Desde la botella, pasando por el corcho y la etiqueta. Color rojo muy oscuro, tonos negros, menisco morado y lágrima muy abundante.
Nariz muy intensa con predominio del fruto rojo maduro, protagonista absoluto de la nasal.
La boca es plena y frutal, de taninos dulces y jugosos y posgusto nostálgico ...ya te lo has bebido y añoras el siguiente trago.
Me encantó.

es un verdadero peligro, una vez que se ha oxigenado.
Es un vino muy agradable y bebible, pero es raro, bastante raro.
La nariz al principio, después de tres horas abierto, es una verdadera maravilla, mucha profundidad y nitidad, frutosidad a mansalva, además muy expresiva, se detectan flores, tostados, frutos licorosos, etc. etc,. Una vez decantado (estaba duro en boca), a la hora de la decantación, los aromas aparecen más tenues y apagados, la fruta desdibujada, aunque ahora aparecen más especias dulces y hasta toques de tabaco. El vino que duró dos horas, ya muere de esta forma, nunca recupera la gran nariz del principio.
La boca al empezar (insisto después de tres horas abierto), me indica claramente que necesita mucha más aireación, el alcohol se nota demasiado, por eso decido decantarlo durante una hora.
Después de esto se vuelve muy bebible, menos potencia, pero ligeros toques de elegancia. Se convierte practicamente en un pastelito de vino. Dulce y muy agradable, pero con poca complejidad y escasos matices para un vino de 40-50 €.
Repito es un vino raro, que hay que decantarlo una hora antes, para poder beberlo con una facilidad pasmosa y con pocas complicaciones. Eso si de esta manera perdemos unos excelentes aromas.
Esta botella parece hecha, para personas que le gusta lo dulce y que no le piden mucha complejidad al vino.
La puntuación de 9,2 que voy a dar, es principalmente por la excelente nariz del principio.

Reconozco mi debilidad por la monastrell, sobre todo por las bien tratadas y entonces el Clio esta, en mi modesto criterio, en una primera línea.

Otra caso de vez en un restaurante miramos el armario de vinos, vislumbramos este Clio y tres de los cuatro comensales de acuerdo sin oposición del cuarto ¡uno para nosotros¡

Color picota de los de tipo alto, con un ribete que esta sin poder decir ya que es cardenalicio de forma evidente.

En la nariz se aprecia buena intensidad, con multitud de percepciones, como pueden ser, fruta madura, caramelos, notas balsámicas, madera suavecita, etc..

En la boca potente, carnoso y antes de seguir ya se que me gusta, y luego frutas, mermeladas, equilibrado, y los taninos? Ahí están pero con gran elegancia. Acidez tiene y suficiente para los años que han pasado.

Fase final muy, muy, muy largo.

No he probado el Nido aun, ni pienso hacerlo de momento, sobre todo si mi bolsillo paga, y además me evito que decir ¡pues no es tanto por ciento mejor¡

Sensacional e impresionante vinazo este clío 2005.

De color intenso picota de capa alta, con lágrima densa que tinta la copa.
En nariz es una espectáculo de intensidad y complejidad: con notas de grosellas, frutos del bosque, bosque umbrío, ciertos tonos ahumados, notas de fruta muy madura roja y negra, algo de tonos florales, tostados muy finos, algo de vainilla... mmm... delicioso.
En boca está para repetir y repetir, excelente definición, excelente entrada y paso por boca, amplio y más bien potente, pero muy elegante. Mucha intensidad frutal, los taninos perfectamente integrados. Final largo, largo... un placer.

Hay que tener cierto cuidado con la temperatura. Según sube, comienzan a notarse más las notas alcohólicas y algunos barnices... si se controla eso, es un vino que no dejará indiferente a nadie... EMHO, uno de los mejores que he probado últimamente!

Repetir! (pero no me quedan más botellas)

Decantado durante unas 3 horas, el vino se mostró bastante parco en fruta, con predominio de notas de laca de uñas, notas alcohólicas, fruta negra licorosa y los especiados y tostados de calidad seña de identidad de este clio. Esta vez no lo disfruté como otras veces, se me hizo agresivo y algo desequilibrado. Empiezo a dudar de la evolución de estos vinos mediterráneos tan concentrados y extraidos, me ha pasado recientemente también con el Vall Llach 2005. Si no los tomas en su momento el alcohol puede hacerse notar demasiado. No puntuo porque puede ser que fuera la botella, o incluso yo, que me estoy aficionando demasiado a los vinos más atlánticos.

Así era como estaba este Clio 2005, cerrado a cal y canto, por más muñeca y más oxigenación que se le dió no mostró nada más que algún que otro matiz cuando al él le pareció bien, realmente se rió de nosotros máxime cuando se mostraba tímidamente y corriendo volvía a cerrarse, lo más que le llegué a pillar era el aroma caracteristico de la Monastrell y ya está. La textura en boca ha ganado en suavidad y conjunción entre acidez, dulzor y alcohol, muy agradable pero cerraico cerraico, habrá que dejar pasar unos meses bastante para ver si se le ha pasado esta fase japutta.
Aviso a navegantes, cuidadín si abrís uno que os podéis llevar una decepción. Yo quise sorprender a mi Brother y me llevé un chasco.

No puntúo por motivos obvios.

Color picota oscuro con ribete casi negro y capa alta. Limpio y brillante.
En nariz es muy tímido, pese a la hora de decantador. Necesita paciencia para dar fruta roja (cassis), acompañada de tierra mojada, café, con leche y hierbabuena.
En boca es un vino denso, concentrado, con muchísima fruta y también taninos elegantes pero muy presentes. Algunas notas saladas y final largo con retrogusto a frutas en licor con chocolate.
Deja una sensación golosa y elegante de gran vino, pero es una pena que la nariz no sea más expresiva. Algo subido de RCP.

En esta segunda ocasión de su cata, me he encontrado con un Clio aún con mayor estructura, donde necesita una agresiva decantación, para que termine de romper. Al inicio aparecen ligeras notas de laca de uñas y de hidrocarburos que dan paso a fruta negra madura, aceitunas negras y un fondo especiado tremendamente largo. El toque mineral se palma -brea, pedernal- en dos de sus tres fases. En boca a pesar de su estructura se muestra fresco y largo. Un tinto de buen recorrido en copa y larga sobremesa.

Esta vez se midió con un Sequé de la misma añada y que nada tuvo que hacer ante la arrogancia de este Clío ´05, su forma se mantiene, es todo un espectáculo, se le acentuan más las notas especiadas, la madera aromática, quizás se hace más interesante, la fruta sigue estando muy presente, pero dejandole sitio al resto de matices, la magia de la botella se está haciendo notar, todo se va conjuntando muy pero que muy bien, la textura del vino es impresionante, suave y sedoso, todo un reto para sus competidores. Excepcional

Picota oscuro con ribete ligeramente azulado. Intensidad alta en nariz, especiado, grosellas, compotado, tostado, cacao, mineral , piedras clientes, muy complejo en definitiva. En boca resulta largo, especiado, muy cálido y con taninos maduros muy marcados. Persistente y algo agresivo en su paso.