Y disfrutar con una cocina elaborada y con sabor.
Al igual que con la calidez con la que te encuentras en este local tanto por el mismo, como por el trato con el que dispensan al cliente.
Un local que no baja en calidad,solo se le podria pedir una mayor movilidad en los platos tanto en la carta como en los menus.
Sigue siendo un buen detalle el de maridar cada plato con un pan distinto.
Pedimos un menu degustacion y solicitamos uno vegetariano, ambos tuvieron una gran calidad, el vegetariano era sensacional.
Platos muy mimados y con una presentacion sublime.
Originales los petit fours con los cafes.
Habia estado de cena hace más de un año, con sensaciones muy positivas, y hoy he vuelto para una comida de trabajo. Hemos optado por el menú de mediodía (20,33€, iva incl.) que incluye unos sugerentes entrantes y luego un primero, segundo y postre. En los tres platos hay dos opciones para elegir. Interesantes los entrantes de bienvenida, muy buenas las mollejas de cordero y excelente el Sashimi de atún con sopa de bonito y tallarín de mango. Postres también muy correctos. Cada plato (incluyendo el postre) acompañado con un pan diferente. Buenas presentaciones y muy buenos puntos de cocción. En el apartado de vinos, la carta es limitada pero equilibrada. Copas correctas. Hemos elegido un Enrique Mendoza chardonnay 2007 (13,90€)
En definitiva, una oferta muy interesante de cocina creativa, en un entorno con personalidad propia (decoración pop que no deja indiferente) y en una zona ideal para ir luego de copas o para ir al cine. Servicio de sala muy amable y correcto. Muy buena relación calidad-precio. Invita a volver.
Restaurante muy interesante y recomendable.
Cocina creativa, presentaciones y elaboraciones audaces. El menú degustación muy completo y en general bastante bueno. Detalle muy a valorar es el hecho de que te den un pan diferente con cada plato.
El local un poco frio para mi gusto, muy luminoso.
En cualquier caso, lugar para repetir.
Sábado por la noche y pocas mesas cenando, me resultó curioso y más cuando acabé de cenar puesto que me resultó un restaurante extraordinario. Local con un bonito diseño aunque excesivamente iluminado para mi gusto. Cocina de vanguardia de calidad, quizás uno de los restaurantes de Valencia donde la elaboración de la comida más me ha sorprendido, platos muy trabajados y con muchos componentes. Menú degustación muy amplio y con varios aperitivos, 2 entrantes, pescado, carne, prepostre, postre y petit fours (que por cierto fueron espectaculares) todo esto por 38 euros!!! increible precio para lo que ofrecen. Cada plato se sirve con un pan distinto (de albahaca, de cheddar...), hasta el postre!. Muy recomendable.
Una buena R.C.P
Local muy agradable, trato profesional.
Optamos por el menu degustacion, un menu largo culminado con un pre postre y un postre. Elaboraciones actualizadas y buenas presentaciones.Los puntos de los platos mas que aceptables.Muy curiosa la version de la escalibada con su pan de patata asada.
Mantienen un menu de mediodia de escandalo. Muy buena la opcion de maridar cada plato con un pan distinto.
Precios de los vinos comedidos.
Es un lugar de cocina moderna, experimental. No soy demasiado aficionado a este tipo de comida pero de vez en cuando hay que probarla. Emplean mucho el uso de helados que da un toque intrigante. Fui con un amigo y nos tomamos dos menus. Sería una futilidad intentar recordar que tomamos porque era bastante complicado, pero eso sí, el dueño/camarero explicó detalladamente cada plato con su entrega.
Con la comida nos bebimos un Megala 2005 que fue excelente.
Me gustó el detalle de servir un pan casero particular para cada plato. Por lo que comimos y teniendo en cuenta su elaboración, estuvo bien de precio. El postre fue espectacular; un brownie con un helado de frutas que venía envuelto en un vaso con humo dentro! Mmmmmmm.
Para devoradores, quizá no sea el sitio adecuado pues las raciones son pequeñas (como toda cocina moderna). Yo no me quedo con hambre nunca porque como más despacio en este tipo de sitios y con el vino y una pequeña pausa antes del café, y salí lleno.
El precio incluye el vino....Megala a 18 euros. Los vinos estaban bien de precio.
Un dijous d'abans de falles,el menu del dia estaba molt bó, destaca el maridatge de pans que trauen en cada plat incluit un pa dolç per al postre i tots el tipus de sucre que trauen amb el café.Un lloc ample i bastant agradable. Tornarem.
He ido en varias ocasiones a este restaurante. local de decoracion minimalista. servicio correcto. menu degustacion tambien correcto, si vas a carta tiempo de espera entre platos excesivo. cristaleria y cuberteria adecuado. el menu degustacion consta de dos pre-entrantes, dos entrantes, primero, segundo, pre-postre y postre. la comida recomendable. en la carta de vinos aparecen varias referencias valencianas. RCP ajustada, 50€ persona. nota: cada plato se acompaña de una variedad de pan distinto para potenciar los sabores del mismo. recomendable
Fuimos ayer a cenar alentados por los comentarios. La verdad es que el local nos gustó mucho. La decoración es tipo años 60 con un toque de modernidad. El recibimiento y el trato muy agradable,sin agobiar. Cristalería, cubertería y vajilla muy acertada. Pedimos el menú degustación: muy trabajado, con sabores, texturas y presentaciones muy originales. Servicio de pan distinto para cada plato. Muy buena RCP (1 martini,2 aperitivos, dos entrantes, un plato de carne y uno de pescado, prepostre, postre, vino - Palacio de Bornos, verdejo con algo diferente -, café y 2 Tokajis: 112 euros para dos personas). El local es para fumadores, pero como no estaba lleno, no agobiaba (un detalle: al reservar por teléfono y decir que no éramos fumadores, se encargaro de buscarnos una mesa algo apartada del resto. Se agradece). En resumen, volveremos.
Viernes noche. Aforo al 50%. Mesas bien separadas, no demasiado ruido pero ay, se permite fumar (para mí eso es malo). Decoración horrible para mi gusto, pero bueno, vale. Cubertería fashion pero funcional, mantelería bien, cristalería de puta madre, vajilla que recuerda a la de El Poblet (es decir: OK, muy bien). A lo que importa. Menú degustación: 2 entrantes, pescado, carne, postre 38+IVA. Pero hay que sumarle 2 aperitivos, 1 prepostre y unos petit fours. Destaco: los entrantes, de altísima calidad y muy, muy originales (sobre todo las cintas de dorada frías con vinagreta, frambuesa y flores, pero también el queso camembert con helado de limón y salsa de albaricoque, ¡uf!), el postre principal (esponja de manzana con bolitas de yogur y helado de... no recuerdo, pero no era chocolate) y los petit fours. El pescado algo fallido (juliola con panceta y salsa teriyaki: no es el primero que lo intenta), y la carne muy buena pero chirriaba en el conjunto (lomo alto de buey con salsa de boletus, patatas violetas). Genial el detalle de maridar cada plato con un tipo de pan. Atención muy buena pero pelín mejorable. Carta de vinos corta pero bien servidos. Cocinero con futuro. Y nosotros tres, contentísimos en conjunto. Con cervezas (tienen cierta variedad), un vino y copas de Casta Diva dulce, 55/pax. Volveremos.
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