Es cierto que el mundo del vino se ha llenado de dogmatismos, de misticismo y

Es cierto que el mundo del vino se ha llenado de dogmatismos, de misticismo y del "para poder beber vino hay que hacer un master en fermentaciones y taninos". Pero más importante que eso es el maltrato que se le da al mismo desde los propios productores (vinos a granel e ínfima calidad) hasta el hostelero que te vende una copa de un rioja al mismo precio al que a él le ha costado la botella y encima a una temperatura inadecuada. Y ese maltrato me parece, con mucho, más grave que las historias que se pueda inventar el señor David Muñoz de beber en pajita y similares. El vino necesita quitarse cierta "seriedad", pero también necesita mucha honestidad en el trabajo, ya digo, desde la bodega que solo se preocupa de la cantidad de litros que va a sacar al mercado hasta el hostelero que te vende vino mediocre a precio de oro y el vino decente a precio de platino.