otro de ginger y cardamomo. No se puede pedir mas. La cuenta unos 100 euros por todo

Segunda visita, si en la primera mi impresión fue buena esta vez fue MUY BUENA, pero empecemos por estos los peros: Viernes noche local practicamente lleno, excesivamente ruidoso (cierto es que había algunos grupitos numerosos), mesas demasiado pegadas, cierta falta de personal (que compesa con la profesionalidad de todos ellos, especialmente del "sumiller" y del otro hermano que creo que es el que prepara las copas), algunas mesas se quejaron de esto, y el último pero...al estar en una mesa al lado de las cristaleras las vistas son las que son (pseudo botellon del viernes).
El apartado vinicola es memorable, cuanto podrian aprender otros, excelente selección de champagne y a unos precios más baratos , en algunos casos,que en tienda, con un estupendo asesoramiento, me sugirió un Bernard Bremon, ( había comprado unas botellitas en la fisna y decidi probar otras cosas), de los tres champagne que tenian en carta, que me gustaban (si lo se no los conozco todos)y que mi hipoteca y demás vicios me permiten pagar me dijo "la botella que más me jode venderte es el Paul Bara millésime 2002, es mi última botella", que estuvo soberbio y aguantó perfectamente toda la cena aun precio muy razonable 48€, respecto a la comida siempre tienen sugerencia interesantes fuera de carta, maravillosa la hamburguesa de presa iberica cortada a cuchillo, quiza el punto más flojo sean los postres. Imprescimdible la copa post (o pre) cena , en este caso un old-fashion bien hecho (por fin) y un gin tonic (me parece a mi o cada día sale una Gin nueva). Absolutamente recomendable y con una buenisima RCP. ¿Para que hacer experimento (caros además) cuando tienes un valor seguro? Un lujo para los madrileños.-

Fuí con mi familia a celebrar el día del Padre, alertado por los buenos comentarios llegados a mis oídos y el resultado final fue fantastico. Mi hija es celiaca y el trato fue impresionante, pan para ella y demás atenciones como escribirnos los platos que ella podía comer. La comida fue simplemente extraordinaria, los famosos huevos del padre, excelentes; las croquetas de rabo de toro, maravillosas a juzgar por como se las comía mi hijo de 2 años; ensalada de faisán escabechada muy refrescante. De segundos yo comí la berengena de merluza, realmente un plato muy logrado, para los niños chuletas de lechal sabrosas y en una ración generosa. De beber agua y un rioja de maceración carbónica excelnete y a muy buen precio. Mención especial el trato por parte de los dos hijos del dueño, gran profesionales, se nota que aman lo que hacen, uno aconsejarte en el tema vinícola y el otro en hacer que el final de la comida sea apoteósico gracias a sus cócteles y combinados. Lugar para repetir y no cansarte.

Realmente pocas veces me ha pasado lo de repetir varias veces en el mismo restaurante en pocos meses. Desde diciembre con esta ya son cuatro visitas.
1) Primero porque se come bastante bien a precios muy razonables
2) Segundo, porque la carta de vinos está muy mimada y a buenos precios
3) Tercero, porque te puedes quedar a tomar una copa seleccionando lo que se te antoje de su increíble carta de licores hasta bien entrada la madrugada, sin que pongan mala cara y encima a buen precio
4) Y cuarto, y que hay que valorar por encima de todo, la simpatía y profesionalidad de los dos hermanos (joer, es de quitarse el sombrero; como vayas un par de veces, te echas un par de amigos sin querer).

Esta vez fuimos cuatro matrimonios a cenar. Y salimos todos satisfechos, máxime por lo que nos cobraron.

Mi mujer y yo llegamos los primeros, y mientras charlábamos con David en la barra, nos ofreció unas copas de champagne Francis Boulard Cuvée Petraea XCVII-MMVI realmente bueno (al final, la botella terminó cayendo entera una vez sentados a la mesa).

