Volvemos sobre este vino esta vez de la añada 2015. Lo pedimos en un restaurante español en Cuenca (Ecuador) ya que su precio era de los pocos asequibles y el coupage además nos encanta. La botella viene con tapón de rosca y con una impactante etiqueta de color naranja. Nos sirven el vino fresquito, a 15°C para que se atempere durante la cena, lo cual es de agradecer.

VISUAL: Color rojo ciruela de capa media y ribete burdeos (84).

OLFATIVA: A copa parada presenta claros aromas de frutos rojos, frambuesa y fresas. Al agitar surgen herbáceos de tomillo, frutales de ciruela, un toque a pimientos asados y unos finos especiados de pimienta y canela. Intensidad media (85).

GUSTATIVA: En boca presenta un buen ataque, acidez media y los taninos inapreciables. Resulta "frutoso", muy fresco con un retronasal de nuevo recordando la fruta roja con claridad. Su persistencia algo corta, sobre el minuto y medio. Un vino normalito pero resultón, un vino joven para tomar en este año y que no evolucionará mucho más (83).

La RCP la calificaré como correcta pues en tienda cuesta unos 9 USD pero es lo que es.

Lo maridamos con unas tapas variadas (pulpo a la gallega, chopitos rebozados y gambas al ajillo) y de segundo una corvina salvaje en salsa de albahaca y tomate con rúcula. El vino muy fresco acomañó perfectamente los platos de pescado, especialmente acertado con la jugosa corvina y sus aromas de albahaca.