Restaurante Samsha en Valencia
Restaurante Samsha
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
16,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
lunes noche y domingos todo el día
Nota de cata PRECIO MEDIO:
44 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.4
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.9
Comida COMIDA
7.7
Precio medio entorno ENTORNO
7.3
RCP CALIDAD-PRECIO
7.8
Sea bass
Pork tail
Stuffed "potatoes"
Petit fours ácidos y dulces
Tabulé de espelta con cherries rellenos de crema helada de atún, aros de pepino y caldo de bonito seco.
Aperitivos salados y picantes.
Yoghurt ice cream with lichie soup
Guinea fowl
Octopus
Ajoverde de pistachos con tabulé de hierbabuena, helado de huevo duro y jamón ibérico crujiente
el menu
Ceviche almejas cesarea.....
Espuma esferica guisantes.....
Planeta de mousse de dulce de leche con plátano caramelizado y estrellas de malibú
Cangrejo real con falsa mayonesa de orégano, esponja de orégano y tofu de piña con crujiente de yuba
Petit Fours: Polo de coca-cola y flor de cactus, esponja de chocolate con su cremoso, bizcocho de chocolate blanco y frambuesa y trufa helada de chocolate
Opiniones de Samsha
OPINIONES
112

Años ha, más de seis, que no visitaba este restaurante de vanguardia. Recalamos aquí por descarte, pues era lunes y el resto de opciones que contemplamos no abrían este día. A la postre lo agradecimos.

La estética sigue siendo la misma, rompedoramente sesentera, muy cool. Naranjas, verdes, techos amplios, gran separación entre mesas y comensales… Muy bien la sala, se está a gusto. Y a esto hay que añadirle las buenas y variadas vajillas y el coperío Schott alta gama.

La cocina vanguardista de autor, claramente de autor. De autor avezado añadiría.

Tienen tres menús, se diferencian uno de otro por longitud y precio. Eran las 15.30 horas y nos avisaron de que cerraban pronto cocina, así que nos decidimos por el corto, el menú del día (22€ + IVA), que consiste en elegir un primero, un segundo y un postre de los tres o cuatro por sección que componen el menú largo, el gastronómico. Me gustó la idea.

Así quedó mi apuesta:

Aperitivos.
Curry de cangrejo real con tortas manchegas, caviar de apio y manzana y chutney de piña. Acompañado de pan de apio. Logrado y original el juego del cangrejo real con los gazpachos y el curry.
Bonito al estilo thai con tierras de tres sabores. Acompañado de focaccia de leche de coco y lima Kafir. Buen bonito, adobado al modo asiático con punto cítrico añadido, con puesta en escena tan thai como su contenido.
Nuestra versión del mojito con frambuesa carbonatada y toffee de azúcar mascabado. Acompañado de galleta de almendras y lima. Deliciosa esponja de mojito sobre una cama chisporroteante de hielo de frambuesa.
Petit fours.

No he comentado los aperitivos y los petit fours porque merecen capítulo aparte. Me pareció realmente ingenioso, de buen gusto y acertado el juego positivo-negativo de los seis trampantojos, los tres aperitivos y los tres petit fours.

Abrir y cerrar la comida con brillantez.

Con los aperitivos actuó en positivo, jugó a que lo dulce era salado: un pastelito de patata, un bombón de aceituna rellena de anchoa, una piruleta de gambas… Y con los petit fours, retomó la idea de los aperitivos pero la volteó en negativo. Los mismos elementos, puestos al revés. Así, lo salado era dulce: el pastelito de patata se convirtió en unas patatas fritas de cacao; el bombón de aceitunas en unas aceitunas de chocolate blanco; y la piruleta de gambas en unas gambas al ajillo de algo similar a la masa de un donuts, con los ajillos de chocolate… ¡Sencillamente genial! Se me ganó el cocinero con esta diversión.

Y más teniendo en cuenta que entre unos y otros había transcurrido toda la comida. Tuvimos que hacer un ejercicio de memoria y retrotraernos una horilla…

- “Ah! Esta aceituna de chocolate viene de aquel bombón de aceituna!”. Sonrisa.
- “Anda! Estas gambas al ajillo de rosquilla proceden de aquella piruleta de gambas!”. Sonrisa de complicidad.
- “Fffuá! Estas patatas fritas de cacao nacen de aquel pastelillo de patatas!”. Sonrisa de reconocimiento.

