Restaurante L'Escaleta en Cocentaina
Restaurante L'Escaleta
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

Añadir vino por copa

Precio desde:
65,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingo noche, lunes, martes y miercoles noche, 7 a 21 enero
Nota de cata PRECIO MEDIO:
104 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
9.5
Comida COMIDA
8.6
Precio medio entorno ENTORNO
8.5
RCP CALIDAD-PRECIO
8.7
Merluza a la brasa con su pil pil y vinagre de rosas
Pastisset de boniato con crema helada de raíces, jengibre y regaliz
Espíritu del brioche con cítricos, yema, mantequilla y levaduras
Arroz de agua dulce con cangrejo azul y anguila
Caviar con requesón de leche de higuera
Ostra en escabeche con zanahoria encominada
Espiritu de un Brioche
Pichón
Salmonete Embarrado sobre Jugo de sus Cabezas
Crema de Mostaza Silvestre con Hierbas Recién Cortadas
Yema de Huevo en Salazón
Manteca casera con hierbas junto a un excelentísimo pan
Pan y manteca
Supermousse
Presa asada y ahumada
Queso, aceite y almendra
Yema de huevo en salazón
Entrantes
Brioche
Gambas
Setas
LA MANZANA DE HIELO con una infusión helada de camomila miel, tierra de malta
LUBINA con setas de temporada , aliñados con mantequilla de avellana
QUESO f resco de almendras, miel  aceite
La mesa
Menú
Becada
Churasco de cordero con berenjena ahumada.
Aroz seco de bacalao y coliflor
Sala de no fumadores
Los vinos de la cena
Brownie
Nuvolet de azahar
Pecguga de pichón
Lomo asado de mero con algas
Navaja con tubérculos dulces
Royal fría de giraboix con sardina caramelizada
Ostra con soda de espárragos
Agua sal
Golosinas saladas
Corte helado de ajo y pericana
Opiniones de L'Escaleta
OPINIONES
77

Repito comentario un año y medio después del último.

Anoche fui con mi marido al que para mi, de los mejores restaurantes de la provincia, por no decir más.

Tienen 2 opciones, carta y 3 menús (45€, 60€, 90€). Nosotros fuimos a carta.
De aperitivo, en la terraza, tomamos una copa de champagne Tarlan y nos sacaron su clásico turrón salado con almendra amarga y una tapa de leche de almendra. Ahí comienza el festival.
Tranquilamente te sacan la carta (precios con IVA incluido), te aconsejan y te toman nota, y pasas al salón. Todo tipo de detalle está perfectamente medido, cristalería Riedel incluida. Te sacan siempre pan que hacen ellos a la leña, manteca casera con romero y aceite que en este caso era Masía el altet. La carta de vinos, como dicen por ahí, la enciclopedia de vino, a unos precios más que competentes, precio de bodega más 4-5€ . Esta vez nos decantamos por un cava, Colet extra brut riquísimo (31€ la botella)

Pedimos pues bonito marinado sobre ajo blanco. (Tapa individual 8€ pp)
Setas de temporada con yema de huevo pochada y panceta ahumada (9€ pp) solamente recordándo ahora el olor y el sabor flipo...

Chipirones con habitas (12€ pp) puntos de cocción y sabor perfectos. Claro, la mayoría de verduras y especies provienen de huertos propios o muy cercanos y eso se nota una barbaridad. (Perdón por la foto, pero ya le había metido mano al plato...)

Pasamos a la gamba roja (36€ los 230g q pesaron las 4 gambas). Este sin comentarios... A mi paladar, ni la de Quique d'acosta. Está sobre una cama de sal con aroma a cítrico y hecha en su punto, jugosa, perfecta.
Tomamos de plato principal media ración de pichón reposado sobre rosas azafrán y hiervas locales. (16€ pp) Otro nivel. Como un carpaccio pero más grueso, con todos los sabores integrados, pero más que cocinado está como marinado. Lo brasean 1ro y luego al vacío durante 24h.

Pude por fin llegar a los quesos que nunca llego (17€ el plato) y te sacan y explican todos los quesos y seleccionas 5 que son ordenados debidamente. Se acompañan de membrillo que hacen ellos.

De postre su interpretación del brioche (9€ el plato) en este punto yo ya no podía más pero no pude resistirme. Brutal.

