En España ingerimos el doble de sal recomendado por la OMS

57 respuestas
    #1
    Abreunvinito

    En España ingerimos el doble de sal recomendado por la OMS

    Aunque el consumo de sal es necesario, los españoles ingerimos una media de 10 gramos diarios, el doble del máximo recomendado por la OMS. Además, muchas veces, la población no es consciente, ya que hay alimentos que ya de por sí llevan sal incorporada

                                

    La Sociedad Española de Hipertensión no pasa por alto que el consumo de sal medio en España (10 gramos) es el doble de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (5 gramos). 

    Así, informa de que la mayor parte del sodio que ingerimos se encuentra en los alimentos naturales, y en los transformados por la adición específica de sal o por la de aditivos que contienen sodio. Por eso alertan de que el exceso de sal no se puede eliminar por los riñones, se acumula en la sangre atrayendo el agua e incrementando el volumen de sangre circulante. Esto provoca que el corazón necesite trabajar más fuerte para mover la sangre y se eleve la presión produciendo hipertensión arterial.

    En el caso de los niños, además, la cantidad recomendada es inferior, siendo de 3 gramos por día en niños menores de 7 años y de 4 gramos en niños con edades comprendidas entre los 7 y 10 años, según los expertos. 

    Por ello, recomiendan comprobar cuánta sal contienen antes de comprarlos, para lo que basta con multiplicar por 2,5 la cantidad de sodio que se indique en la etiqueta para conocer los gramos de sal que ingerimos con ese alimento. Además, anima a los ciudadanos a incrementar en su dieta la ingesta de productos vegetales frescos, “ya que contienen menos sal, menor cantidad de grasas saturadas y mayor cantidad de potasio, exponente básico de la dieta cardiosaludable”. 

    Otros consejos para mantener la sal a raya serían no añadir sal al plato cuando ya esté terminado e intentar sustituirla por otras especias que le den sabor. Para reducir el nivel de sal que consumimos, también aconseja lavar las conservas vegetales y legumbres antes de utilizarlas y en los restaurantes, pedir que nos sirvan la salsa separada del plato, para sólo añadir la cantidad deseada.

    “Aunque el consumo de sal es necesario para nuestro cuerpo, un exceso de sal es altamente perjudicial para nuestra presión arterial”

    ¿O es que sois de los que se ponen sal en el plato antes de probarlo? De los que le gusta la comida "sentidita de sal para que potencie los sabores".

    Ya me direis.

    #2
    Otilio Haro
    en respuesta a Abreunvinito

    Re: Doble de sal

    Ver mensaje de Abreunvinito

    Si la comida la hago yo, que suele ser lo normal en casa, me mido mucho. Las críticas vienen a veces de mi hijo mayor y de mi mujer, son muy "salaos" ellos... Efectivamente, hay muchos productos que ya llevan un alto contenido, y si luego te pasas, te tiras bebiendo agua todo el día. Al menos a mi me ocurre. 

    Saludos

    Un hombre ha de tener vicios, a ser posible de categoría, o cuando llega a la vejez no tiene de qué redimirse.

    #4
    Otilio Haro
    en respuesta a Abreunvinito

    Re: Doble de sal

    Ver mensaje de Abreunvinito

    ¡Yo! Hace mucho que no pongo sal a la ensalada. Sólo AOVE y vinagre. Te aseguro que no la echo de menos. Sin embargo al tomate al plato, sí le pongo escamada. 

    Un hombre ha de tener vicios, a ser posible de categoría, o cuando llega a la vejez no tiene de qué redimirse.

    #5
    Gomez
    en respuesta a Abreunvinito

    Re: Doble de sal

    Ver mensaje de Abreunvinito

    No aguanto la comida subida de sal.
    Yo suelo hilar fino con el punto de sal y ocasionalmente tenemos que añadir sal a toro pasado,cosa que prefiero para no andar bebiendo agua todo el día.

    También suelo meter bastantes hierbas y especias para sustituir un poco el exceso de sal.
    Uno de los alimentos que no suelo poner nada a casi nada de sal son los pescados,especialmente a la plancha.Solo el pescado se sobra para quedar sabroso.

    #6
    Picual
    en respuesta a Abreunvinito

    Re: Doble de sal

    Ver mensaje de Abreunvinito

    Yo pertenecía a esos grupos, los de mejor salado que soso, todo "sabroso", afortunadamente ahora puedo considerarme un "ex". He sustituido la sal por otras especias, a las ensaladas y tomates les pongo extra de pimienta y de aove.
    Mano de santo para regular la tensión arterial.
    Con el azúcar ni os cuento.

