Longevidad de Vinos blancos Españoles

Yo he probado el 234 de Enate, bastante bueno, pero creo que el otro chardonnay (el cual no he probado) debe ser mas longevo. Por alguna razón en México no hja alcanzado el nivel que merece.

Limonero...donde estas!!! contesta.

Tendremos que esperar unos años para probar esos vinos con algun tiempo, todos son de reciente elaboracion. Tengo guardadas dos botellas de As Sortes 2011, al O Soro no llego.

Si Pepe,esta claro que nos queda esperar.Yo a primeros de año llegue a probar el 2005 y estaba muy en forma,pero claro,de 8 años a 15 o 20....

Bueno, es un tema complicado pero algo hay, la viura riojana bien tratada es una uva con un gran potencial de guarda y digo bien tratada pues ahora hay algún vino que otro que no da el callo con el paso del tiempo. Lo mismo ocurre con la albariño en ciertos vinos con rendimientos bajos y crianzas largas en inox al estilo centroeuropeo, algún godello, algún xarel-lo del Penedés, en fin, no muchos ejemplos todavía, por desgracia y hablando de largas guardas (20 años o más), los mejores Riojas clásicos siguen siendo casi únicos.

Y por supuesto no nos olvidemos de finos y manzanillas, hablamos de vinos generosos y eso es otra historia, pero hace unos días pude probar una botella de los años 40 de un Fino Coquinero de Osborne y no te quiero ni contar….

Bien tratada, me imagino que te refieres a aspectos como la edad de la viña, su cuidado, bajos rendimientos, y luego a las crianzas que mencionas.
Y le los finos que mencionas, no me quiero imaginar...tendré que ir allá, pues a qui no se consiguen ni por asombro, y por desgracia el consumo del Jerez en general, hasta las marcas mas comunes como Tio Pepe y Fino La Ina, ha bajado considerablemente.

Un tema largo esto de lo de los vinos blancos españoles y su longevidad, y lleno de matices. En un país tan cálido como el nuestro siempre hubo dificultades en la elaboración y guarda del vino blanco seco del año, ya que éste se venía abajo a los pocos meses de ser elaborado y perdía sus cualidades. Esto explicaría en parte la amplísima diversidad de vinos dulces y fortificados a los que se podía echar mano en cualquier momento del año con plenas garantías de consumo (mistelas de moscatel, garnachas dulces, vinos rancios, soleras, dorados de Rueda, pajarillas aragonesas, tostado de Ribeiro, generosos andaluces de todo tipo, malvasías canarias...).

El panorama de vinos blancos en la primera mitad del siglo XX en Rioja era amplísima. Vinos con una cantidad notable de azúcar residual (abocados, semidulces y dulces) convivían con blancos de larga crianza que eran aptos para consumo durante un largo periodo de tiempo y agradecían años de guarda después de ser comercializados por la bodega.

Ahora cuesta imaginar la importancia que tenía en su momento la producción de blancos criados en madera y la aceptación de los consumidores. Además de todo tipo de vinos blancos del tipo 2º-3º y 4º año, criados en barrica de roble y que elaboraban hasta las bodegas más modesta, también existía una “gama alta” de vinos muy serios de los que hoy en día poco queda: Marqués de Murrieta Blanco reserva, Castillo Ygay Blanco GR, Metropol Extra – Leonora – Viña Arana Blanco Crianza y Radiante Semidulce de La Rioja Alta, Viña Ardanza Blanco Reserva, Viña Real Blanco Reserva, Monopole Crianza, Corona Semidulce Crianza, Monte Real Blanco GR, Viña Albina Semidulce Rsva Blanco, Carlos Serres GR Blanco, Paternina Monte Haro Dulce, Paternina Conde de los Andes Blanco GR, Paternina Blanco GR, Viña Soledad Tête de Cuvée Blanco Rsva, Viña Sole, Viña Páceta, Martínez Lacuesta Blanco Reserva Especial, Gran Condal Rioja Santiago Blanco, Solar de Samaniego Blanco Rsva, Palacio Regio Semidulce, Berberana Carta de Oro Blanco, etc.

Hasta la década de los 60, la mayor parte de los riojas blancos secos sin crianza adolecían de falta de frescura y frutosidad. En su mayoría eran de un sabor plano, de color amarillento, y carente de interés. Marqués de Riscal se fue a Rueda a elaborar verdejos debido a la falta de confianza en la viura para blancos frescos y aromáticos. Marqués de Cáceres fue la primera bodega que introdujo un cambio radical en la vinificación de estos vinos (1975-1980): reducción de la madurez de la uva, prensado rápido a la llegada a bodega, filtrado agresivo del mosto, fermentaciones lentas a baja temperatura en depósitos de acero inoxidable, estabilización en frío para los tartáricos, etc.

La única bodega en Rioja que sigue elaborando vinos blancos tradicionales de larga crianza, sin ningún tipo de concesión a la modernidad, es López de Heredia. Y es de suponer que si sus vinos gozan de tanta longevidad es por que llevan más de 135 años produciéndolos. En este campo se han quedado sin competencia, poseen el know-how y por decirlo claramente, en lo suyo son los putos amos!!

¿Qué es lo que hace que los Gravonia, Tondonia Rsva o GR puedan vivir tantos años? Lo primero es una apuesta clara por la viura como variedad base de sus vinos. Los antiguos Viña Tondonia 6º Año (actual reserva blanco) y Gravonia 4º Año se elaboraban al 50% con viura y malvasía riojana. Esto también era aplicable a los desaparecidos semidulce Viña Romania y al abocado Viña Zaconia. La apuesta de la casa ha sido en las últimas décadas ir sustituyendo el porcentaje de malvasía al mínimo de manera que la expresión de los blancos actuales está convergiendo cada vez más con en el Blanco Gran Reserva.

Otro aspecto interesante son las bajas graduaciones de los vinos, nunca más allá de 12.5% en las últimas añadas y extraordinariamente bajas en los vinos históricos (1964, 1973). A pesar de la vejez y el largo contacto con la madera, los Tondonia conservan frescor y la madera no domina sobre los otros elementos. Está claro que se han seleccionado barricas muy viejas para que la influencia de la madera sea mínima y la oxidación muy reducida.

Excelentísima respuesta, muy completa, va mucho mas allá de mis expectiativas.
Ya tenía razón Joaquin. Qué bién que aún alguna vinícola conserva esta tradición.