Luego, unas infusiones de tomillo con miel (2€ pp) que nos encantan con lo q sacan su clásica tableta de chocolate hecha por ellos, esta vez nos tocó de chocolate 70% con quicos. Y finalmente ya nos fuimos como 3horas más tarde.

Total 107€ pp, lo que me parece una RCP muy buena teniendo en cuenta el nivelazo del homanje. Como decía en el título, me reafirmo y creo que está en un momento ascendente. Una estrella michelin, q se me hace corta incluso.

  • Brioche

    Brioche

  • Gambas

    Gambas

  • Setas

    Setas

Un lugar de los que no hay que perderse; necesario ir al menos alguna vez en la vida, como dijo quien eligió local. Si has conseguido llegar sin perderte, te encuentras con una entrada diferente, elegante y que con un buen día de invierno invita a esperar en la terraza cercana a la puerta de entrada a la casa de campo en que está ubicado el restaurante estrellado en el mejor sentido: una estrella Michelín.

Un marco perfecto para la espera de los compañeros de fatigas y un amable servicio que nos trae un curioso pica pica de almendras/turron, similar al clásico turrón de Alicante -el duro de toda la vida- pero con punto salado y con almendra amarga, acompañado con un buen fino que va para amontillado: la bota de fino 24 del equipo Navazos.
Va llegando el personal y casi te sabe mal entrar por lo bien que se estaba fuera, pero no hemos venido a tomar el sol, así que los 4 para dentro.
Local de ambiente clásico y elegante, que al final de la comida pudimos visitar con más detalle y con una mesa Cero para sesiones más intensas, dentro de la cocina donde el equipo de Kiko y Alberto se explayan a sus anchas creativas sin que tengas que decidir nada.
Estábamos solos en el salon y eso que ganamos nosotros, ya que fue una comida disfrutada y comentada, casi particularizada, con buenas anécdotas de los buenos tiempos mejores.

Tres menús a elegir: Saber, Sabor y Saboer. El primero con 4 platos y selección de quesos; el segundo con 5 platos y 2 postres y el tercero que amplía los platos a 7. Optamos por el intermedio pero añadimos los quesos. Un extraordinario pan artesano acompañado de manteca de hierbas aromáticas donde destacaba la presencia de romero, por supuesto, de la Sierra Mariola que nos rodea; un pan destinado a empujar todo para dentro..

Segundo aperitivo ya en la mesa: morcilla de cebolla caramelizada con cacao, servida en plato-piedra. Un leve puto dulce de la morcilla que gusta incluso a quien no le gusta la morcilla; a mí, me dieron en el centro de la diana. Acompañamos con cerveza, de la zona: Spigha con su color tostado, su buena espuma, y de Alcoi.

La carta de vinos tiene más de enciclopedia que de carta. Si fuera carta, en correos iría como paquete exprés porque pesará más de un kilo. Puedes elegir no solo vinos, sino también añadas. Merece ir antes y sentarte en la terraza a leerla tranquilamente. Nos fuimos hacia lo desconocido:
En primer lugar arrancamos con blanco, Ctònia 2009, una garnacha blanca de Masia Serra. Un tinto Mas de Masos 1998, un Priorato mucho más joven de lo que parecía por la añada como ya nos advirtieron. La Mejanne 2004 de Mas Jullien. Tampoco faltó agua esta vez de Benasal

Vamos entrando en materia: Hummus de alcachofa asada y aceite de regaliz sobre un plato blanco al que contrasta en color, con textura semisólida y pleno de sabor como corresponde a la alcachofa en su mejor época.
Yema de huevo en salazón , aliño de garun & hueva de atún, bien aromatizado, con la yema madurada en soja.
Pastisset de boniato, el cual estaba por fuera formando una especie de empanadilla y relleno de pata de ternera & trufa negra; una envoltura perfecta para un contenido de intenso sabor.

Entramos en principales: Salmonete sobre su suquet, leche de almendras y hojas de limonero. Mediterráneo puro en texturas y contrastes.
Presa de ibérico ahumada y asada con cenizas de cebolla. Gran creatividad con buen producto.

Unos quesos de temporada que lamentablemente se acabó la batería del móvil y por tanto, la libreta de apuntes y fotos; así que desarmado del todo, me entregué al disfrute y la relajación.

