Ambar oscuro con reflejos caoba. La nariz es intensa, expresiva y compleja, con abundantes recuerdos a pasificados, higos secos, maderas nobles, viejas duelas envinadas, avellanas. Notables recuerdos a crianza oxidativa. En boca resulta delicadamente dulce, equilibrado, armonioso, con buena acidez y notable recorrido y con un retronasal que trae abundantes toques pasificados. PVP aprox. 23€.

Aunque no tengo mucha experiencia en este tipo de vinos, no hay que ser un experto para apreciar esta maravilla. Tuve la suerte de encontrarlo empolvándose en una esquina de una tienda de vinos y licores en el sur de Texas, en una población que seguramente la mayoría de la gente ignora que existe.
La primera impresión es que, juzgando por la etiqueta, uno esta ante un venerable clásico de antaño.
Al servirlo en la copa (elejí una riedel pequeña, para vino blanco), impresiona su color caoba con destellos rojizos y anaranjados. Se puede apreciar en una foto que colgué en el foro de vinos vejunos.
En nariz se aprecian aromas propios de estos vinos: Ciruelas pasificadas, dátil, frutos secos, nueces, miel.
En boca impresiona su excelente acidez. Dulzor bien medido, vino cálido y complejo que no te deja indiferente. Las notas percibidas en nariz se replican en boca con elegancia.
Vino que, con cada trago, va contando esos matices adquiridos a lo largo de 35 años. Seguramente seguiré encontrando nuevos matices a medida que lo siga tomando.
Ah, y el precio ... $22 US Dollars, que al tipo de cambio de hoy en dia son aprox unos 16-18 euros. Un regalo para un vino de esta calidad y esta edad.

Color caoba muy oscuro, la nariz es muy intensa y compleja, no es muy golosa y muestra frescura, marcadas notas de caramelo, arrope, mieles y frutos secos.
En boca tiene buena entrada, estructurado, buena acidez, ligeramente goloso, amplio y con un final muy largo que perdura.
Efectivamente parece que no quedan muchas botellas de esta añada y no me extraña, muy bueno y toda una experiencia disfrutar de este gran vino que emociona por sus años y vitalidad.

Botella que me regaló un buen amigo, gracias Carlitos ;-)
De color caoba oscuro ligeramente turbio, destellos ámbar y lagrima densa y transparente.
En nariz me recuerda un poco a un palo cortado, con notas pasificadas y licorosas, azucar quemado, frutos secos, naranja escarchada, miel, café, tostados...
En boca me ha sorprendido por su gran frescura y su acidez afilada en contrapunto a una mas que comedida dulzura, postgusto muy, muy largo con recuerdos yodados, fruta escarchada, amielados y sobretodo de almendra amarga.
Al día siguiente seguía oliendo la copa de maravilla.
Espero tener la suerte de seguir probando estas joyitas.

... ahora el disponible es el 1987.... se acabaron (también la bodega) los vinos de 1980. Poco más que añadir de esta joyita, color caoba con destellos ámbar. Nariz intensa, con profundidad y muy expresiva, tiene un perfil atractivo, con notas de frutos secos, dátiles, caramelo casero, un peculiar toque especiado, algo de miel y calabaza asada. En boca con muy buen ataque, un toquecito amargoso, levemente goloso, con excelente estructura, muy largo y con buena acidez. Un vino de reflexión, para tomar sólo o con el postre adecuado...

Caoba con ribete ámbar. Muy expresivo y complejo en nariz. Notas de fruta asada (manzana, calabaza), miel de romero, chocolate blanco, hojarasca, leves recuerdos animales. En boca de ataque y cuerpo medio, tiene un final potente, sabroso, largo. Un vino para una velada especial.

Tras tres semanas abierto en la nevera, hemos acabado con esta maravilla que nos ha acompañado como copa antes de comer o como remate final con el café y algún puro.
Excepcional nariz de vino rancio, de guindas en aguardiente, arrope, café muy tostado, duelas envinadas y notas casi yodadas entremezcladas con las notas de ciruelas pasas.
En boca es amplio, con ese perfil oxidativo tan personal, con carácter. Una excelente acidez que da frescor al conjunto, recuerdos a pastelitos marroquíes y notas especiadas. Largo y con un gran cuerpo.

Un vino que hemos disfrutado poco a poco.

Visual: color caoba yodado con reflejos atejados.
Nariz: intensa y muy compleja. Algarrobas, rama de olivo, miel, almendras amargas, nuez moscada y todo adornado con cáscara de naranja.
Boca: típica sensación de vino rancio con recuerdos de dátiles, uvas pasificadas, almendra garrapiñada, avellanas. Doble personalidad dulce y amarga. Muy persistente y amargoso final. Catado directamente del tonel monovero de la bodega. Un placer y un honor. Un trago de historia.

Catado tras 24 horas abierto.
Color caoba con reflejos ambarinos y azabache.
Nariz exquisita con notas de nueces y avellanas tostadas, caramelo de azúcar, reducción de PX, café recién hecho, mocca, ciruelas pasas, suaves yodados, arnadí (calabaza asada) y arrop.
En boca es puro terciopelo, cuerpo, densidad, buena acidez equilibrando las notas más dulzonas, goloso a la para que fresco, largo, con una amargosidad final exquisita, recuerdos a brandy, a duelas envinadas y a tabaco de pipa por retronasal.

Una verdadera maravilla que exquisito resultado, equilibrado y con personalidad.
Lo tomamos con quesos, pero creo que es un vino de soledad y chimenea.

Color caoba con reflejos ambarinos.
Buena nariz donde predominan las pasas algo de miel y mucho cafe con licor. El fondo es caramelo liquido. Algo denso.
Muy buen ataque por boca con sabor es dulce pero muy fresco ya que manitiene una acidez justa. Hay miel e higos secos.
Postgusto medio y agradable , con sabor rancio