Destacar también el detalle del maridaje de panes. Cada plato lleva su pan. Se agradece, oiga.

La carta de vinos era muy atractiva, y además te permitía elegir buenos vinos a precios ajustados. También se agradece, oiga. Bebimos una garnacha bilbilitana que estaba golosa, estructurada, redonda, liviana… Honoro Vera 2012, 12€. Y vertido en las excelentes copas comentadas anteriormente (pero sin más mimos).

Buen servicio, una sola camarera que atendió perfectamente toda la sala -si bien es cierto que éramos sólo cuatro mesas- con profesionalidad y agilidad cantando todos los platos con oficio.

Volveré en invierno, con el cambio de referencias, a degustar una noche el menú largo, expectante para ver qué juegos se trae entre manos en esa ocasión…

que cenamos en Samsha. Lo conozco prácticamente desde los inicios. Solíamos ir y recuerdo que siempre tomábamos Quincha Corral.

Después de un largo periodo sin ir, hace justo un año que cenamos y anoche volvimos para celebrar nuestro aniversario.

El restaurante tiene su encanto, es colorido, a nosotros nos resulta muy agradable. Mesas, sillas, vajilla, etc, todo de buen nivel.

Disponen de un único menú llamado 7 sentidos a 47,00 € (iva no inc.), y si a ese menú le quitas un par de entrantes, se convierte en el reducido a 37,00 + iva. Este último fue el que pedimos.

Aperitivo de la casa, compuesto de una especie de bombón con aceituna líquida y anchoa en su interior (muy logrado, potencia de sabor), otro bombón, esta vez de papas (menos logrado que el anterior) y una piruleta de gambas al ajillo.

Entrante, Crema fría de remolacha con helado de aguacate y mentuccia, caviar de yogourt y toques yodados, acompañado de pan de algas.- Plato muy refrescante, suave, excelente presentación.

PRINCIPALES:

Bonito con galanga, soja y cintas crujientes de boniato, acompañado de pan de focaccia de coco y lima safir.- La galanga y la soja servidas en espuma, demasiado sabor que enmascaraba el ingrediente principal que es el bonito. Presentación de nuevo de 10.

Pluma de cerdo ibérico con cebolla asada, soda de albahaca y puré de tomate asado, con pan de pipas.- Mejor conjunción de sabores que el anterior, la pluma testimonial, apenas había nada en el plato.

POSTRES:

Nuestra versión del mojito con frambuesa carbonatada y toffee de azucar mascabado, acompañado de galleta de almendras y lima.- muy refrescante, la lima potente, pero mezclada con el conjunto hacía un bocado exquisito.

Los engranajes: helado de pera y vahinilla, ganache de chocolate con leche y chocolate líquido con crujientes de caramelo. Pan de haba Tonka y canela.- plato original, presentación sublime, tres helados con forma de engranajes, con cobertura de chocolate y relleno interior.

Para beber, acompañamos la cena con un Gramona imperial. Nos sacaron copas de flauta, pero lo tomamos con las del vino que habían en la mesa, unas Schott.

Tomamos un par de cafés que se acompañaron con unos petit fours asombrosos, un bol con gambas al ajillo que evidentemente no lo eran.

Al final me quedo con una sensación rara. Anoche, los tiempos de espera entre plato y plato fueron muy largos, la cantidad de comida (a excepción del bonito) rozaban el ridículo y la combinación de sabores con el pan, en esta ocasión no me ha parecido tan lograda como otras.

Es un sitio que no deja indiferente, se incide mucho en la presentación, Víctor Rodrigo tiene una imaginación para las presentaciones que borda la perfección, pero otras veces he disfrutado mas, ayer su cocina me pareció menos lograda que las anteriores.

Volveremos porque nos gusta el sitio, nos ha gustado siempre la comida y como para gustos colores, seguro que a la próxima vez nos vuelven a sorprender.