En postres: la Manzana de hielo; esa manzana que al corte tiene el corazón traslúcido como si se hubiera helado.
El segundo postre: Supermousse de chocolate con café y avellanas; asusta cuando lo ves venir, mide casi un palmo por encima del plato y dices que será imposible de acabar pero resulta que tiene mucho aire y un leve punto de avellana por dentro, y al final no queda nada en el plato. La estética es aparatosa.

Buenos cafés y los chocolates clásicos de L´Escaleta en su caja y que te sirven de merienda.
No era cuestión de acompañar con tinto, así que pasamos a líquidos dulces que fueron dos pero que no dispongo de datos, aunque no descarto recuperarlos de algún compañero de fatigas que lea ésto. De memoria diría que la supermousse se acompañó de un Oporto.

Un disfrute en un sitio apartado pero con una cocina y una bodega de campeonato. Fue el partido de la previa para la escapada a la mini maraton de Madrid (Casino, Allard y DiverXO en cena, comida y cena seguidos) con 7 estrellas en poco más de 48 horas desde la comida del jueves -ésta- hasta la cena del sábado. Empezamos muy bien.

Es complicado saber cuando un cocinero ha llegado al límite de su creatividad, a lo máximo culinariamente hablando. Cuando parece que no se pueden superar ciertas experiencias gastronómicas, muchas veces son superadas con creces. Es lo que me pasa cada vez que visito este restaurante, cada festival, aunque parezca difícil, supera a la anterior.
Una cocina ajena a las modas imperantes, sin fuegos de artificio y que desborda imaginación por los 4 costados.
Su jefe de cocina, Kiko Moya, ha sido recientemente nominado a mejor jefe de cocina 2013 en los Premios Nacionales de Gastronomía, junto a Mario saldoval y Eneko Atxa. Ahí es nada.
Optamos por el menú intermedio (65€).

Aperitivos
Empezamos con dos aperitivos además de la ya famosa manteca de hierbas con un pedazo de pan que me gustaría saber quien es el valiente que es capaz de acabárselo entero. Yo lo haría, si no fuera por el festival que viene después.

Turrón salado de alicante. Muy parecido al turrón duro, pero "blando", mucho más crujiente y con un ligero toque salado y de almendra amarga. Uno de los mejores snacks que he comido en restaurante. Ya hay quien habla de comercializarlo.

Burifarra de cebolla caramelizada con cacao. Casera, por supuesto. Encima llevaba una especie de praliné/salsa de cacao puro. Muy buena

Entradas
Ensalada de endivia con Anguila ahumada . La endivia aparecía tibia y entre sus hojas la anguila ahumada. Estaba aliñada con una vinagreta de albarroba. La frescura y el toque ligeramente amargo de la endivia combinaba y perfectamente con un pez tan gelatinoso y graso como la anguila. Perfecto el contrapunto dulce del aliño de la algarroba. Este plato fue maridado por un Sherry Cream

Pastisset de boniato. Estaba relleno de ternera (y tuétano) y con trufa negra rayada por encima. El boniato aparecía por fuera, como masa de la empanadilla, en lugar de por dentro. Una genialidad. Nos sacaron un Castaño Casa Cisca 2003. Un magnífico vino para acompañar este magnífico plato

El pepito de ternera. Otro plato ya fijo en la carta y que había probado con anterioridad. También con trufa negra, pero esta vez en láminas. Bebimos un Egly-Ouriet Brut Tradition

Continuamos con un plato en "postproducción". Raya con su pilpil de encurtidos. Se presenta la raya abierta y con sus espinas, dando la apariencia de cresta. Un plato tan arriesgado como rompedor, que puede echar para atras hasta el comensal más curtido y que entrará en la carta en función de la aceptación del comensal. Un plato divertido y que necesita de la "participación del espectador" para ser comido, dado que la carne de la raya está pegada en las espinas (pero que sale con facilidad). Unas alcaparras tostadas le daban un interesante toque agrio. Bebimos para este genial plato una copa de Clos Rougeard Breze 2008

Arroz meloso de pichon. También acompañado como no de trufa negra. Vaya arroz!. Está concebido para 3 o 4 cucharadas máximo, dada su contundencia pero sin duda podría haberme comido un perol entero. Valdría la pena viajar a este restaurante solamente por probar este arroz. Ya forma parte de mi top 5 de los mejores arroces que he probado. Acompañado con un Peyre Rose Syrah Leone 2004 que le venía como anillo al dedo

