Cata Vertical de Vega Sicilia

CATA VERTICAL DE VEGA SICILIA “ÚNICO”

Restaurante El Carmen de Montesión

7 de Noviembre de 2015

Por fin llegó el gran día… preparar una cata de estas características con el que es sin duda el gran mito del vino español no es fácil. Por disponibilidad (no es cosa de un día conseguir botellas viejas, especialmente de ciertas añadas), por coste (relacionado con el punto anterior) y por la alta exigencia gastronómica de vinos así, se necesita una propuesta gastronómica de altura que no desentone.

Esto último lo conseguimos (y debo decir que sobradamente) en El Carmen de Montesión, donde el gran Iván Cerdeño, gran amigo ya y entusiasta de estos saraos que montamos, se crece y ofrece lo mejor “aunque cada día se lo ponemos más difícil”. Por fechas y características de los vinos, diseñamos un menú centrado en la caza y las setas sencillamente antológico. Pero juzguen por ustedes mismos…

En fin, un tremendo festín que se acompañó además con todo tipo de facilidades para poder desarrollar una cata tan compleja como esta. Acudí al restaurante unas tres horas antes para abrir las botellas y darlas tiempo y taparlas convenientemente, porque esta vez hicimos la cata a ciegas.

De nuevo, una labor ingente de preparación que incluyó el tener a nuestra disposición unas 120 copas, 8 decantadores, … de nuevo, una imagen vale más que mil palabras:

No se puede pedir más: alta satisfacción gastronómica con un equipo entero entregado que te hace sentir como en casa. GRACIAS a Iván y a todo su equipo!

Pero vamos al tema de los vinos, que también hay mucha tela que cortar aquí. Para abrir boca y acompañar el tremendo pase de entrantes que nos propuso Iván (cuando terminan estos “aperitivos” ya llevas hora y pico comiendo) bebimos un champagne Duval Leroy Special Edition Paris Brut en magnum y un par de botellas de fino jerezano Cándido de Marqués del Mérito (años 70), sin duda un buen comienzo.

Entre medias, y también a ciegas, apareció un Bourgogne Aligoté 2009 de Leroy, rico y fresco, fenomenal para prepararnos para lo que venía.

Como decía antes, esta vez hicimos la cata a ciegas y agrupando las botellas en pases de a dos, es decir, dos botellas por pase, aunque como teníamos una copa por vino, los vinos se mantuvieron hasta el final, pudiendo recatar, lo cual es siempre muy recomendable con los vinos viejos y más con estos Vega.

VEGA SICILIA “TINTO VALBUENA” Banda Azul 3er. año (años 50/60)

Esta botella ya había pasado su mejor momento. Tanto el nivel, como el estado exterior eran muy buenos, por lo que más que un problema de conservación diríamos que es que este vino criado tres años no ha dado más de sí (hace poco probamos uno del 77 espléndido pero no sobrado de fuerzas).

Preciosa botella de grueso vidrio verde, pesada. Notas de cierta suciedad en nariz (agua estancada), notas de volátil, color marronoso y tacto denso, notas de regaliz negro, monte bajo.

Boca deslavazada, con acidez pero sin materia que realzar. Una pena; como digo, creo que es apuesta arriesgada comprar este tercer año tan viejo, apostaremos por los de mediados de los 70 en adelante.

No puntúo.

VEGA SICILIA “ÚNICO” GRAN RESERVA 1941

14.840 botellas.

Color rubí con destellos marronosos, capa muy baja, ribete atejado, brillante, con lágrima densa.

Nariz muy reducida de inicio, necesita mucho aire. Se percibe mucha madurez, tonos animales, notas de caramelo quemado, sotobosque, cueros viejos, con leves dejes de fruta licorosa al fondo.

En boca es ligero, redondo y muy elegante, ya da síntomas de cansancio, aunque su fina acidez y la complejidad propia de estos viejunos de raza hacen que siga disfrutable y placentero aunque le falte ya punch. Notas almizcladas, cuero y madera vieja, apuntes terrosos muy leves y fruta licorosa dulce. Final un punto cálido de persistencia media.

