-Fase visual: Color rojo cereza ribete algo granate algo atejado, capa media alta, lágrima media, límpido y brillante.

-Fase olfativa: Franco en nariz, aromas de fruta negra madura, intensidad media, oxigenamos el vino en la copa agitandolo y percibimos aromas de especias, ciertas notas ahumadas, balsamicos.

-Fase gustativa: Entrada suave, seco, acidez media baja, tanino maduro, alcohol algo cálido, con cuerpo, sabores algo caídos, fruta negra, especias y balsamicos, final ahumado y sutilmente amargo, posgusto medio.

Vino tinto de color rojo burdeos. Capa alta y lágrima potente.

En nariz, afloran los aromas a tabaco y torrefactos, así como mentolados y especias (pimienta verde y blanca) y fruta (ciruela, cereza).

Al agitar, las maderas nobles predominan (roble, caoba, caja de puros), así como las pimientas.

En boca es sedoso, carnoso, aterciopelado, suave. Ciertos toques ahumados. Astringencia y acidez presentes. Equilibrado en conjunto, con toques leñosos (verde y maduro). Tanino potente y suave.

#PanelVeremaAlicante

¡Qué rico! Un vino diferente, original.

A copa parada ya huele interesante, pero al agitarlo es un festival de fruta y especias, sensación que se repite en boca acompañada de la contundencia de su cuerpo y unos taninos bien presentes dándole personalidad sin estropearlo.

Ligeramente goloso (algo que no suele ser de mi agrado), pero delicioso. Frutal, complejo y muy rico.

Y encima, nos lo dedica a los nacidos en el 67... me tenía que gustar :-)

Pero muy educada y agradable!!!!

La nariz tiene un toque cálido, con suave alcohol licoroso, con una fruta madura, jugosa, que contrasta con unos balsámicos marcados, una madera que se está integrando y un cacao negro puro. Buenos ahumados, notas de matorral mediterráneo, especias picantes y notas de vainilla, junto con tabaco, tierra húmeda y bombón de licor. 

La boca tiene una entrada carnosa, con un tanino aún mostrando su pequeña rebeldía, pero que no molesta en absoluto. La fruta es tremendamente jugosa, junto con una madera que se nota, aún integrándose. Cacao negro, el matorral, esas especias picantes, que con los balsámicos y la vainilla, se equilibran y suaviza. Notas florales y licorosas en el postgusto, con las notas ahumadas y de tabaco. Es largo, potente, con estructura y golosete, con ese punto fresco.

Es una bomba que tiene que acabar de integrarse, con fruta madura muy jugosa, una madera elegante y los tostados que no avasallan. Ese toque licoroso le da calidez, pero gracias a los balsámicos, se compensa perfectamente.

Le seguiré la pista.