¿Por qué con cava sólo se come en Cataluña?

A raíz de la cena de sobaquillo del Encuentro, en que Francescf trajo una botella de cava semiseco para el postre (excelente en mi opinión), he andado cavilando sobre los motivos por los que con cava sólo se come en Cataluña (siempre hay excepciones claro) y en el resto de España se utiliza para los brindis y con un consumo en descenso.
Esta son mis reflexiones:
En un primer momento Francia restringe el uso del término “champagne” para los espumosos elaborados en la región del mismo nombre. En un segundo prohibe incluso la referencia “método champenoise”.
Los elaboradores de espumoso de nuestro país, mayoritariamente catalanes, usan el término cava, y comienzan a elaborar un vino diferenciado del champagne tradicional, con menor cantidad de licor de expedición, y así cada vez más se introducen en el consumo los brut, brut-nature, extra-brut, brutísimo,…
Los tradicionales secos, semiseco y dulce se catalogan en una segunda fila y su consumo comienza a descender hasta prácticamente desaparecer.
¿Por qué van a ser de peor calidad si son el mismo vino pero con menos licor de expedición?.
El consumidor bebe un cava que le dicen de mejor calidad, pero que en su paladar marida peor con el postre.
Resultado: descorcha, hace chin-chin, bebe un sorbito y lo deja.
Sólo en Cataluña, donde hay una tradición mucho mayor de consumo, el cava acompaña toda la comida, aunque con mucha frecuencia se bebe con los platos salados y al llegar el postre se pasa al vino dulce.
Pienso que éste es uno de los motivos por el que el consumo de cava se ha estancado.
¿Estáis de acuerdo con estas reflexiones?. Hagan juego.