Un vino intermitente, disfrutable, complejo organolépticamente, pero suspendido en un hilo: parece a ratos que se va a caer y de repente emerge como el ave fénix, ráfagas de carácter.

[9.2]

VEGA SICILIA “ÚNICO” GRAN RESERVA 1957

25.500 botellas. Tinto fino, cabernet sauvignon y malbec

Color rubí anaranjado con destellos marrón claro, capa media, con ribete teja, limpio.

Nariz muy abierta de inicio, complejísima, da sensación de vino grande desde el principio, con esas notas animales muy “puras”, nada sucias, que tanto nos gustan, apuntes terrosos, hierbas aromáticas, fruta roja en licor, tabaco y un fondo muy levemente especiado. Y todo esto resulta en un conjunto elegantísimo, que realmente sorprende e impresiona. Una maravilla.

En boca sigue por los mismos derroteros; complejo, muy profundo, con un equilibrio y una finura espectaculares, aterciopelado, con una acidez perfecta, va dejando un rastro de fruta roja y finas especias (vainilla, pimienta blanca) para rematar en un final pleno y larguísimo.

Un vinazo en toda regla, sutil, envolvente, esto es la “finesse” en un vino.

[9.8]

VEGA SICILIA “ÚNICO” GRAN RESERVA 1962

87.600 botellas de 75cl más 2.200 magnum. 70% de tinto fino, 20% de cabernet sauvignon, 10% de merlot.

Color rojo cereza de capa media-alta, sin apenas evolución en el amplio ribete, muy levemente atejado; aparece tremendamente limpio y brillante e increíblemente joven para tener más de 50 años. De hecho, al ser catado a ciegas, muchos se inclinaron a pensar que era el 90.

Nariz franca, limpia y de gran intensidad: rosas, cerezas con un punto ácido, frutos secos, caja de habanos, cuero de calidad, todo ribeteado por una gran trama mineral. Cambiante, espectacular, una fragancia en la copa.

En boca marca rápido ese ramalazo de juventud, y deja aún entrever unos taninos sedosos de inmensa calidad y una acidez excelsa, que parece que no está pero si, con un perfil aún muy frutal para su edad (frambuesa, ciruela, cereza), cacao, dejes terrosos, cedro. Final larguísimo de gran persistencia, que deja un regusto a fruta ligeramente licorosa y especias.

Si el 57 representaba la finura, este sin dejar de serlo, podría ser la voluptuosidad. Un vino que está en plena forma, parece que el tiempo se ha detenido y evoluciona muy, muy despacio. Apuesta segura: grandísimo vino que aún está en evolución.

[9.8]

 

VEGA SICILIA “ÚNICO” GRAN RESERVA 1976

37.000 botellas de 75cl más 1.500 magnum. 60% de tinto fino, 25% de cabernet sauvignon, 13% de merlot, 2% de malbec y albillo.

Color rubí con reflejos picota y marrones, ribete cobrizo. Limpio aunque sin mucho brillo.

Nariz reducida de inicio, aparecen notas de pedernal y caramelo quemado, que se van limpiando con el tiempo para dar un perfil clásico y muy maduro, con fruta levemente reducida y dulce, hierbas de monte, cuero y notas ahumadas.

En boca mantiene esa impronta de elegancia y el tacto aterciopelado de los anteriores, aunque esta botella muestra una fruta más compotada, junto a notas de chocolate negro, setas, especias dulces, piñones y un toque balsámico no percibido en las botellas anteriores. Final largo y especiado.

Salió en pareja junto con al enorme 57, siendo el dúo de mayor nivel de la sesión, si bien seguramente lo ensombreció ligeramente. Un gran vino, pleno y maduro, que parece estar en un gran momento de consumo. A juzgar por esta botella, no parece que vaya a ir a más, aunque seguirá en forma unos cuantos años.

