No es la primera vez que voy a este restaurante, siempre me gustó, pero lo de la Noche de Fin de Año, fue espectacular.
Los diversos platos, lo máximo en presentación y sabor.
La bebida muy bien seleccionada.
El servicio perfecto, por su simpatía, rapidez y puesta en escena adecuada a la noche.

Calido local,muy luminoso.Pedimos el menu del dia,un entrante un primero y un postre a elegir todo entre dos platos,mas un aperitivo de la casa.
Buena materia prima,elaboracion y presentacion.Solo un pero de los platos que probamos,la salsa de curri de los ravioli demasiado potente para lo delicado de los mismos.
Cintas de dorada en frio muy buenas,mucho sabor.Los postres sorprendentes,el carajillo delicioso,para golosos.Los peta-zeta divertidos.
Excelente la R.C.P de este menu.

Segunda visita a este restaurante después de quedar encantados con la primera.
Nada fué igual:sabores totalmente artificiales, se notaba en cada bocado los purés de fruta concentrada y ultracongelada, además de aparecer en cada plato.Deberían dejar un poquito de lado los experimentos con polvitos que lo único que dan es apariencia y centrarse más en usar un buen producto y elaborarlo de una manera más natural.Carta de vinos moderna, interesante y a buen precio.

Local con decoración "curiosa" pero con un ambiente muy agradable. Buena separación entre las mesas. Me gustó la vajilla, cristalería y cubertería. En cuanto a la comida pedimos el menú de mediodía ( 16 euros).Tomamos vieiras en tempura, muy buenas, y carvallo y pintada, ambos muy bien cocinados y presentados.Los postres frescos, ligeros y agradables ( no es lo que me interesa de una comida y la mayoría de las veces prescindo de ellos).Servicio muy atento y profesional. Carta de vinos corta. Bebimos un Palacio de Bornos Verdejo 2006.
Excelente RCP.

Lugar interesante, como otros que con gente joven al frente van apareciendo.
Decoración simple y discutible. Buen nivel de ruido, quizás por la situación de las mesas, lo que permite algo de intimidad ’auditiva’
Cocina interesante. Buen cochinillo y estupendo ajo blanco.
Carta de vino algo corta.
Puede ir a mas este lugar, habra que seguirlo y seguir buscando

Como ya se ha dicho anteriormente restaurante con decoracion mezcla de minimalista y de los "sesenta". Buena separacion de mesas y entorno agradable con sillas comodas. Tomamos el menu degustacion (36 €) y en general el resultado fue satisfactorio. Muy buena presentacion de platos con combinacion adecuada de sabores ala vez que original. Para mi destaco el foie y los rollitos de wan tan. El salmon con aromas de cafe tal vez peco de un poco de falta de sabor. Postres muy originales. Ademas tiene detalles como las variedades de sal o de azucares que no son muy frecuentes en restaurantes de su precio.
Carta de vinos para mi gusto algo corta pero con buen precio. Buen servicio en general, atento y muy servicial.
Para mi un restaurante recomendable

Nuevo restaurante de cocina de autor que aunque bien ejecutada,le falta ese punto de sabor que te haga enamorarte de los platos,aun asi he de decir que el cochinillo es expectacular,el mejor que jamas he probado,la presentacion es estupenda y el servicio amable aunque algo distante,necesitan coger ritmo,nosotros tardamos dos horas y media en cenar.
deberian hacer algo con la luz,llega un momento en que todo se ve naranja y es bastante extresante.
Volveremos en un tiempo a ver como evolucionan

Local setentero,pero armonico

menu degustacion sorprendente,con una fantastica puesta en escena

servicio muy amable y atento

buena r.c p

No suelo poner comentarios de restaurantes, por ser del sector, pero cuando alguien te ofrece ese punto de más, eso que no esta en la carta y que solo se consigue con detalles, puntos de cocción, sonrisa, servicio, creatividad... Me quito el sombrero y le doy las gracias por una agradable velada.
No entro en detalles de la cena, pq coincido bastante con lo escrito anteriormente, tomamos el menú degustación, vi de gel de Gramona, Manzanilla Tío Pepe y un rosado de Navarra (Inurrieta).
Como sugerencia, nos hubiese gustado que el menú fuese maridado por copas de vinos diferentes, pero insisto, la cena fue fantástica.

Interesante propuesta la de este restaurante, que he conocido gracias a los comentarios positivos de esta sección. Decoración minimalista y un tanto chillona, con buena separación entre mesas. Aún así, cuando el local está lleno se oyen bastante las conversaciones. Fuimos a cenar y pedimos el menú degustación (36 euros + IVA) acompañado de un albariño (creo que era el Pazo de Señorans 2005). La carta de vinos no es muy amplia pero está equilibrada y con precios razonables. Servicio de sala atento y profesional aunque quizás algo lento (deberian ofrecer algo en la espera inicial). El menú es un buen ejercicio de cocina creativa, donde cada plato se acompaña con un panecillo diferente (incluso el postre!). La impresión global fue positiva y repetiré, dada su buena relación calidad/experiencia-precio (51 euros por persona).