Gran cata vertical GR 904 La Rioja Alta: un vino de asombrosa regularidad

Como ya hemos comentado en numerosas ocasiones, las catas verticales son para nosotros uno de los ejercicios más bonitos y didácticos que existen para poder disfrutar y evaluar un vino en su más justa medida. Si además nos encontramos ante un vino con mucha historia por detrás, entonces pueden convertirse en auténticos túneles del tiempo para poder viajar a tiempos pretéritos y a otras formas de elaborar y concebir lo que es la trayectoria de un vino. Una de esas catas tuvo lugar el pasado sábado, donde un grupo de amigos (algunos habituales de esta comunidad) nos justamos en el Restaurante El Padre para disfrutar de una gran cata vertical de todo un clásico, el Gran Reserva 904 de La Rioja Alta, en un viaje vinícola que nos llevó a través de 5 décadas distintas en 12 estaciones diferentes.

Como estamos ante un vino conocido por todos tampoco vamos a explicar mucho sobre su procedencia y elaboración, lo más destacable es la evolución en su método de vinificación a través de los tiempos, ya que hasta los primeros 80’s los vinos incluían un pequeño porcentaje de viura en la composición varietal, además de los habituales tempranillo y graciano e incluso algo de mazuelo y las crianzas se realizaban en tinos y maderas algo más viejas, en cuanto a los tiempos tampoco han variado tanto pues pasamos de los 5-7 años de esos 80’s para abajo, hasta los poco más de 4 actuales. Repasemos las botellas una a una:

GR 904 Cosecha 2001: limpio, primario, directo, frutal, portador de ese clasicismo inequívoco, elegante, estructurado. Sin duda el mejor de los “modernos”. Llegará lejos, ¿hasta dónde? Espero que podamos verlo. [9,1]

GR 904 Cosecha 2000: maduro, abierto, elegante, sin duda mucho más accesible que 2001 y portando el estilo inconfundible de la casa, no será un vino para décadas pero ahora se disfruta mucho. [8,8]

GR 904 Cosecha 1998: más cerrado en nariz y necesitado de aire, poderoso en boca con un tanino más rugoso, buena acidez y mucho carácter. Quizá el más complicado de los actuales, pero aportando una gran personalidad. [8,9]

GR 904 Cosecha 1997: muy clásico, humedades, cueros, bosque umbrío, con una acidez cortante y un paso más sutil y con buena longitud final. Un prototipo de vino fino de la zona, lleno de clasicismo. [8,7]

GR 904 Cosecha 1994: uno de los preferidos de la sesión, brutales su equilibrio y su armonía, enorme elegancia, frutal, mineral, especiado, con gran acidez y una perfecta redondez, para tomar ahora o guardar un tiempo. Grande. [9,4]

GR 904 Cosecha 1983: la sorpresa de la cata pues se trata de un año de menor nivel que 81/82, sin embargo estuvo fantástico, más abierto, profundo, con un precioso bouquet especiado, gran acidez en boca y mucha elegancia final. [9,3]

GR 904 Cosecha 1982: un gran año para este vino, gran redondez, proverbial elegancia, un vino para beber y beber, enormemente disfrutable. La colección de este año (890, 904, Ardanza) en la bodega es realmente genial. [9,4]

GR 904 Cosecha 1981: a priori esperábamos que fuera el mejor “ochentero”, sin embargo fue el más apagado aunque con gran calidad, trufa, humedades, especias, un paso por boca ligero y de gran acidez, largo y muy armónico. [9,1]

GR 904 Cosecha 1973: muy fiel a su año siendo un vino otoñal, hojarasca, tierra mojada, agua de lluvia, fresco y ligero en boca, con gran acidez dando la sensación de ser un vino con cuerda para rato y muy disfrutable ahora. [9,2]

GR 904 Cosecha 1970: espectacular botella, mucho mejor que la que disfrutamos hace unos meses, complejísimo en nariz con múltiples capas, soberbio en boca, pleno de viveza, gran acidez, tanino presente, una botella que hace honor a este gran vino. [9,5]

GR 904 Cosecha 1968: un vino lleno de finuras, sin ser el que más gustó lo cierto es que estuvo extraordinario por su equilibrio en todas sus facetas, complejo y distinguido en nariz y francamente elegante en boca, entre los destacables de la cata. [9,3]

GR 904 Cosecha 1964: la mejor añada de la historia volvió de nuevo a reinar con un vino absolutamente impecable porque lo tiene todo, potencia, elegancia, frescura, complejidad, longitud y prestancia. Botella de las que hacen época. El mejor de la cata y uno de los grandes del año. [9,8]

Marqués de Haro GR Cosecha 1970: finalizamos la cata con esta rareza de la misma bodega, de la que se embotellaron 10.000 mágnums, un estilo distinto, más bordelés, muy elegante, ganando con el aire, un vino de gran estilo, redondo y con pegada. [9,3]

Lo cierto es que tuvimos una gran suerte y todas las botellas salieron perfectas, sin defectos, cada una expresando su año y sus propias características, siendo lo más destacable la asombrosa regularidad de este vino pues apenas percibimos altibajos, es un vino realmente bueno en todos los años y hay muy pocas referencias que puedan presumir de ello, si además tenemos en cuenta el precio y la accesibilidad, nos encontramos sin duda ante una institución del vino riojano y español a lo largo de su historia.

Destacar igualmente el impecable trabajo de nuestros anfitriones David y Mario en la organización de la cata, la mesa, las copas, el ritmo y los platos con que amenizamos la velada ayudaron a que resultase algo memorable, comenzando por ese elegante Fino de Tradición y por esa sorpresiva Manzanilla Solear (botella de los años 70) que resultó soberbia, así como los inmejorables tomates “corazón de buey”, esos chipirones y mollejas al brandy, ese meloso ossobuco con spaghetti al pesto y la deliciosa lecha frita con salsa de pistacho. Y para finalizar, nueva clase maestra de coctelería a cargo de Mario, con licores de todo el planeta y una capacidad de crear en el momento fuera de lo común, en nuestro caso finalizamos con otro malta legendario, un Smith’s Glenlivet 1965 embotellado en 2005 tras 40 años de crianza. Oro líquido.

Dejamos alguna foto del evento, sin duda una de las mejores catas de un año en el que hemos tenido la fortuna de disfrutar de unas cuantas de primer nivel. Muchas gracias a todos los asistentes y en especial a los foreros Imperial y Maresme, sin su trabajo para la recopilación de los vinos esta cata no hubiera podido realizarse. Nosotros simplemente tenemos la fortuna de haberlo podido disfrutar y ahora contarlo. Una gran jornada.

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