Nariz media con monte bajo y fruta negra madura, tinta china, aunque no encuentro gran variedad de matices.
Mejor en boca. Entra con potencia y tánico todavía discernible pero ya bien integrado. Buena persistencia y acidez todavía respetable.
Bastante redondo y elegante, pero esperaba más aunque sólo fuese por la paciencia con la que lo he guardado. Quizá pueda mejorar algo en boca porque el tanino puede domarse aún más.
Rojo picota de ribete juvenil, violáceo, capa media alta.
Intensidad media, fruta fresca, nítida, notas de barrica nueva presentes, fina especia, menos dulce en nariz, algo anodino en nariz. Fruta y regaliz al mover.
La boca de este 2011 es la boca de 2010 pero multiplicada por 1,5, todo esta en más cantidad y por integrar, muy cremoso, algo más cálido e inmediato, final algo ardiente. Tiene buena hechura.
Un vinazo de Toro.
A la vista se presenta con un color de cereza picota, de intensidad alta.
Al principio se muestra muy reducido. Necesita respirar durante un largo rato. Es muy agradable, expresivo y complejo en nariz. Aparecen frutas rojas maduras, mermeladas agradables, vainilla, y un toque suave a madera.
En boca tiene una entrada muy agradable, intenso, redondo, amplio, que deja un buen recuerdo durante segundos y segundos. Para disfrutar. Cuando se pasan unos minutos en la copa, se abre y manifiesta mejor qué es.
Creo que está mejor domesticado que algunos vinos de Toro, que se manifiestan más rudos y potentes.
Un vino potente, al que todavía le falta botella, a pesar de que es de los más suaves de Toro que yo haya probado. Color rojo oscuro, de capa alta con un ribete granate. En nariz aromas muy intensos y complejos, apareciendo la madera, notas tostadas, levadura. Posteriormente aparecen notas lácticas, fruta negra, balsámicos. En boca es potente, con muy buena acidez. Un vino muy equilibrado que también produce un frescor, es amplio y largo, el tanino todavía muy vivo muestra algunas aristas que se irán puliendo con el tiempo, largo y estructurado.
(Muestra de barrica). Catado en una reciente visita a la bodega este Pintia está ya embotellado pero aún reposando en botella. Picota violaceo cubierto. La nariz se muestra inicialmente algo reducida -eso de molestar al que descansa, es lo que tiene- y necesita bastante trabajo en copa para mostrar en primer plano recuerdos tostados y un fondo de fruta madura, sobre todo negra y algún toque de mina de lápiz. Sin duda necesita más tiempo para integrarse. En boca tiene buen ataque, un vino con materia y cuerpo, el tanino todavía muy vivo muestra algunas aristas, con amargo suaves, bien de acidez, largo y estructurado. Dentro de la finura que caracteriza a los vinos de Vega Sicilia es sin duda el más "indómito", este dará muchas satisfacciones si se sabe guardar unos añitos...