La oferta sigue siendo más o menos lo mismo, con pocas variaciones aunque siempre hay alguna sorpresa. Tomamos:

- 8 creppes rellenos de marisco: realmente finos y con sabor.
- Ración y medis de antxoas frescas a la bilbaína: medianitas pero muy frescas, ligeramente pasadas por la plancha; una pena que llegaran un pelín tibias a la mesa.
- Ración y media de pimientos asados con queso fresco: sigo pensando que si bien los pimientos son fabulosos, el queso queda muy en un segundo plano.
- Ración y media de huevos del padre: siempre los hemos tomado, pero es que esa noche estaban insuperables.
- Media ración de mollejas de cabrito : la sorpresa de la noche; muy frescas y presentadas con cebolla caramelizada. Lástima que solo les quedara esa media ración.

Segundos:

- Solomillo de ternera con salsa de trufa
- Dos de berenjena rellena de merluza al horno
- Dos de pez mantequilla con salsa meniére
- Tres de pierna de cabrito al horno: Realmente bien hechas, tiernas y jugosas. Como siempre, al centro, 2 platos de patatas fritas y pimientos dulces de padrón

Postres:

- 3 helados artesanos: Probé uno espectacular de mandarina y zanahoria, pleno de sabor y cremosidad
- Ricotta con miel multi-flores: Fué lo que pedí y acerté

Para beber, aparte de alguna que otra cerveza y algún que otro refresco, cayeron dos botellas impecables de San Román 2008, aparte del champagne indicado más arriba.

En la sobremesa dos gin-tonics, un pisco-sour, infusiones y algún café.

Precio total: 396€ (inc. todo)

Nota 1: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría comer en este local con IVA y sin bebidas.
Nota 2: He subido bastante la nota de entorno, pues aunque el local es bastante ruidoso, especialmente en la sala a la entrada, todo queda compensado por la acogida y atenciones de David y compañía.

No iba a comentar nada sobre mis dos ultimas visitas ( una el dia 19 y otra el 22). Y no lo iba a hacer por no ser repetitiva ya que tengo unos cuantos comentarios aqui. Pero he decidido poner otro nuevo comentario porque lo merecen. Ha cambiado la decoracion ( yo hacia tiempo que no iba) y ha mejorado el local. Las cartas se han remodelado y son mas elegantes. El servicio tambien ha mejorado porque han dejado claras quien hace las labores de jefe de sala y sumiller ademas de lo que aportan los hermanos... que es mucho.

En cuanto a la comida, las dos visitas fueron estupendas pero destacaria la cena del dia 22 porque ibamos 8 personas lo que nos permitió probar mas platos y vinos. Compartimos:
- los huevos: espectaculares. De las veces que mejor textura tenian las patatas...
- Crepes de marisco: crujientes y sabrosos
- Croquetas de rabo de toro. Muy bien. Tengo que decir que la anterior vez estaban algo frias por dentro.
- Ensalada de pimientos asados con queso de cabra. Los pimientos asados espectaculares pero el queso creo que no aporta nada

De segundos pez mantequilla con una salsa meuniere ( buenisimo), bacalao, entrecot de vaca vieja ambos dijeron que buenisimos. Y atun con pisto..creo que dejeron que era el mas flojo

Para beber:
- Gotes del Montsant. excelente inicio.
- Un pinotage sudafricano que no recuerdo el nombre. Espectacular
- Acabamos con un Priorat de la bodega Castillo de Perelada (creo). Bien . pero yo habria seguido con el pinotage.

Terminamos con GT's de Schweppes Heritage de diversos sabores con Bluecoat, Sipsmith, Martin Millers... etc a cada cual mejor preparado.

y todo por 49 euros por persona. El grupo que llevé quedaron encantados del local, del servicio, de la comida, del vino, de los GT's... de todo absolutamente.
Por favor no cambieis nunca ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

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