[9.5]

VEGA SICILIA “ÚNICO” GRAN RESERVA 1981

77.092 botellas de 75cl más 2.000 magnum y 52 doble magnum. 65% de tinto fino, 20% de cabernet sauvignon, 15% de malbec y merlot.

Bonito color cereza claro, con reflejos picotas y anaranjados, limpio y brillante, con un fino ribete con muy poca evolución, algún débil destello atejado tan solo.

La nariz ya nos descuadra un poco: otras botellas se habían mostrado juveniles, potentes, con esos aromas florales delicados tan típicos. Sin embargo a esta le cuesta desperezarse, y empieza a dar de si muy poco a poco, aunque no llega a perder del todo un muy fino deje dulzón y oxidativo. Aun así, es complejo y fino, con notas ahumadas y especiadas, hierbas de monte (enebro, romero), chocolate, tierra húmeda y especias.

Mejora en boca, donde se muestra terso y muy sólido, con una buena acidez y un tanino que aún asoma pero sin desentonar, con bastante peso frutal aún, especias (clavo, pimienta negra), finos cueros, toques cremosos y de chocolate amargo. Final persistente, levemente amargoso.

Quizá un poco la pequeña “decepción” de la cata, pues aun siendo un vino de un nivel vedado para muchos, de esta añada esperábamos (y en este caso por experiencia propia) mucho más. Aparte, claro está, de que en esta cata encontró oponentes de mucho nivel.

[9.3]

VEGA SICILIA “ÚNICO” GRAN RESERVA 1990

109.548 botellas de 75cl más 2.653 magnum y 150 doble magnum. 80% de tinto fino, 20% de cabernet sauvignon.

Color cereza con reflejos rojizos y granates, limpio aunque sin mucho brillo, con ribete aún rubí. La mayoría pensaron que se trataba del 81.

La nariz se muestra distraída, no está sucia o reducida, pero no despega (cierto que fue servido en primer lugar). Fue de los que más evolucionó a lo largo de la cata, aunque sin llegar al nivel de complejidad del grupo de cabeza. Especias picantes”, notas de madera (cedro), tarta de frutos rojos, algún apunte herbáceo y mineral.

En boca es muestra firme, con un tacto graso y una acidez que no despunta; se percibe una fina trama tánica y unos tostados de la madera más presentes de lo habitual, un perfil más moderno de lo que acostumbra la casa. Concentrado, con peso frutal y un buen final especiado y ligeramente amargoso.

Un muy buen vino pero que, al menos de momento y en el punto en el que está, no forma parte de las añadas grandes de Vega Sicilia. No está desde luego cansado, así que lo ideal sería volver a probarlo dentro de unos años y ver hacia dónde va (si es que se mueve).

[9.2]

VEGA SICILIA “ÚNICO” GRAN RESERVA 1994

96.280 botellas de 75cl, más 2.196 magnum y 150 doble magnum. 85% de tinto fino, 15% de cabernet sauvignon.

Color picota bastante oscuro, de capa media-alta, con un ribete estrecho y ligeramente más claro pero sin rastro de ocres o tejas. Muy limpio y tremendamente brillante, muy bonito.

Nariz de alta intensidad, compleja, potente: armario de especias (pimienta, clavo, nuez moscada), fruta negra en sazón (mora, arándanos), un ligero toque de caza y setas, regaliz negro, tabaco,… Se mantiene en esa altísima escala de complejidad e intensidad durante las muchas horas que duró la comida, sin decaer ni un milímetro.

En boca muestra sus poderes: amplio, potente, pero sin perder las señas de identidad de la casa, la elegancia y ese tacto aterciopelado fascinante en un vino tan opulento. Repite lo percibido en nariz punto por punto (fruta negra, especias, tabaco), apareciendo trazas minerales (grafito) y un punto anisado. Final larguísimo de enorme persistencia y sapidez.

Poderoso, señorial, parece indomable; este vino lleva tiempo avisando: es grande y tiene pinta de poder serlo aún más. A seguir muy de cerca, va a dar muchas (más) alegrías.