Plato principal
Presa de ibérico asada y ahumada. Y vaya ahumado!. Contundente y persistente. Me da la impresión de que aun tengo algo de sabor en la boca. La preparación se remata con unas falsas cenizas de cebolla quemada (hechas con maltodextrina) y unos cubos de membrillo. Este plato aparece en la mesa con el humo de una rama ligeremente quemada de tomillo. Plato impactante, de los que se quedan sin duda en la memoria gustativa. Casa castillo Pie Franco 2005

Dos postres:
Calabaza asada . Acompañada de una crema de leche helada de almandras y arrope. Muy bueno. Nos sirvieron un Casta Diva Cosecha Miel 2012

Nuvolet de azahar. Un postre que recuerda a la famosa pantera rosa. Un postre clásico que lleva varios años en la carta y que esta vez no me entusiasmó debido a que el nuvolet sabía demasiado a huevo. Servido con uno de mis vinos dulces preferidos A. Christmann Idig Auslese 2007

Acabamos el festival con los chocolates L'Escaleta, al fin y al cabo unos petit fours para llevar. La mejor idea sin duda, para poder disfrutar de unos petit fours.

El servicio del vino a acrgo de Alberto Redrado y su selección de vinos espectacular como siempre.
Que lujo tener este restaurante a solo una hora de Valencia. Sin duda unos de los mejores de España.

https://www.verema.com/blog/almolo/1177846-cresta-ola-visita-restaurante-l-escaleta

L´ Escaleta es una experiencia gastronómica única, y es única porque no es posible que se repita en otro espacio o tiempo, nace en las faldas del Montcabrer y es como un árbol sabio con las raíces bien arraigadas que nos da frutos que poseen la capacidad de maravillarnos por su conjunción perfecta de identidad y creatividad.

La cosa no pudo comenzar mejor, al pedir como entrada un jerez dulce, el maître nos trae un oloroso viejo del Equipo Navazos, un vino para recrearse, pura concentración y finura, Jerez en estado puro.
Después del turrón vino el gazpacho de cerezas aliñado con aceite helado, ligero y equilibrado, elegir este plato es un acierto porque prepara los sentidos para lo que tiene que venir.

Su conocido queso de almendras ha salido de la carta y ahora está de entrante fijo, buena idea porque este queso elaborado con la leche de almendras es Alicante 100%, con la miel del Montcabrer y el aceite Masía L´Altet hacen una entrada fácil y de textura agradable.
Pero si de texturas hablamos, el tocinillo de cielo (que aunque no estaba en la carta, amablemente accedieron a elaborar) tiene una textura esponjosa y única con una asombrosa concentración de sabor perfectamente equilibrada con el jugo de naranja.

El pepito de ternera con trufa de verano, es un bocata de sabor sencillo pero intenso que no tiene la complejidad de otros platos pero que destaca por su excelente materia prima de ternera y trufa. También de excepcional materia prima era la gamba roja de La Marina en costra de sal de cítrico, sencillamente otra exquisitez cocinada al punto y de textura suave.

Como plato principal elegimos el churrasco de cordero con berenjena y miel de lavanda, toda una exhibición de creatividad y savoir-faire, sabor y equilibrio serían los adjetivos que mejor describirían este plato.

Para beber acompañó el Beryna 2008, y los postres fueron muy bien maridados con PJ Kühn ST Nikolaus Ausiese 2006, y consistieron en la ya famosa Supermousse de tamaño muy, muy grande y de entrada ligera con la avellana como nota predominante. No tan bueno estaba el Nuvolet donde el amargor desequilibraba algo en el conjunto del plato, para la próxima vez dejamos los fresones que tenían una pinta excelente.

Te das cuenta al terminar, que la capacidad de sorpresa de este restaurante les viene sobre todo de su enorme personalidad creativa, para asombrar a los demás, seguramente han sido capaces primero de asombrarse a ellos mismos. Si a ello unimos un servicio de sala profesional y agradable, así como un servicio de vino impecable, tenemos que L´Escaleta es uno de esos Restaurantes-LA MECA, es decir, un restaurante al que hay que ir, al menos, una vez en la vida.

