Visual: Color rojo picota borde granate, capa alta.
Olfativa: Alta intensidad, concentración aromática muy elevada, fruta muy madura, madera bien trabajada, olivada, cacao, café, notas florales con recuerdo a violeta, todo muy bien conjuntado y equilibrado, aroma fabuloso, un fondo elegante y cuando lo mueves aparece frescura, metolados.
Gustativa: Entrada potente, cierta sensación herbácea fresca, fresco, mucho equilibrio, mucha presencia y potencia, muy amplio, chocolates, cacaos, maduro, carnoso, muy largo.
Gran vino.
40€aprox.

Un tipico Ribera en sus sabores o caracteres generales pero con registros de vinos de diseño y notas de gama alta. Si me gustó el 2005, repito opinión en el 2006. Astringencia presente, no molesta. Tremendamente marcados los cacaos, las notas balsámicas y tb las especies tipo clavo y nuez moscada, y alguna más que no identifico, frutos negros. Cueros. Muy buena calidad la de este vino, elegancia en el equilibrio de la fruta con la madera. Se afinará seguro en un añito o dos

El vino es serio y concentrado de principio a fin.
Color de intensidad media-alta, con tonos rojos marcados con marrones, pero muy vivo.
En nariz, complejo, con buenas maderas, muy ensambladas, fruta, madurez.
En boca, estructurado, concentrado de nuevo, astringente, áspero, denso, armonioso a la vez.
Muy rico.

Color picota cubierto, brillante de capa alta y ribete cardenalicio, con buena y densa lágrima sin llegar a teñir la copa.
Nariz de buena intensidad, con frutos rojos frescos, balsámico con toque mentolado, espécias como clavo y nuez, ahumado, torrefacto, vainilla y fondo mineral.
En boca tiene buen ataque, amplio, con potencia, buena estructura y equilibrio, sabroso, correcta acidez y taninos todavia vivos aunque no llegan a molestar.
Postgusto largo y de buena persistencia frutal.
Ganará con el tiempo.

Color granate oscuro, imponente.

El olor del corcho ya preludia alegría.
Fruta negra, cacao, especias (clavo, canela, nuez moscada, pimienta…), madera nueva bien integrada. Muy rico en sensaciones.

Acidez marcada y en perfecto equilibrio que delinea la percepción del vino en la boca: rectilíneo, un punto de austeridad entendida como ausencia de artificios y fidelidad a la Tierra, al viñedo y al mínimo intervencionismo. Honesto, elegante, grande.

Conmueve y emociona. Un grandísimo vino