Un homenaje para los 5 sentidos fue con lo que nos honraron la gente de L’Escaleta, a 8 amigos. Tomamos el menú de degustación. Para los primeros platos (moluscos, pulpo, rape y corvina) los maridamos con Gosset Grande Reserve.Para los segundos (Arroz de caza y Pichón) elegimos Clos Martinet 2000, este vino está en un momento optimo para deleitarse. El vino se encontraba muy bien ensamblado y una reducción en botella perfecta, vale la pena guardar estos vinos para su momento óptimo como hace Alberto con la carta de vinos de L’Escaleta. Para los quesos Alberto Redrado (Sumiller) nos recomendó un SCHOENENBOURG 2002 Alsace Grand Cru, que les fue de maravilla. A muchos restaurantes de algunas grandes ciudades les gustaría tener una carta de vinos y servicio (todo copas de Riedel) como en L’Escaleta. Para postre (Helado de almendra amarga y arrop y tallaetes) nos dejamos llevar por Alberto sirviéndonos un Casta Diva Cosecha Miel y DEMULLER Dom Juncosa, Priorat Ranci 1939.
El servicio del menú fue muy bien escalonado para comer sin prisas pero sin pausas. Andrés nos tuvo atendidos en todo momento, nos sentimos como en casa. Empezamos a comer a las 2:30PM y salíamos a las 7:30PM, estar cinco horas comiendo con buena compañía y en un sitio tan bien atendido como L’Escaleta solo tiene un nombre darse un HOMENAJE.

Vale la pena el desplazamiento a este restaurante (a una hora escasa de Valencia) para disfrutar de su cocina, que mezcla conceptos de cocina de autor y referentes tradicionales con un excelente producto.
El local es una preciosidad, rodeado de jardines. En el comedor, separación entre mesas que permite gran intimidad. Excelentes cubertería, mantelería, vajilla y cristalería.
Aperitivos fuera de lo común (corteza de cerdo con ajoaceite y manteca al romero para untar en el pan). Sorprendentes entradas en medias raciones: Moluscos con raices y soda, Sepionet con su jugo y alioli, Bocadillo de ajoblanco, Vieira con mango y jamon. Los platos principales no sorprenden tanto, pero en ellos se nota la calidad de la materia prima. Excelentes postres y Petits Fours
Amplia carta de vinos a precios realmente ajustados (comparables a los precios en tienda), y muy buen servicio.
Ojo a la relación calidad-precio. De lo mejor que se puede encontrar en un restaurante de esta categoria. Como ejemplo decir que hay platos en la carta a 5€.

Leidas las críticas en la página, nos animamos a visitar L’escaleta. En lineas generales ha sido una decepción, pedimos el menú degustación, y nos dejamos aconsejar por el sumiller en cuanto a los vinos.
El menú, vulgar, nada sorprendente, lo único a destacar la ventresca de atún rojo (sublime materia prima), y el primer postre. De los vinos, un shyrah (Villard Reflets 2001), realemente espléndido, y un Reholz con el primer postre. El resto, personalmente no me gustaron (Nieva pie franco y Numanthia -un vino vulgar-). Servicio perfecto, cristaleria y vajilla impecables. Lugar muy ruidoso (teniamos cerca una mesa de mas de diez personas chillando como locos). Precio 202€, me pareció caro, la copa de vino excepto la del nieva, a una media de más de 5€. Tal vez sea un sitio para ir, pero desde luego no para pedir el menú desgustación, no sé si volveremos.

Vino: Casi todos los vinos ya no de España, sino de todo el mundo. A muy buenos precios. Tomamos Alonso del Yerro.María 2003 a 39€. De entrada una copa de Billecart Salmón Brut Reserva y luego unos licores variados, Tokaj 4 Puttonyos 1993, mistela de Vinos Piñol Terra Alta D.O. muy buena, y Fondillon Salvador Poveda 1980, cada copa unos 3,5 € más o menos. Luego unos Gin Tonic de Tanqueray NºTEN, una nueva ginebra que me ha encantado, no tenían Citadelle en ese momento, pero esta es nueva y está muy bien. El sommelier hace su trabajo, y nunca te quedas con la copa vacía. Todo RIEDEL.
Comida: Boletus salteados en sartén, muy buenos. Cocotxas de merluza al all i pebre, tremendas (15€) y luego tomamos solomillo de Vacuno Mayor, y un Costrón de cochinillo con Jalea de Melón. La preparación de los platos es simple, muy buena materia y pocas florituras superfluas.Carro de quesos de impresión y un Postre, boniato asado con helado.