Añadir a mi anterior comentario lo siguiente:

1 - el entorno, mejor que 5/10, por lo cual, evaluo de nuevo. Cubertería, mantelería y servicio impecables. También me gustó especialmente el hecho de que haya una mesa antigua en el centro del comedor y desde allí se sirva a los diferentes comensales;

2 - la lista de vinos, todos combinados a la perfección con los platos y algunos especialmente sorprendentes:
- vino alemán Müller 2007
- Celler la Muntanya Albir 2010
- Basilio Izq. Acodo
- Weinbach Tokay Pinot gris 1999
- Gutierrez de la Vega rojo y negro
- Christmann Idig Auslese 1998

3 - decía que lo menos destacable fue el postre - el Nubolet - que llegó ligeramente desmontado y un poco demasiado dulce a mi gusto

En suma, una degustación excepcional y un trato inmejorable. Espero poder volver MUY pronto.

Destacar que no suelo dejar propina y esta vez dejamos la mayor propina de nuestras vidas (incluso en restaurantes teóricamente de "mayor categoría". La ocasión lo merecía.

Que continue así y con la amabilidad que los caracteriza.

Degustación al mediodía en abril.

Tras 2 horas de trayecto en coche, por fin llegamos a Cocentaina. Buscamos el restaurante (sin GPS) y la verdad es que no hay indicaciones verdaderamente visibles. No es mayor molestia pues nos permite hablar con varios "socarrats" para solicitar indicaciones.
Al grano, llegamos al restaurante y solo se ocuparán tres mesas (incluida la nuestra).
La recepción es cordial, el servicio compuesto por el camarero que sirve bebidas, el que atiende la comanda y el sumiller.
Optamos por combinar platos de la carta en vez del menú ya que se nos informa que los menús compuestos están formado por platos de la carta (y no son por tanto menús sorprendentes más allá de las opciones de la carta).
Consumimmos:
1 - el pan, buenísimo, junto con la manteca de cerdo
2 - de entrantes hummus, calcot, tocinillo y canelón. Todos destacables pero sobre todo sorprendentes el calcot y el tocinillo por el juego de texturas y el sabor
3 - de plato principal solomillo de jabalí con un jugo de anguila suculento
4 - el postre lo menos destacable

El vino, perfecto y el trato del sumiller IN-MEJORABLE

Kiko Moya y su equipo siguen demostrando que aspiran a lo más grande en el panorama gastronómico español. Una cocina muy bien pensada, con mucha reflexión y muy personal en el que la contundencia del sabor cada vez cobra más protagonismo en los platos y en el que el contraste de sabores y texturas pasa a un segundo plano. Elaboraciones sencillas a la vez sorprendentes y que difícilmente dejan indiferente al comensal.

Esta vez tuvimos la oportunidad de vivir una experiencia única en la mesa 0, ubicada cerca de la cocina en la que pudimos disfrutar de un menú hecho a medida, alternando las últimas elaboraciones con algunas más clásicas. El menú se componía de 4 entradas, pescado, carne, quesos y dos postres (al final fueron algunos platos más) al precio de 80€.

Empezamos con los snacks habituales: la corteza de bacalao y la adictiva y peligrosa Manteca de hierbas. A modo de aperitivo nos sirvieron un guiso de morro de bacalao con alubias, que resultaron no ser alubias sino cacaos. Una genialidad!
Continuamos con el humus de alcachofa asada, acompañado con unos chips de alcachofa y un aceite de regaliz.
La yema de huevo con salazón es un impacto en la boca por su contundencia y no apto para paladares sensibles (tuvimos que acompañarlo con pan). A nosotros nos encantó
Una obra maestra es el Tocinillo de cielo . Panceta que tiene la textura del famoso dulce debido al tratamiento que se le da a la pieza de tocino ya curada, después de cocerla y glasearla con una salsa de carne, cítricos y especias, acentuando perfectamente el sabor de la carne.
Otra genialidad el pepito de ternera, un bocadillo de pan de cristal únicamente relleno con ternera y mollejas y servido a modo de bocata de bar, con servilleta de papel incluida
Como plato de pescado el rape curado acompañado de arroz (pero sin arroz!), es decir, acompañado de una infusión de arroz de la variedad venere (un arroz negro) que le da sabor y color y aromatizado con un aceite de ajos y nabos asados.
Menos nos gustó el arroz meloso de ortigas de mar y crestas de gallo, con un sabor, para mi gusto demasiado acentuado a azafrán y un pelín pasado de cocción.
El plato de carne (en “postproducción") fue un Civet de liebre, presentado debajo de un carpaccio de remolacha. La carne aparecía desmenuzada y mezclada con la sangre de la liebre para darle una similitud en sabor y textura a la morcilla. Extraordinario.
Después de una buena selección de quesos servidos por Alberto y de un pequeño debate entre la diferencia de calidad entre los quesos de leche cruda y cocida, llegó el festival dulce. Empezamos con una versión particular de un postre que genera tanto amor como odio y es el Arroz con leche, en este caso elaborado en una primera cocción con el arroz venere para darle sabor y color pero acabado con otro tipo de arroz y acompañado con un helado de leche quemada. Difícil realizar un postre tan emocionante con tan pocos ingredientes.
Otra obra maestra. El espíritu de un brioche. Recreación de la preparación de un brioche, cuyos ingredientes: levadura, leche, mantequilla y yema de huevo, aparecen transformados.
Para acabar, como no, chocolate, con la Supermousse, realizada con la técnica del vacío y que asusta un poco dado su tamaño pero que como pasa con el algodón azucarado de la feria, es prácticaemnte aire y se deshace rápidamente en la boca.
Por último los esplendidos chocolates L’Escaleta. En este caso chocolate negro 70% con quicos.