La desgracia compartida une más a las personas, y tras la escapada fallida al Noma, el grupo de cinco más una incorporación, parece haberse unido con la intención del desagravio gastronómico y ésta ha sido la primera entrega tras el regreso. No será la última.

Nos vamos a una cocina radical en la creatividad con riesgos en ocasiones de cruzar demasiado lejos, pero que cada vez más está alcanzando un mejor nivel y equilibrio. Optamos por el menú de los 7 sentidos para conocer lo más posible.

Aperitivos conocidos (por "Cocinando a 8 manos") de algas crujientes, caviar luminiscente, guacamole con lo que ya pensamos en la estética de los petits fours cuya foto será similar. Más sorprendentes que buenos pero sirve para apreciar la creatividad que nos espera.

Entrantes:
. falso pimiento del piquillo relleno de cebolla crujiente, hoja de salvia y aceituna negra con salsa de huitlacoche con su pan irlandés de aceituna negra y cebolla; sabroso, entra por los ojos y no defrauda en boca.
. lomo de atun como foie crujientes de cereza, salsa de cereza y sus huesos comestibles acompañandose de totadas de pan de cerezas: una imagen del foie que en boca se transforma en un sabor de atun intenso, siendo versiones de cerezas un buen contrapunto.
. trigo sarraceno, pomada de yema y soja, camagrocs crujientes y papel de anguila ahumada con su pan de espelta y soja: lástima que el papel fuera más bien un posit pues podia haber sido tamaño de enciclopedia y no hubiera cansado; buena creatividad y buena presentación del trigo.

En segundos platos:
. gallo con cebolla albahaca y pan de pipas. Un plato que se sale de lo previsto en el menú en sustitucion de la vidriada habitual, y que me gustó menos.
.pluma de cerdo ibérico con aliño de tomate seco, piñones y orégano con raviolis de espinacas, nueces y queso de cabra en diferentes concnetraciones con pan de tomate y piñones. Buena ración de pluma en su perfecto punto de plancha. Aquí todos recordamos como echamos en falta el queso y la carne en el menú del Noma. Excelente plato en calidad y presentación, incluido el pan.

Los postres:
. nuestra version del mojito con frambuesa carbonatada y toffe de azucar mascabado con galleta de almendras y lima: muy refrescante y rompiendo el paso de la carne hacia el chocolate.
. el volcan en erupción (teórica porque se habia acabado el humo) con lava de mango, torrija de ron quemado y tierra de chocolate y café con crema de guayaba. Un auténtico espectáculode presentación con un buen chocolate; se acompaña de muffin de chocolate y fruta de la pasión. Una creatividad máxima con buen sabor.

En la parte de bebidas empezamos con un Palacio de Bornos 2012 verdejo que no pasó de una leve mejoría del tsunami de verdejos que nos arrasa; lo bueno vino en el tinto que siguió: Martinet Bru 2009 un Priorato mineral y sabroso en su punto actual. Alguna cerveza inicial y agua durante la comida más los variados cafés finales, sin más añadidos que los esperados petits fours con las mismas formas y colores que los aperitivos. Seña de identidad de la casa.

Salimos con sensación de placer de venganza aunque pensando: para qué fuimos tan lejos, si por aquí disfrutamos más de los sabores, de la creatividad y de las presentaciones.

Primeramente tuvieron la amabilidad de cambiar un postre por un entrante de otro menú (tomamos el 5 sentidos)cosa que se agradece. El aperitivo de la casa estuvo quizá un poco insulso, pero la cena fue ganando con cada plato. El sancocho de ave estuvo correcto con un poso final que dejaba buen gusto. El trigo sarraceno realmente interesante con texturas que se retorcían en el paladar. El gallo con cebolla muy rico. El buey Wagyu simplemente delicioso. Los engranajes como postre, simplemente espectacular, de hipo. Lo de cada plato con un pan diferente muy culinario. Para cerrar el círculo la ginebrita que decía mucho más que el aperitivo.
La presentación de los platos fue "sencilla a la par que elegante" como se suele decir, no recargada y con gusto. El vino que pedimos barato y bueno.
Es un restaurante agradable (aunque con demasiados tonos naranja) y el servicio fue agradable y profesional.
Se puede pedir algo más por ese precio? !No¡ Cuando cambien de carta, volveremos. Enhorabuena

