Rojo rubí, ribete rojizo, capa media-alta.
Nariz de buena intensidad, algo cerrada en el inicio, mostrando notas de frutas maduras, recuerdos florales, un ligero tono especiado, un fondo balsámico y de regalices, las trazas ahumadas y un tamiz terroso y mineral.
En boca es un vino sabroso, joven, algo primario y apretado, pero que muestra un conjunto amable y redondo. Hay acidez, hay fruta, hay una cierta profundidad y deja un agradable recuerdo final de frutas y especias con un tanino algo presente pero siempre noble. Le vendrán muy bien un par de años de guarda.
Estamos ante un genérico de Vosne, un vino que tiene más de villages que de genérico por su calidad, aunque en este caso sufre en comparación con el 2008, mucho más definido e incisivo. El problema además es que los 2009 de esta bodega han subido mucho el precio, ahora unos 32 euros. En cualquier caso, de lo mejor en su categoría.