Botella bordelesa alargada, etiquetas modernas pero sobrias con bastante información. Cápsula atractiva de color rosa palo, cierre de corcho de buena longitud y grosor para la tipología de vino (rosado joven). Ya está bien bañado en vino pero no huele mucho (quizás demasiado frío de la nevera).

La cata se ha realizado a los 45 minutos de la apertura pues, al inicio, bien porque estaba muy frío o por los 2 años largos de botella, estaba muy cerrado y apenas olía a nada.

A los 45-50 minutos y a una temperatura de 9-10ºC (mejor que los 6-8ºC que recomienda en contraetiqueta), se aprecian ya cosas que me hacen desdecirme del fiasco inicial (pensaba estaba ya demasiado pasado y plano, no siendo así).

Visual: rojo rubí-anaranjado de capa media-baja (para un rosado, en un tinto sería baja), limpio, brillante y de ribete transparente. Por el color se notan ya los casi 3 años de vida de este vino (que, puede indicar ha pasado su mejor momento o está en declive ya, aunque luego veremos que aún no pues la Pinot tiende a dar, frecuentemente, una coloración de este estilo).

Nariz: de media intensidad a fruta roja fresca, raspón y pepitas, notas vegetales, gominolas, chuches, regaliz, herbáceos y ligeros balsámico-mentolados. Al agitar mucho aparecen ligerísimos recuerdos de flores marchitas. Buena complejidad para un rosado joven en su tercer año de vida, le queda bastante fruta aún y, aunque no es muy intenso, es muy agradable en nariz.

Eso sí, como remarcaba al inicio, estos descriptores no los ofrecía recién abierto, ha requerido más de media hora abierto y a unos 10ºC de temperatura para obtener todo esto (a 6ºC y recién abierto no olía a casi nada).

Boca: entrada frutal (fruta roja no demasiado fresca ya), de buena acidez aún, fresco, sabroso, con un punto goloso, de buen cuerpo y estructura (para un rosado joven), densidad media-alta pero, a la vez, de paso fluido y agradable. Se percibe aún en mucosas el sutil tanino de la pinot noir (que, aunque tiene margen de pulido, es mejor beber ya). Final largo con fruta roja amargosa, regaliz, herbáceos, balsámicos y notas vegetales en un buen retrogusto y estupenda vía retronasal.

Buen rosado joven en su tercer año de vida. Está en un momento estupendo de disfrute pero, a la vez, de ya evidente madurez y, EMHO, para disfrutar en breve (pues no ha entrado aún en declive pero no lo dejaría muchos meses más sin consumir).

Lo sostiene su acidez, estructura y cuerpo. Vino para (todavía incluso siendo un 2014), disfrutar en las veraniegas y calurosas noches que se avecinan.

Eso sí, mejor abrir la botella y oxigenar con 30 minutos de antelación y, por supuesto, no tomar demasiado frío (pues se beberá fácil pero nos perderemos toda su complejidad e intensidad en nariz y, también, en la subfase retronasal de la boca).

PVP en torno a 7€ en la tienda de González Byass. Muy buena RCP para lo que ofrece con casi 3 años de vida.