Desde que conocí Samsha hace más de cinco años, y tras varias visitas con bastante buen sabor de boca como resultado, siempre me he preguntado porque este restaurante no ha sido considerado nunca entre los grandes de Valencia ni más conocido y nombrado en los mentideros gastronómicos o entre el público en general. Quizás mi última visita el pasado sábado ha respondido a esta duda.
Samsha continúa siendo un local atractivo en su decoración, correcto en su servicio de mesa (cierto es que nada de esto ha cambiado un ápice desde que lo conozco) e intachable en su atención al cliente en la sala. Y cierto es que la propuesta culinaria de Víctor Rodrigo no ha perdido vigencia en su modernidad e innovación y logra la sorpresa en muchas de sus creaciones, sin olvidar uno de sus atractivos como es el acertado maridaje de panes con cada uno de los platos. Sin embargo, algunas sombras (menos que las luces, desde luego) aparecen durante el tiempo que uno pasa disfrutando de la sucesión de platos de las más variadas formas, colores, texturas y sabores que desfilan ante su vista, olfato y paladar, lo que seguramente no puede permitirse un restaurante que aspire a competir con los grandes.
En nuestra última visita decidimos probar el menú 7 sentidos. Ante todo mi reconocimiento (espero que nadie se enfade por desvelar la sorpresa) por la original idea de abrirlo y cerrarlo en una especie de menú circular con un mismo plato como aperitivo y postpostre con las mismas formas y texturas (muy llamativas, por cierto) pero con diferentes sabores.
Como entrantes el menú ofrece (disculpas por la simplificación de mi descripción): un falso pimiento del piquillo con acompañamiento de pan de aceituna negra, que a mi juicio fue uno de los grandes momentos de la noche; lomo de atún como foie entre crujientes de cereza, prometedor plato si no hubiera sido por el hecho de que nos fue servido congelado (quizás debimos decirlo para que cuiden el "pequeño" detalle la próxima vez), la gran sombra de la noche; y trigo sarraceno con papel de anguila ahumada, visualmente espectacular pero pesado y difícil en su textura y degustación. Como platos un pargo con rúcula y boniato con texturas de espuma, correcto y sin fallos; y presa de cerdo ibérico con raviolis en forma de bolsitas de plástico comestible de espinacas y queso de cabra, sin duda el mejor plato de la noche y el más conseguido en su combinación de sabores y texturas. Finalmente, como postres, su versión del mojito con toffee maridado con galleta de almendra y lima, una buena y fresca transición al segundo postre, el volcán con tierra de café y chocolate con crema de guayaba, magnífico de elaboración y sabores pero probablemente el más mejorable estéticamente.
En definitiva, un restaurante del que uno sale satisfecho y con ganas de volver ante el próximo cambio de menú pero que necesita un mayor cuidado de ciertos detalles y alguna innovación más allá de la mera renovación de los platos para que pueda competir de tú a tú con los grandes de la ciudad, lo cual sin duda puede llegar a hacer porque talento existe para ello.

Hablo muy, muy poquito español y entonces escribo solo in ingles. Por favor, no dime "¿Porque no escribes in español?"

SEE FULL REVIEW AND PICTURES AT http://www.restaurantcritic.eu/the-reviews/spain/samsha

THERE ARE REVIEWS OF TWO VISITS TO SAMSHA ON MY WEBSITE

Overall rating: 7.5/10


On my second visit to Samsha I went with the same friend, and we both agreed the level was the same as last time, although I would say that it was possibly a little bit better. After our first visit during the restaurant week (Cuina Oberta) we found out that the restaurant offers a lunch menu with three courses, a drink (a glass of wine, beer or soda) and coffee for €22 + VAT, coming to €24.20 in the end. You can choose between all courses from their 5 and 7 course dinner menus. This lunch menu is really top value for money!
We started out with the same small appetiser (and also ended with the same petit fours) as at our first visit.
One starter was “potatoes with charcoal”, which meant balls that looked like potatoes stuffed with a creamy filling. The charcoal was actually black sesame. Underneath was two sauces.