    El problema se presenta al hacer la compra, todo tiene sal, azúcar y/o grasas "vegetales".

    Gracias por este apunte saludable.
    Sal-udos.

    #9
    Abreunvinito
    en respuesta a Gomez

    Re: Doble de sal

    Ver mensaje de Gomez

    El recurso de sazonar con hierbas es muy bueno. Pero ojo con la soja y lo que sala.

    Lo másdificil para ir es conseguir el punto de sal correcto en los guisos y en especial en los arroces porque luego el arroz es mucho más dificil corregir de sal que en otros platos.

    A la plancha mejor no poner sal hasta tenerlo en el plato para que no se "lleve" parte de sus jugos y se deshidrate encima de la plancha.

    Saludos

    #11
    Picual
    en respuesta a Abreunvinito

    Re: Doble de sal

    Ver mensaje de Abreunvinito

    Yo me estoy convirtiendo en un bicho raro, me leo hasta los números de teléfono de los supermercados, más de una vez he cambiado sobre la marcha mi intención de compra después de leer el etiquetado de los productos.

    #13
    Rafa72

    Re: Doble de sal

    Lo siento pero yo voy a ser la voz discordante en este hilo. Reconozco que soy un tío bastante "salao", me gustan casi todos los alimentos que llevan abundante sal como el jamón serrano (si es ibérico mejor), las anchoas y resto de encurtidos, las aceitunas y variantes, etc. Evidentemente se detectar cuando a un cocinero se le ha ido la mano en un plato con la sal, pero siempre si tengo que elegir prefiero que pequen por exceso que por defecto. Eso me viene seguramente de mis muchos años de comidas familiares donde tanto mi madre primero como mi hermana después que tomo el testigo al timón de los fogones familiares pecaban siempre de hacer la comida tirando a insípida y sosa (lo que hoy llamamos "comida de hospital") y nunca se les iba un poco la mano con la sal ni por casualidad. Si, lo reconozco, en este sentido soy un pecador y un mal ejemplo para la OMS, pero a mis 43 años todavía mantengo mi presión arterial a raya y hace ya tiempo que entre la diatriba entre vida sana y vida placentera elegí la segunda. Yo lo tengo claro prefiero vivir 65 años a gusto, que 95 mortificándome en vida y privándome de todos aquellos placeres de la vida que me gustan, y uno de esos es la sal en las comidas. No pretendo convencer a nadie pero tampoco me gusta que me traten de adoctrinar con postulados con los que no comulgo. Un saludo.

    #14
    Otilio Haro
    en respuesta a Rafa72

    Re: Doble de sal

    Ver mensaje de Rafa72

    Pues nada, a por esos 22 años que te quedan de vida ;-)  Rafa, Rafa, Rafa... no hace falta que saques la bandera de la sal, hombre. Todos esos manjares que citas también los como(emos). El tema es que a veces la añadimos sin hacer falta, es acostumbrarse en cierto modo. Al final descubres que muchas preparaciones no necesitan tanta, sólo eso. También sé cuando me ha quedado soso algo, no fastidies. Y con el azúcar lo mismo, hoy por hoy no le pongo ni al café solo. 

    Un saludo salao ¡salao!

    Un hombre ha de tener vicios, a ser posible de categoría, o cuando llega a la vejez no tiene de qué redimirse.

    #15
    Rafa72
    en respuesta a Otilio Haro

    Re: Doble de sal

    Ver mensaje de Otilio Haro

    Hola "Otilio" en general puedo estar de acuerdo contigo en casi todo. Yo tampoco soy de los que le pone sal a los platos que me traen en un restaurante sin antes probarlos y sé que determinadas preparaciones no necesitan de un aporte de sal extra, que me tire lo "salado" no quiere decir que no tenga el paladar bien entrenado. Respecto al azúcar, ahí si podemos estar más de acuerdo, no me tira mucho lo dulce, soy esa rara especie humana que cuando entra en un horno se va directamente a la ínfima parte de salado que suelen tener que no suele ir más allá de unas tristes empanadillas y poco más, así que imagínate. Ahora bien, al café le sigo poniendo azúcar, no he llegado aún a esos extremos de abstinencia azucarera. Un saludo.

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