Entorno: Impresionante lugar, con una terraza acogedora, el sol pegaba de lo lindo lo que hacía que los tragos de Gin Tonic fueran más largos.
Precio: Entre 80 y 90 € por cabeza, no me pareció caro, teniendo en cuenta que nos abrieron el Champagne a nosotros para unas copas, y el Tokaj también lo inaugurábamos.

El servicio muy profesional todo. Silencioso y perfecto en tiempo de platos. Volveremos.

He acudido en dos ocasiones a este restaurante, la segunda para confirmar las magnificas sensaciones de la primera visita y no solo no me defraudó, sino que confirmó que estaba ante un restaurante donde acudir es una fista para los sentidos. Unos platos soberbios y una carta de vinos sensacional. El somelier es un ejemplo para muchos pesaos" y el trato y la atencion son exquisitos. Una maravilla de lugar, mas agradable que alguno con "estrellas".

Desde luego uno de los mejores restaurantes de la C.V. El servicio muy bien a tiempo, relajado pero pendiente y dejando comer con tranquilidad. La calidad de producto, cantidad elaboración y presentación muy bien. Un restaurante donde la calidad y elaboración no esta reñidos con la cantidad. Enhorabuena.
El sommelier muy bien. Decoración muy acorde con lo que se espera de un restaurante de ese nivel. El trato del maitre soberbio. Fuimos con niño y se nos trato muy muy cordialmente. Ejemplo de profesionalidad en el trato a seguir por otros restaurantes con cocineros con más renombre pero faltos de cualquier tipo de exquisitez en el trato.
Buena bodega, con muchas variedades. Perfecta la descripción de los platos en la carta. Una sorpresa en la zona.

Responde a los comentarios que habia oido de este sitio y a los que aparecen en "mesas y vino".Para mi estamos ante uno de los mejores(sino el mejor) restaurante de la C.V.
Me ha llamado la atencion el servicio del vino.No se como se llama el sommelier pero un profesional.Aparte de la amplia carta y del cristal Riedel impecable, la temperatura y el asesoramiento en cuanto a maridajes que fue perfecto; me gustò que no se "enrolla" en absoluto con la clientela,queriendote enseñar a valorar el vino como por desgracia es demasiado frecuente en tantos y tantos sitios hoy.

Situado en un entorno agradable, L’Escaleta constituye uno de los mejores restaurantes de la comarca (si no el mejor)

La carta la componen dos menús degustación y entre 25 y 30 platos entre entrantes, pescados, carnes y postres. Platos muy bien presentados y elaborados, Vajilla de calidad y estupendo servicio que por supuesto es cambiado entre plato y plato.

La carta de vinos es un libro repleto de referencias de numerosas DO españolas así como de vinos de los países productores más importantes del mundo, organizada por tipos y por DO’s a precios más que ajustados. Servicio muy esmerado, a temperatura adecuada y cristal Riedel.

Como bienvenida nos sirvieron dos entrantes, uno basado en la popular “pericana” y el otro consistente en una crema de patatas con polvo de aceituna. Pedimos: Terrina de hígado de pato, boletus salteados en sartén, migas de patata con tocino, yema y trufa y alcachofas y borrajas con trufa. Costrón de cochinillo ibérico con membrillos. Dos postres: sabayón y boniato cocido con helado y granizado de anís. Dos aguas minerales y un magnífico Pintia 2001, como colofón dos cafés acompañados de tres dulces distintos (gentileza de la casa) un aguardiente pazo de señorans y un gin-tonic. Todo ello por 160 euros (dos comensales)

Va ser una grata sorpresa trobar el restaurant després de tant de temps cercant-lo. Excel·lent, l’entorn, l’ambient, el tracte, la professionalitat, en general, adequada. Poques cartes de vi tan adients a un menjar senzill i al mateix temps creatiu, on destacaria la correcta conjunció de matèries primeres amb l’elaboració de salses, discretes per no entorpir els sabors dominants. La nota de l’aperitiu ’pipirrana’ de la zona, desconstruït, tot un encert. El carro de formatges, una presència inestimable que trobarem en pocs llocs. Els postres, potser curts, però d’una finor exquisida. La relació qualitat-preu, amb tot, un poc desdibuixada: no cal incrementar tant els preus de productes bàsics que no tenen tanta elaboració, per no parlar dels preus dels vins, en alguns casos, excessius si els comparàvem amb el preu de partida. Llàstima, perquè així no es pot repetir tant com hom voldria, ni tan sols recomanar-lo obertament.

De lo mejorcito que he probado. El vino y su presentación excelente (el único pero es quizás que Alberto Redrado es poco divulgador a diferencia de oros sumilleres). La carta es sorprendente y variada. El local es muy acogedor. Relación calidad precio de lo mejor en esta comunidad