Bodegas Trapiche nace en el año 1883. Su historia se remonta a un pequeño viñedo llamado El Trapiche, en la localidad de Godoy Cruz, donde se inició la elaboración de vinos finos. Con más de 130 años de trayectoria, Trapiche es reconocida como una marca pionera en aspectos tales como: la introducción de cepas francesas, la elaboración de vinos varietales, la importación de barricas de roble provenientes de Francia y el uso de tanques de acero inoxidable. El equipo de enólogos responde al Director de Enología, Daniel Pi.
Y bueno, al trapo...Hoy catamos este monovarietal de uva Malbec en un maravilloso restaurante cuencano (La Esquina) en compañía de dos buenos amigos. La botella nos la abrieron 30 minutos antes de su cata.

VISUAL: Impactante color rojo picota negruzco, con el ribete violáceo, de capa alta.

OLFATIVA: A copa parada muestra con potencia fruta roja madura, grosellas y guindas en licor. Al agitar desprende una pátina de aromas diversos. En primer lugar apreciamos mucha mineralidad (tinta china) así como agradables balsámicos de eucalipto. A cada metida de "napia" nos embriaga más si cabe. Ahora son terciarios brutales, perfectamente identificables, cuero curtido, cacao y café torrefacto. Con un final especiado, pimienta y vainilla, de una intensidad y complejidad apabullantes.

GUSTATIVA: En boca nos encontramos un vino carnoso, amplio, con una acidez colosal y con los taninos a medio pulir. Un vino que evolucionará positivamente en dos o tres años sin duda alguna. En retronasal se presenta de nuevo mineral, arcilloso, con toques especiados de pimienta rosa y recuerdos de fruta roja muy madura. Al final apreciamos un atisbo herbáceo, como a tomillo y hierbaluisa. Su persistencia es larga, de casi tres minutos. Gran vino, si señor. Un excelente Malbec que desde sus suelos illíticos y silíceos nos transmite esa mineralidad tan asombrosa, como pocas veces había percibido.

La RCP en supermercado es excelente (12 euros), en restaurante la dejamos en buena (33 euros).

Lo maridamos con un surtido de quesos a la plancha con verduritas de entrante y un delicioso solomillo en salsa de cabernet y boletus. Deliciosos platos y excelente vino. Su mineralidad cobijó amablemente tan poderosos aromas bajo su recia estructura. Adjunto unas fotos.