Picota violáceo cubierto con ribete morado. Nariz de buena intensidad, madura y con buena definición en la que aparecen notas florales, abundantes toques tostados, alguna nota de higo maduro y algún recuerdo especiado. En boca tiene un ataque potente, aunque con el paso del tiempo en la botella ha ganado en equilibrio, presenta una acidez correcta y buen recorrido. Sigue siendo un vino de carácter mediterráneo no exento de cierta opulencia.

Picota violáceo de aspecto denso y con ribete morado. La nariz, de buena intensidad y bastante bien definida aparece con abundantes toques tostados, hay un cierto carácter floral, toques de higos maduros, abundantes recuerdos especiados y un fondo de bosque umbrío. En boca tiene un ataque potente, es un vino musculoso, que resulta bastante secante, con acidez correcta y buen recorrido. Resulta amargosos y con los tostados de la barrica aún siguen destacando. Todavía le falta bastante botella. Un vino de carácter mediterráneo, opulento y concentrado.

(Muestra de barrica) Picota violáceo con ribete morado. Nariz muy tostada, floral, con abundantes toques especiados y un fondo de bosque umbrío. En boca resulta secante, bien ensamblado, con acidez correcta y buen recorrido. Amargoso y con los tostados de la barrica aún muy marcados. Con personalidad. Le falta bastante botella.

A pesar de su corta andadura como productor, Rafa Cambra no deja de sorprenderme. En este caso se trata de un vino maduro, potente, con una carga tánica tremenda y una estructura increíble. Aunque es complejo catar muestras de barrica ya que las notas de la madera todavía destacan por encima de cualquier otra, se advierte en el fondo una materia prima de gran calidad capaz de soportar sobradamente su estancia en la barrica. La combinación de la monastrell y el cabernet franc le ofrecen una personalidad muy diferente a la de los otros vinos de la bodega. Saldrá al mercado a final de año.

-No lo puntúo por tratarse de una muestra de barrica-