Color rojo picota, menisco rojizo, capa media-alta, limpio, brillante, lágrima densa.

En nariz hay una presencia notable de aromas de frutas negras y rojas maduras, notas de especias dulces (vainilla), notas de tostados y balsámicos. Complejidad y sobre todo elegancia.

En boca tiene buen cuerpo con mucha presencia frutal pese al tiempo pasado, mantiene buena acidez, especias (pimienta), presencia de balsámicos y mineralidad. Buena persistencia final.

Da un conjunto de vino de alta gama y que sigue estando en forma.

Probado en cata vertical de todas las cosechas y ésta fué la primera cosecha de una saga que parece ser el top de los vinos de Utiel Requena.

Color muy intenso y denso, capa muy alta, dominio notas de juventud, Violeta cerrado, granate.
Algo cerrado en un primer momento. Notas de uva muy madura, bosque Mediterráneo, chocolates que se funde con la fruta.
En boca, entrada suave, amplio, redondo, graso, con cuerpo y estructura. Muy largo, madera muy bien integrada.

Hasta el momento ningún vino de bodegas hispanosuizas me ha defraudado, pero si hay alguno a destacar, sin duda es este.

Ya la botella en si impone, vidrio grueso, de calado importante y opaco, cuidado para una buena conservación y evolución en botella.

En copa, color intenso picota, con ribete cereza, dando imagen de vino que va a ser potente en sabores, a nariz, en sólo cinco minutos cambian aromas de estar de la botella a la copa, inicialmente se marcan mucho los primarios de la fruta, y muy sutil los toques del barril, para posteriormente ir haciéndose más protagonistas las notas de cacao.

Lo mejor, en boca, con todo lo que va a parecer, y luego es un vino que obviamente es potente de entrada por sabor, pero suave al mismo tiempo, con una persistencia larga y un equilibrio en los sabores, no mucha astringencia, e invita a dar un siguiente trago.

En este caso lo tomamos con un arroz meloso de bogavante, y la verdad, aunque el maridaje a primera vista quizá no parezca el mejor, he de decir que nos cuadró muy bien, por la potencia del caldo del arroz.

Precio en restaurante 32 euros, en PVP no lo sé, pero conociendo el restaurante se movera por los 22-26 euros, y a hostelería por los 16 euros aprox. Pero eso ya es aventurar demasiado.

Un saludo

Verdaderamente estamos ante un gran vino.

Ya lo habia probado hace unos siete meses, pero ayer realmente pude disfrutar de este fantástico vino.

Nada más verlo en la copa ya se presume algo distinto, ese color rojo picota brillante, limpio de capa media alta y con ribetes de color todavia rojos.

En nariz sobresalen esos aromas a frutas rojas, más bien ciruelas, incluso algo de confitura, aderezado con ese toque de vainilla que denota su paso en barrica pero perfectamente conjuntado. Algo de especies y mineralidad.

En boca se notan de nuevo esos sabores a ciruelas, grosellas, etc. con unos taninos muy suaves y con una ácidez perfecta que hacen una fresca antrada en boca. Con un final largo y suave que te invita a seguir disfrutándolo. Vino cálido y redondo.

De color rojo limpio, intenso y capa media alta, nos presenta una marcada nariz que ya te predispone a lo que viene detrás. Con frutos rojos muy maduros y un leve matiz a madera muy agradable. Ya en boca nos encontramos ante un vinazo redondo, maduro, con todo en su sitio y un excelente final muy largo. Realmente un descubrimiento, no quiero ni pensar como estará dentro de dos o tres años.

Cuando una bodega elabora así merece ser tenida en cuenta.

Este vino, primera añada de este TOP de gama, demuestra la posibilidad de dar frutos de una nueva filosofía de trabajo y elaboración.

Nos ofrecen un autentico vino grande, sin paliativos, pleno de elegancia, fruta y crianza, con una posibilidad cierta de degustación placentera unida a una no menos certificable durabilidad en botella.

Su cata:

Bonito vino tinto tranquilo, de un intenso color rojo guinda brillante, con un fino menisco rojo oscuro que nos habla de una crianza sin oxidaciones, capa media alta y abundante lagrima glicérica.

Nariz fina, perfumada, cálida y especiada, con muchos recuerdos del dulzor de la fruta madura, con excelentes recuerdos de crianza y golosos toques entre acaramelados y de vainillas. Al oxigenar demuestra que no solo de crianza se hace un gran vino, intensificando las notas de frutillas, hollejos finos y uva madura pero sin rastros de pasificación.

Boca de encuentro sabroso, equilibrado y redondito. Carece(a Dios gracias) de esos taninos secantes y duros que aparecen en la mayoría de las gamas altas. Posee una carga astringente niveladísima por la suavidad glicérica y alcohólica, que aunque impresiona muy positivamente por su estructura no tiene durezas ni aristas, acidez igualmente fresca pero muy bien integrada y una longitud en boca que nos deja sensaciones táctiles casi untuosas y un frescor final de uva acompañado de finas maderas. Mucho buen tonel bien digerido. Postgusto expresivo y limpio con mucha frutalidad sana y hollejos que desembocan en algún especiado elegante.

Es un vino en evolución, necesita botella para engrandecerse en complejidad aromática, pero como quedó escrito en el preámbulo, es un vino sin problemas para ser bebido y disfrutado desde el primer momento.