La selección de vinos de otro genio llamado Alberto Redrado, fueron:
Egon Muller Scharzhof 2006 para el Hummus
La Bota de amontillado nº23 de Equipo navazos para la Yema
Weinbach Altenbourg GC Covee Laurence Tokay Pinot 1999 para el Tocino de Cielo
Cavatina Tender de Gutierrez de la Vega para el Brioche
Y un oporto Nieport 20 Years old Tawny para el supermousse
El resto de los platos fueron maridados con Ponce P.F 2010
El precio de las copas 6€, un chollo teniendo en cuenta la categoría de los vinos ofrecidos.

En definitiva, un festival de 5 horas en sin duda uno de los mejores restaurantes de España, con la mejor relación calidad-precio que yo conozco y cuya visita siempre supera a la anterior.

Nuestra experiencia fue para cenar y optamos por el menú más amplio y largo el “Saboer”, compuesto por siete platos y dos postres.

Sacaron al centro una gran hogaza de pan artesano de aceite a la leña, crujiente y tierno. El pan estupendo, aunque quizá yo preferiría que no se tuviera que compartir y cada cuál disponga de su panecillo. Lo acompañan de “sagí” una manteca aromatizada con hierbas de la sierra de Mariola donde predomina el romero, con una textura parecida al merengue, pero con más consistencia.

Como aperitivo de bienvenida y mientras decidíamos nos ofrecieron dos curiosos snacks: una corteza de bacalao y una pequeña olla con un guiso de morros de bacalao, donde lo que parecían judías eran en realidad cacahuetes cocidos, muy tiernos. Curioso y sorprendente.

-Ojo de pez. Elaboración con crema de ostra y algas, profundamente marino. Un sorbo de mar.
-Yema de huevo en salazón, aliño de garum, hueva de atún y polvo de pan de especias. Me encantó este huevo encurtido, presentado en un original recipiente de piedra.
-Setas aliñadas con una carbonara de coco, panceta y huevo poché. Clásica combinación de setas y huevo, con una materia prima excelente. Muy bueno.
-Tocinillo de cielo, lacado en su jugo de naranja y especias dulces. Panceta glaseada, atractiva textura, suave, delicada y melosa.
-Rape curado, bañado con una infusión de arroz venere. Sabor potente del rape, con una adecuada textura, nada gomosa.
-Arroz meloso de ortiguillas de mar con crestas de gallo. Contundente y sabroso fondo, perfecto el punto de cocción. Será cultural pero no termino de acostumbrarme el cenar arroz.
-Churrasco de cordero de pura raza, con tacos de berenjena asada a la miel de lavanda. Excelsa materia prima y perfecta conjunción de sabores.
-Calabaza asada en su jugo con helado de crema de almendras, arrope de regaliz y menta. Siendo una buena conjunción de sabores, emulando lo que podría ser el típico postre Arnadí de Xativa, tal vez fue el plato que menos me entusiasmo de la noche.
-En el espíritu del Brioche: leche, huevo, levadura y mantequilla. Servido en un bol de cocina, como si fuéramos a amasarlo, pero que según las instrucciones del propio Kiko, quien personalmente nos sirvió este postre, no había que mezclar. Original e interesante, profundo aroma de levaduras.

