Rojo picota brillante con ribete violeta. Ciertamente se ve que no está filtrado, dejando los posos por todo el decantador. Lo decantaron, y creo que fue un error. Al principio estaba magnífico, insuperable, pero a la dos horas, lo poco que quedaba, había sucumbido. Pero me quedaré con las dos primeras copas que despedían un aroma frutal y un sabor magnífico. En náriz una gran intensidad y limpieza con aromas de frutas del bosque, minerales, maderas finas muy finas. Muy elegante la náriz, compleja y fina. En boca es suave, pleno, carnoso, elegante, sabroso, muy intenso y frutal. Aparecen la sensación de taninos frutales. Gran maravilla riojana que realmente está a la altura de los grandes vinos actuales. A unos amigos checos con los que disfrutamos la cena, les encantó su aroma y su plenitud de sabor. Ella ya no tomó cerveza a partir de probar esta maravilla. Y eso que no es un año para tocar campanas...Buen comienzo del verano.

Debía ser la estrella de la cata, pero otros brillaron más que él.
Vino no filtrado, color picota oscuro, pero que muy oscuro.
Olor complejo, pimienta, regaliz negra, pepsi-cola. Desde luego la nariz era intensa, potente.
En boca lo noté aún demasiado ácido, y con gran persistencia.
Vino demasiado complejo, y sobretodo a un precio disparatado, no vale los 230€ que cuesta(IMHO)

De color cereza oscuro con ribete violáceo, perfecto para ver qué significa eso de vino sin filtrar ni aclarar. Definitivamente, a este vino de precio prohibitivo se entra por la nariz. Es un sendero llano hasta lo más profundo del bosque, donde los frutillos negros, las trufas, los hongos, y la tierra húmeda toman el paisaje. Hay notas balsámicas y especiadas. La mineralidad y el terruño a flor de piel. En boca no puede estar a semejante altura, al menos por ahora, pero presenta buena estructura, mucha fruta y taninos bien integrados, aunque faltos de afinarse y crear una sensación más conjuntada y armónica, a la altura de la nariz. Excelente vino, en todo caso. Precio nefasto.