No voy a contar lo que brota de este vino despierto, es un sueño, es el trabajo de un perfumista, la nostalgia de un viajero, la osadía de un vinatero.
El Pavillon Rouge es grosella con cedro y aceites casi frios con un toque a limón con piel, la boca tan seductora que sabe diferente cada buchito, cada sorbo... Vainillas y arandanos con un toque de chocolate afresado. Maravilloso. Selecto. Amplio. Interminable

Color cereza muy oscuro, con borde granate, atractivo.
Aromas potentes, complejos y con mucha elegancia a frutos rojos, negros, silvestres, exóticos, tropicales muy maduros, muy buenos tostados, ahumados y torrefactos, regaliz, minerales, especias, cuero, tabaco y maderas finas.
En boca es potente y con mucha sabrosidad, paso de boca elegante y bien estructurado, mucho equilibrio y redondez, taninos potentes y vivos, retronasal muy bueno casi semejante a la nariz, final largo y con mucha persistencia.
Extraordinario vino y con una buena RCP, aunque cuesta sobre los 50 €. el corcho un 8,5

Me ha enamorado este vinazo. A pesar de beberse en una fase tan juvenil y casi sin oxigenar, ya apunta unas maneras de gran vino. Tras sus notas frutales y tostadas de praliné impresiona por un paso de boca redondo y amable pero potente. Destaca por sus taninos grasos y su profundidad. Imprescindible en la bodega.

Cereza picota con ribete rubí, capa alta, glicérico. Buena intensidad aromática en la que destacamos las notas licorosas, minerales, frutas negras, regaliz y tostados. En boca es sorprendentemente redondo, largo y envolvente, con un retronasal eterno a fruta en compota. Muy bueno