[9.7]

Rematamos la faena con un formidable Warre'sVintage Port 1975 que acompañó a las mil maravillas a los dos postres y los cafés con sus petit fours.

                                               EL PODIO

Hubo consenso general para escoger los tres mejores vinos de la sesión:

1º Vega Sicilia "Único" 1957

                       2º Vega Sicilia "Único"1962

                                             3º Vega Sicilia "Único" 1994

                                       CONCLUSIONES

Me permito escribir unas conclusiones personales, obtenidas no solo de esta cata, sino de los Vega Sicilia que he ido probando a lo largo de los últimos años. Evidentemente no he repetido botellas de muchas añadas, pero si he probado diferentes añadas de cada década. Ni puedo ni quiero “sentenciar”, simplemente dar mis impresiones y cómo me planteo la compra de una determinada botella, por si a sirve a alguien:

1º Vega Sicilia no hace los vinos más longevos de España, sin duda las bodegas riojanas tradicionales (Riscal, Murrieta, …) tienen mayor potencial de envejecimiento en años; pero posiblemente la elaboración del vino y ese coupage utilizado hacen que ese envejecimiento sea muy noble, de muchísima calidad, las partes se funden en un todo en el que no falta nada ni nada está en exceso: equilibrio.

2º Se pueden establecer unas diferencias claramente marcadas entre las diferentes décadas, y ciertos “patrones” de evolución del vino. Esto es obviamente una generalización pero puede dar pistas bastante certeras cuando nos planteemos comprar una determinada botella:

• Añadas desde la fundacional (1917?) hasta finales de los 40: en su declive o iniciando el descenso, vinos muy hechos y pulidos, sostenidos aún por su fina acidez y ese noble envejecer del que hablaba antes. Precios altos y riesgo altísimo.

• Años 50: vinos en un punto óptimo, maduros, aún con empuje, lógicamente muy terciarios y con unas notas animales (caza, sangre) y terrosas muy reconocibles. Las añadas 56,57 y 59 son perfectos exponentes. Riesgo medio-alto.

• Años 60: vinos elegantísimos, de un equilibrio asombroso, aún “jóvenes” y con fuelle para seguir otros tantos años orgullosos en pie. La terna de añadas pares 62, 64 y 68 es gloriosa, pero no hay que olvidar las otras añadas, incluso impares. Riesgo medio-bajo y precios disparatados (68 y 62 especialmente).

• Años 70: empieza con el deslumbrante 70, poderoso, en la línea de los grandes 60’s pero luego parecen virar a un estilo más etéreo, seguramente también por que son añadas más “flojas” en principio (72,73), quizá lo más interesante sea la terna 74-75-76. Vinos que han evolucionado muy bien, complejos y serios, pero que a excepción del 70, no parece que vayan a mejorar ya notablemente. Riesgo medio.

• Años 80: vinos aún en fase de desarrollo, llegando a la madurez, empieza con una par de pura sangres (81,82) y luego combina añadas más “flojas” (lo que aquí quiere decir muy buenos vinos pero no grandes) para rematar con un 89 que está en un momento interesantísimo y con mucho potencial. Riesgo bajo.

• Años 90: vinos que empiezan su evolución, con un estilo diferente, más “musculados”, más modernos, a los que habrá que seguir en próximos años a ver hacían donde caminan, pero no parece que se vayan a acercar al perfil de los 60’s. Sin embargo, hay un grandísimo 94 que puede dar mucho que hablar. Riesgo bajo-muy bajo.

3º Por precio, Vega Sicilia es una de las únicas (quizás la única) marca española que es objeto de falsificación ¡Cuidado! Se ven botellas magnum con etiquetas de botella normal, botellas con cápsulas que no son originales,…

4º Los precios son muy elevados y poder montar una cata de este tipo por un precio razonable requiere echarle tiempo y paciencia… pero si se puede, es una de esas cosas que hay que hacer al menos una vez en la vida (para los que nos gusta el vino, claro está).

Nosotros intentaremos hacer, al menos, otra.