Con los cafés e infusiones de tomillo natural, nos sacaron, a modo de petit fours, un chocolate casero de l’escaleta 70% puro con kikos. Interesante contraste dulce/salado, cremoso/crujiente.

Para beber tomamos:

Empezamos bebiendo tres generosos distintos, cual mejor que el otro: fino amontillado navazos 24, fino la panesa y manzanilla sacristia AB saca 2012 y un correcto Rueda, Menganito 2011. Los primeros platos fueron armonizados con un siempre fino, delicado y perfumado Billecart Salmon Brut Reserve (50 €). Luego pasamos a un no menos elegante y armónico Ferrer Bobet 2007 (36 €) que estaba en un momento espléndido de consumo.

Los postres se acompañaron con dos productos distintos de Gutiérrez de la Vega, el primero con el Casta Diva Cosecha Miel 2010 y el segundo con el escaso y exclusivo Casta Diva Cavatina. Este último es un blanco dulce espumoso sin adicción de licor de expedición que realiza su segunda fermentación en botella gracias a los 70 gr. de azúcar residual. Se destina, fundamentalmente, a la exportación en el mercado asiático.

Si quieres ver las fotos y leer la experiencia completa: http://www.vinowine.es/restaurantes/lescaleta-creatividad-enraizada-en-la-tradicion.html

Si quieres saber la historia de la creación del restaurante: http://www.vinowine.es/restaurantes/l%c2%b4escaleta-32-anos-de-buena-cocina.html

Hacia ya un año que no iba, que pena que hubiese pasado tanto tiempo, porque creo que es uno de mis restaurantes favoritos. Y cada vez que voy lo confirmo. Servicio, comida, entorno, ambiente espectacular.
Esta vez comimos a la carta, de entrantes, unas mollejas y atún marinado. Presentación y sabor sin comentarios.
Posteriormente un poco de jamón con pan de cristal y de plato principal chuletón de casi un kg para 2. Hecho perfectamente en su punto con su temperatura correcta y todos los jugos dentro sin estar crudo y frío.
Es una pena el no poder probar los quesos, pero literalmente no podíamos más. De postre probamos el supermousse. Espectacular igual. Me encanta como se juega con los sentidos.
De aperitivo una piel de bacalao frita, buenísima y obviamente nada q ver con lo q venden.
El pan para compartir con aceites me parece un gran acierto.
Y como comentó el maitre, quien dice que en un restaurante "bueno" no se come?
Todo ello regado con un Magaña Merlot, perfectamente servido.
Unos timonets y el detalle del chocolate final muy bien también.
Una cosa que me sorprendió (o no recordaba de visitas anteriores), los precios de los vinos son prácticamente los de tienda más 3-5€. Grata sorpresa.
Espero no tardar tanto en volver la próxima vez. Visita obligada.

Hacía años que no volvía a L'escaleta, y ahora me doy cuenta del error. Siempre ha sido un gran restaurante, pero actualmente tiene muchos más puntos a favor, para empezar el tema de la comida sigue en un gran nivel, control de materia, puntos y tempo de servicio, aunque creo que todo esto no sorprenda a nadie pues ya es conocido, pero actualmente tiene 2 cosas que para mí son un plus. Primero la carta de vinos con precios ya no moderados, sino baratos. Podéis verla en la web. VS Únicos a 160 y 180€, menos de lo que valen ahora, Pedrouzos 2004 a 80€, y un Batuta 2005 magnum que tomamos 185€, lo que vale ahora mismo en tiendas... La otra cosa que noté fue un concepto más cercano, menos encorsetado y más jugar con la comida actual que tienen, el pan es para compartir, se juega con la comida, y además el poder comer en la cocina en la mesa 0 hace que Kiko se sienta como en su casa y te haga sentir como que has ido a su casa a comer. De Alberto y demás gente de la casa, ya no se puede decir más porque ya está todo dicho.

El menú que tienen de 70€ creo que lo hacen la actual opción estrellada con mejor RCP de la Comunidad Valenciana.

http://vinsimes.blogspot.com.es/2012/10/lescaleta-de-cocentaina-una-estrella.html

Premios Verema

  • premio_verema
    Nominado a mejor Mejor tratamiento del vino
    2013
  • premio_verema
    Nominado a mejor Mejor tratamiento del vino
    2014

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