The other starter was a very prettily presented mushroom, which was actually a shell (like the sugar shells you see in confectionary) stuffed with a mushroom cream, with oregano sponges and parmesan cheese, all made to look like how it might look in a forest.

My main course was slowly cooked pork tail, braising sauce, San Simón cheese cream, small spheres of soy sauce and quinoa, and very refreshing marinated fennel that lighted up an otherwise somewhat heavy dish. Overall, a very, very good dish, and for me the best dish in both meals.

The other main course was a superbly cooked sea bass with dots of egg yolk and squid ink as well as crispy seitan (gluten of wheat). Squid stock, that really tasted like squid, was poured on. I find sea bass to be overrated, but this is definitely some of the best sea bass I’ve ever had. And what a beautiful presentation!

My friend had the same yoghurt ice cream dessert as in our last visit, as they unfortunately didn’t serve the orange and vanilla bubbles dessert that was listed in the menu for lunch.
My dessert was a volcano with chocolate and coffee sand, sparkling rocks, a spongy bread underneath, and a guava cream in a glass in the middle, which featured a bit of theatre: A piece of dry ice was placed in the glass, so when you pressed the piece of ice down, the cream spurted like a volcano. Both presentation wise and flavour wise, this chocolate volcano was far superior to the one I had at Arzak.
See a video of the volcano on my website:
http://www.restaurantcritic.eu/the-reviews/spain/samsha

Again, a very creative meal with good ingredients and expert skill. I would have liked a bit more depth of flavour in some of the dishes, but maybe this is just my personal preference. Nevertheless, for this price Samsha is truly one of the very best restaurants in Valencia at the moment – if not the best (I liked Sangonereta and Ca’ Sento better, but they are both closed now). The only real contender I’ve been to has been Riff, which was less creative but at times a bit more flavourful while at other times less successful.
At my first visit to Samsha, the spelt tabula was easily the weakest dish. At my second visit the potato balls was the weakest dish, but this was definitely better than the tabula. Again, one dish for me stuck out for me as being the best (the pork at my second visit, the squid at my first visit), but all in all the level of the food was very consistent.
Again, the service and the focus on wine was not quite up to the standard of the food, although again the pace was great. After a while we found out that our waitress spoke English, and she was very friendly and sweet. There was absolutely nothing wrong with her, but the service was simply not Michelin star level. Water was never topped up, and just after serving our starters, she said “oh, do you want some wine?”.
It’s not a big deal, but I think that if they simply improved these details they could attain a Michelin star. This is a pity because the food definitely deserves it, but they probably can’t receive a star when the service and the focus on wine is not better than this. Then again, if Grønbech & Churchill in Copenhagen and Alejandro del Toro, also in Valencia, can get a star with worse service than Samsha, then why shouldn’t Samsha?

  • Sea bass

    Sea bass

  • Pork tail

    Pork tail

  • Stuffed "potatoes"

    Stuffed "potatoes"

Comida de trabajo, jueves , dos personas. En el local otra mesa y nosotros. No voy a describir el local, ya que eso se ha hecho en comentarios anteriores, tan sólo diré que las sillas son cómodas , las mesas son de tamaño adecuado y la cubertería,, la vajilla y la mantelería son correctos. En definitiva, buen ambiente. Lo de los colores ni entro ni salgo.
Ofrecen tres menús (del día 24,20 euros), 5 sentidos (40,50 euros) y 7 sentidos (51,70 euros)
Tomamos el de 5 sentidos consistente en :
.-Sancocho de ave con dos texturas de seitán, cilantro, nabo daicón y maíz con pan de maíz venezolano . Estupendo plato. Caldo con sabor de mas a menos. Las primeras cucharadas del mismo no dicen gran cosa, pero el postgusto picante se queda en cada cucharada y se va almacenando , acumulándose , de forma que con la ultima cucharada existe un sabor picante , justo, no excesivo que es el manifiesto de su personalidad. Es un sabor lineal, directo que en la misma boca va de menor a mayor intensidad hasta llegar al final del paladar . El seitán , igual que el nabo , aporta texturas , una mas blanda del seitán , otra dura del nabo y por fin una crujiente . Pero , aquí lo que manda el sabor alto del Sancocho. El picante se fija a, junto al sabor del ave , sabor alto, y se libera poco a poco. Postgusto picante sobre fondo de caldo reducido de carne

