Opiniones de Forcallá
OPINIONES
4

Mantiene color y expresión frutal. Con las notas de fruta roja fresca y ese matiz de tinta china que le da profundidad. El tanino se ha atenuado pero por lo demás sigue mostrando una franca expresión frutal, buena acidez y bastante longitud. El que pensaba que era un vino de corto recorrido... Se equivocaba, de hecho no muestra signo alguno de cansancio.... Buen vino!

En la nariz va poco a poco, precisa tiempo. Hay fruta roja madura, hay cerezas en todos sus estados, desde cereza roja fresca, madura y con un ligero aspecto licoroso. Se abre, se quita la maraña que le cubre y se muestra la fruta fresca, más franca e incluso chispeante, recuerda al caramelo kojak. Al tiempo se torna algo floral, como a un prado de hierba y flores amarillas. Conforme pasa el tiempo y entramos al interior de la botella el aroma es más concentrado, muestra el terruño, hay humus, un grato verdor, cierta rusticidad, se atempera, se torna más serio, surge un aroma tostado, cremoso, casi láctico, es un leve recuerdo a yogur de frutas del bosque. Al final se percibe un aroma como a azúcar quemado o mermelada requemada, como no, de cerezas.

En la boca es fresco, algo jugoso, hay una acidez algo resaltada, pero bien compensada, sale la fruta roja, un grato regaliz y un tanino que se agarra con sutileza y que queda domado, gracias a la frescura y a un grato aspecto cálido. Va ganando en cuerpo y amabilidad, sin perder ese punto rustico y terroso, se doma a la bestia, se torna más envolvente. En la boca queda una leve nota de dulzor y de amargor, junto a la frescura chispeante, es como cuando comes una mora roja.

Apostemos por esta gran variedad, apoyemos iniciativas como esta, se lo merece, es un gran vino de un gran elaborador.

Vinificado en barricas abiertas y luego a depósito. Es una variedad de poco color y sin mucho grado. Se vinifica casi como un blanco y casi sin madera.
Picota oscuro con destellos púrpura. Nariz de intensidad media, con bastante fruta, atractiva y sencilla. Destacan las notas de cerezas frescas y algo de tinta china. En boca tiene buen ataque, bien de acidez, con tanino medio, algo secante, bastante largo, con amargos suaves, vertical y afilado. Cuando la sencillez se convierte en virtud...

Es frutal, fresco, original, terroso. La fruta es negra, hay aceituna negra y betún, aroma concentrado. Final especiado y algo balsámico, a pino. Hay hierba verde y hierba seca, surgen leves toques de alcohol, si bien es verdad que esta integrado.

En boca entra redondo, dulce y terroso, agradable. Tanino firme, pero nada rugoso, sale la fruta en sazón, con más chispa, con cuerpo un vino muy presente. Es untuoso, largo y persistente, cálido y fresco, mentolado. En fin buena comunicación dulce-seca.

Buena apuesta por la recuperación de la variedad, sin duda contara con mi apoyo.

He de decir que probé el vino y me quede con la sensación, la cata la he realizado al día siguiente con la botella abierta, con el tapón de aire. Con esto quiero decir, que la frescura que encuentras al principio (por otro lado, no la pierde) evoluciona a los rasgos que he indicado. Va a mejor, sin duda, gana en complejidad.

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