Visual: Color pajizo muy claro, reflejos verdosos. Muy limpio.
Nariz: Cítrico, predominantemente floral auque de moderada intensidad.
Paladar: correcta acidez, ligera sequedad en paladar, frutal, un poco graso y un final amargoso.

Me resultó difícil tomarlo solo, con pescado acompañaba de forma correcta pero sin destacar. Lo consumí a lo largo de tres días y aguantó bien, pero no es mi estilo de blanco.

Catado en la feria gastronómica Xantar en Febrero del 2011.
Bonito color amarillo verdoso con destellos dorados. En nariz presenta aromas herbáceos y florales de intensidad media con cierto fondo anisado. En boca es sabroso, untuososo, fresco y con buena acidez. Final bastante amplio que invita a repetir.

Vista: Limpio y brillante amarillo verdoso, con algún destello dorado y lágrima de buena densidad.
Nariz: De intensidad media, franco, con un marcado carácter frutal (frutas blancas), y notas de hinojo y laurel, hierba cortada, lías y algún recuerdo ligero mieloso, En su conjunto agradable y expresivo.
Boca: Tiene buena entrada, untuosa, de buena amplitud, estructura y ligera golosidad, con las mismas notas que ya nos anunciaba la nariz, afrutada, de una estimable frescura merced a su buena acidez y un final de boca persistente, con recuerdos cítricos y ligero amargor.
En resumen un estupendo vino de Ribeiro, con agradable nariz y con un paso de boca untuoso, equilibrado, de discreta golosidad y fresco.
Podría decirse que es la obra de arte de un "pintor" que ha sabido mezclar con habilidad y maestría toda la paleta de colores varietales de su zona. Un buen ejemplo, a mi entender, de como se plasma el alma de una zona que ha sabido perseverar y apostar por pluralidad varietal y dar a luz los nuevos blancos de Ribeiro, llenos de sabor y clase.
Su precio ronda los 9,0 euros.