Gallo con cebolla, tomate asado y soda de albahaca con focaccia de pipas Perfecta ejecución de un muy buen gallo , con punto justo de cocción. Se acompaña con tomate asado (puramente testimonial tanto en sabor como en cantidad) , pero si que es cierto que ayuda a la presentación cromática del plato. La albahaca se presenta dentro de una cebolla vaciada . Piensas , a priori que la fuerza de la preparación de la hierba podrá con el pescado. No esa así. Para nada es así. El pescado marca el sabor al principio, la albaca se limita, en un primer momento , a servir de testigo, cede el protagonismo. En un primer instante favorece incluso por su textura de soda el poder disfrutar del sabor del pescado. Pero , cuando se ha ido el gallo , es cuando sale la frescura y los efectos balsámicos de la albahaca. Ese es el truco. Salinidad en primer plano, mar con iodo, mas tarde limpieza, explosión de frescor. Técnica depurada, para lograr un postgusto lleno de efectos balsámicos

Costilla de buey Wagyu con caldo de setas y ñoquis de yuca con pan de yuca y queso Soberbio. Gran plato. La costilla con perfecto punto , sabor potente, acompañada de setas y de un caldo de altísima potencia y sabor perfecto para conjugarlo con la carne. Tierra con pastos que llenan la boca , se fijan y permanecen mucho tiempo. Nos gustó tanto que repetimos . Plato de altísimo nivel. Se unen sabores profundos, fuertes , pero a la vez, elegantes, mesurados , justos. Postgusto a tierra .

Postres

Helado de mango, arroz Tailandés con leche de coco y mango crujiente con pan de sésamo
Los engranajes: helado de pera con vainilla, ganache de chocolate con leche y chocolate líquido amargo con crujiente de caramelo con pan de Tonka y Canela .
Presentación extraordinaria en ambos postres. Trabajo cuidadoso, milimétrico y , supongo , que con muchas horas detrás de cada plato para , no sólo idearlos, sino luego plasmarlos. Es una obra de arte cuando se presentan en el plato, sobre todo el segundo. Pero, para mi, y no deja de ser solo mi opinión, con una clara falta de ligazón entre los ingredientes en el primero y una falta de sabor en el segundo.

Pan diferente que acompaña a cada plato. No deja de ser un trabajo añadido el presentar un pan diferente en cada plato, no deja de ser un dato que puede dar una marcada personalidad al restaurante, no deja de ser un posible reclamo para los clientes , tanto por la originalidad, como por la novedad. Pero, para mi , y como mucho pan (demasiado) y soy un profundo enamorado de este alimento, no deja de ser un esfuerzo añadido para los cocineros y para la sala que no aporta nada lo que es la cocina. Entiendo que para mucha gente será un valor añadido, pero, emho , y , desde mi óptica de un “devorador” de pan es un valor sin valor (valga la paradoja)
Buen café.
Servicio de sala amable y diligente. Nada que oponer ni que criticar. Pero , para mi, algo frío. Ojo, que no deja de ser una opinión sin mas.

Carta de vinos a precio comedido . No es su punto fuerte, tampoco su talón de Aquiles. No tengo la sensación de que la clientela del local presione mucho en este sentido y , dado que los tiempos están como están, no es momento de hacer florituras en el apartado. Hay referencias interesantes. Quizás se adolezca que la Jefa de sala conozca las añadas (éstas no se reflejan en la carta) , pero bueno, si nadie se las pregunta , es normal que no se las sepa , porque otros problemas del día a día tendrá mas importantes.

