Pura expresión de un Pauillac de raza. Poderoso, profundo, complejo, elegante y fresco. Ahora ha entrado en una fase donde la mera expresión frutal va dejando paso a la aparición de sus notas de terruño y a lo que fue el carácter de la añada. Tal vez por ello en su boca se siente una carnosidad más suculenta. Su nariz, que se inicia tímida a pesar de la decantación, poco a poco se abre en una sinfonía de aromas como sólo sabe ofrecer la mejor cabernet recolectada en un terruño privilegiado. Grosellas, arándanos, trufa, ciruelas, finas especias. Desde luego también me quedo con su porte civilizado y su persistencia que tanto invita a dejarse llevar mientras el trago ahí se queda, y se queda, y se queda. Creo que irá muy, pero que muy, lejos. Materia y encanto no le faltan.

Una pena haber catado este vino en una fase tan temprana y casi sin decantar. El vino muestra unas notas muy especiadas y tostadas, dejando la tímida fruta para un segundo plano. En boca es correcto aunque no ampuloso como era de esperar. Ligeramente unidimensional

Cereza picota con ribete granate, capa media-alta. Nariz muy especiada que denota la presencia predominante de Cabernet Sauvignon, frutas negras, notas minerales y un fondo excesivamente tostado. En boca es ligeramente astringente con un postgusto medio a fruta negra y exceso de tostado.

Rojo apicotado intenso con pequeño ribete violeta. Nariz con personalidad, en ella se percibe un elegante aroma de frutas maduras del bosque ( cassis, fresillas silvestres, bayas y ciruelas pequeñas ), también hay aromas vegetales y de tabaco muy integrados y finos. Después viene toda la gama de especiados, sotobosque umbrío, algo de hojarasca húmeda, mentoles intensos, hierbas aromáticas en monte, algo de violetas, tabaco, maderas nuevas ( cedro muy integrado ), minerales de buena intensidad y sensaciones terrosas. Complejo y con una intensidad comedidamente elegante que tiende a perder en la copa. En boca es equilibrado ( para ser de 2000 ) aunque con cuerpo y estructura, evolución de frutas en temporada, especiados ( chocolate sobre ciruelas ) con recuerdos vegetal y de tabaco. En el final de boca hay cierta astringencia frutal noble que deja un buen recuerdo acompañado de un posgusto con matices minerales y de viveza típica de la fruta ácida ( magnifica ). Muy bueno, está para tomar ya y para guardar unos 4 – 6 años. Tomando los 2º vinos de estos grandes Chateau, nos damos cuenta de la distancia que nos separa con Francia : historia, terruño y realidad organoléptica.

Picota rubí de buena capa con ribete morado. Nariz de buena intensidad que a copa parada trae notas florales y clara presencia de la fruta negra. Al agitarse aparecen toques frescos con notas de sotobosque. En boca el ataque es pujante, es un vino envolvente, elegante, con buena acidez y enorme persistencia. Estrcutura, concetración y taninos firmes y carnosos. En el retronasal aparece el tabaco y los cueros. Levemente secante y falto de bastante botella. Esta añada ha sido calificada como excepcional.