Hacia tres años desde mi ultima visita a Samsha. Mucho tiempo ha pasado . Entonces no me gustó. Ahora , en su primera parte , la comida si que me ha gustado. Y mucho. Negar que el cocinero de este local es un virtuoso de la cocina es negar una evidencia. Alguien que es capaz de hacer los tres primeros platos del menú , es alguien que sabe cocinar y sabe cocinar muy bien. Alguien que te mete tres aguijonazos con postgustos diferentes en cada plato, con postgustos duraderos, deja claro que no necesita ni de barroquismos ni de aderezos. Negar que hay imaginación ,arte y trabajo es negar lo que es innegable. En mi nota anterior la titule (y perdón por la auto cita) “Hay madera para mas hoguera”. Y sigo pensando lo mismo. Emho , si se olvidaran los artificios, los adornos ,las disfraces, si se rebajara la exigencia en la presentación cromática de los platos y se centrara en lo que sabe hacer , y que es capaz de hacerlo muy bien, entonces el resultado sería mas satisfactorio. Aquí hay conocimientos, manos y técnicas de sobra para que el adorno sea lo que se cocina en si mismo. Loable es su enorme capacidad de presentación (por ejemplo los aperitivos y los petit fours tienen la misma presentación con sabores totalmente diferentes) , loable son los matices , pero, creo que mejoraría, si , simplemente se centrara en cocinar, en explotar sus recursos , llevarlos al limite . Y entonces, todo lo demás, lo que acompaña a la cocina, surgiría por si solo. Aquí existe un potencial tremendo , pero me parece que los esfuerzos no llegan a cumplir el objetivo. Y es una pena. Insisto en que es una pena , porque , si se olvidaran de lo superfluo y fueran al centro del asunto , la cocina explotaría , seguro que explotaría, y trasmitiría ilusión, alegría y motivación a la sala , que , y espero que sólo sea una impresión ,, anda algo falta de eso.
Quizas si esa tremenda personalidad que se destila y que se aprecia se une para lograr un solo objetivo y no más, el resto vendrá solo. Eso le permitiría rotar mas veces el menú y , por tanto , dar mas oportunidades a quien lo visita
En cualquier caso, insisito que hay madera para una hoguera infinitamente mas grande.
No puntúo RPC porque no pague yo

Acudí al restaurante por recomendación de unos amigos y obtuve la gran satisfacción por encontrarme con lo que esperaba. Acogedor, con un magnífico trato y una comida excelente con un enfoque contemporaneo y buenas materias primas.Si te gusta que te sorprendan y comes de todo, es el sitio ideal, una de las grandes opciones y alternativas gastronomicas de Valencia.

Cena un viernes noche en Samsha, a las 23h. El servicio muy bien; el vino escogido casi excelente, "Dominio de Tares" del Bierzo.
Los platos decepcionaron un poco más; los entrantes y "salientes" bastante flojos, así como los postres - donde intentaron innovar para conseguir sólo sabores ramplones.
Sin embargo los platos de carne y pescado (corbina) bastante buenos.

La relación calidad precio algo baja la verdad, aunque no demasiado.

Iba con unas expectativas muy altas a este restaurante después de escuchar muy buenos comentarios sobre él. La cocina a la altura de lo esperado pero para mi opinión le faltó al menú o otro entrante o un plato principal más contundente.

Entrantes

Papas arrugás crujientes con mojo picón
y carbón de sésamo negro…y pan de mantequilla con sésamo y guindilla (Excelente plato)

ó

Cintas de zanahoria y calabaza, yema con soja y soda de albahaca con quinoa…y pan de salsa de soja (Excelente presentación pero le faltaba sabor)

Plato principal:

Foie de atún con dos texturas de cerezas
y sus huesos …y pan de hierbabuena y almendras (Presentación una vez más magnífica pero para ser un plato principal excesivamente pequeño).

ó

Costilla de buey Wagyu con caldo de setas
y ñoquis de yucca …y pan de aceite de carbón (Me encantó este plato pero vuelvo a decir lomismo que en el otro plato principal, excesivamente pequeño)

Postre

Arroz glutinoso con leche de coco, mango crujiente y helado de mango
…pan de yogur y coco (Correcto aunque la combinación de sabores no me acabó de gustar)

ó

Paquetitos transparentes rellenos de gianduja de nuez de macadamia, crumble de miel, bizcocho de chocolate y helado de leche…y scone de chocolate y arándanos (ME ENCANTÓ)

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar