Fontanafredda Barolo 1958
Fontanafredda Barolo 1958
FICHA TÉCNICA
Bodega
D.O./Zona
Pais:
Italia
Tipo de Vino:
Tinto
Crianza:
Con crianza
Graduación (vol):
13,50%
Varietales:
100% nebbiolo
Precio aproximado
Precio Aprox:
Desconocido
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
9.32
/
97
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
5,0
Opiniones de Fontanafredda Barolo
OPINIONES
4

Muy a mi pesar, esta vez fue la de arena. Después de disfrutar como enanos la misma botella y añada en junio de 2017, su compañera no ha aguantado el paso del tiempo (eran de proveedores diferentes). El color del vino no auguraba nada bueno, rosáceo tenue y con muchos precipitados. Abrimos la botella, la dejamos respirar por espacio de tres horas y procedemos con su valoración a 18°C. El corcho salió entero con el abridor de lamas, tintado en un 80% de su longitud.

VISUAL: De capa muy baja (parece un rosado). Sin ribete y con precipitados. Descoloca un poco porque algunos Barolos tienen esa baja capa, pero claro, la botella de 2017 nos sirve de referencia.

OLFATIVA: Parco en aromas, mostrando algo de fruta fresca pero muy tenue. Agitamos y aparecen fragancias de rosas secas, fúngicos de trufa blanca y apuntes licorosos de duela envinada. De la madera muy poco, atisbos de ebanistería fina, pero nada que ver con la anterior botella. De intensidad media-baja.

GUSTATIVA: Un vino en fase descendente, sin duda la botella ha pasado a mejor vida. Encontramos algo de fruta, pero en general está plano, muy lejos de la botella de 2017. Muestra una cierta acidez, con notas fúngicas, cuero curtido y guinda en licor, pero totalmente apagado, proveedor erróneo por desgracia. Nos tocó la de arena, no todos los días puede ser fiesta. En la videocata la puntúo, pero creo que no es apropiado.

La RCP pues muy mala visto el estado del vino.

MARIDAJE: Nos bebimos una copa con una minipizza a los cuatro quesos. El resto lo usamos para cocinar. Una pena.

VIDEOCATA:  https://youtu.be/kpoaWGT18tE

Salud-os!!

De nuevo tenemos ante nosotros uno de esos vinos que uno espera con ansia y mucha ilusión. Se trata de este Barolo de la grandiosa añada de 1958. Nuestra botella presenta una etiqueta frontal un poco deteriorada y un nivel bastante aceptable, unos 3 cms por debajo del corcho. También viene provista de un pequeño díptico explicativo que cuelga de un cordelito con información de galardones obtenidos, mapa de la zona de los Barolos, graduación alcohólica, etc.
Para abrir la botella lo intentamos con el abridor de lamas pero el tapón hizo intención de irse hacia abajo por lo que le hincamos el abridor de dos tiempos. Al ver que se introducía bien nos arriesgamos hasta el final con sumo cuidado y... sorpresón!!... conseguimos sacar el tapón entero con ese abridor. Por un lado se rajó un poco pero salió íntegro. Increíble amigos. Buenos augurios. Dejamos airear el vino por espacio de tres horas previas a la cata que realizamos a 18°C:

VISUAL: Presenta un precioso color rubí de capa media-baja sin apenas ribete en donde la degradación es apenas perceptible del centro al borde. Muestra escasa lágrima, gruesa, densa y transparente (86).

OLFATIVA: A copa parada desprende intensas notas de mermelada de cereza y un sugerente toque anisado. Al agitar despliega todo un recital aromático: frescos herbáceos de montebajo, de bosque mediterráneo (orégano y pino), apuntes especiados de canela y nuez moscada, fúngicos de "tartuffo bianco" y unos sutiles recuerdos de fruta en licor (peras al vino). Nariz majestuosa, de una elegancia sublime que no cesa de aportar matices. Rosas marchitas, incienso, hoja de tabaco, cacao, notas de roble y un curioso atisbo como a naftalina. Realmente había que dejarlo respirar. A la hora y media estaba muy cerrado todavía, pero a las 3 horas y media está hecho un coloso. Emana perfumes como si no hubiese mañana, perfectamente definidos y de intensidad media-alta, de escándalo después de 59 años. Memorable en nariz (97).

GUSTATIVA: En boca es un Miura, qué punch por Dios! De una potencia descomunal, amplísimo y con un nivel de acidez que impresiona. Está entre un reserva especial riojano del 64 o del 70 y un Único de los años 50. La acidez es el pilar básico en la estructura de nuestro Barolo y los taninos, maravillosamente dulcificados, serían una delicada y elegantísima decoración, el papel pintado. Pura armonía entre la barrica y la fruta, ensamblaje esférico con un paso por boca sedoso y lácteo y con un retronasal licoroso y dulzón como a frutas escarchadas y guindas en licor. También mantiene un fondo amaderado muy envolvente que maximiza la sensación de enormidad, de grandísimo vino con una persistencia de casi cuatro minutos, bárbaro. Es algo indescriptible, va a cumplir 60 años y su acidez descoloca, es bestial, hecho un pincel. Este vino puede mantenerse así hasta que las trufas crezcan en el mar, no le veo el final. Pero qué botella tan bien cuidada por Dios! Vino eterno, equilibrio y elegancia a la enésima potencia, el mejor Barolo disfrutado hasta el momento con permiso del Giacomo Borgogno del 67, pero creo que éste le supera, rozando la perfección! (99).

Decir que a los 3 y a los 5 días con tapón de vacío seguía hecho un gigante, vigoroso y concentrado dando muestra de lo que es un vino grande, un mítico Barolo.

La RCP fue realmente excelente. Esta botella la sacamos por 23 euros en Agosto 2016, otro chollo de los buenos.

Hicimos durar esta maravilla y nos lo cascamos en tres ágapes diferentes: El primero fue un plato de pasta italiana (raviolis rellenos de setas). En la segunda ocasión acompañó nuestro plato de embutidos ibéricos y parmesano y nos terminamos la botella en una tercera cena con unos suculentos entrecottes a la plancha. El maridaje con la pasta fue exquisito aunque debo confesar que nuestro Barolo pedía mucho más, le pasaba por encima vamos. Con el embutido, en especial con el parmesano y con el jamón de bellota sí que fue algo glorioso, qué experiencia, un grandioso vino que jugueteaba con intensos aromas y sabores creando algo mágico. Por último con nuestra deliciosa y jugosa carne estuvo sublime. La mejor de las tres experiencias con el añadido que al quinto día estaba grandioso, imponente, armonía absoluta con los entrecottes.
Por Dios que he disfrutado esta botella como esperaba. Doy fe que las famas de estos Barolos es totalmente merecida, que VINAZO este viejuno italiano amigos!!. Salud-os!!

Rojo rubí, con menor evolución que los anteriores, presenta un ribete que aún lucha por mantener los tonos rojizos y una capa media, claramente más cerrada que en los previos.

Ligera reducción de inicio, para ir abriendo a una nariz de intensidad media, de corte más poderosa y quizá un tanto “rústica”, con fruta en licor, maderas viejas, tabacos, pimienta.

En boca repite esas sensaciones de vino poderoso, sin redondear, sabroso y de buena acidez, marca bien los tonos de tabaco y especiados por encima de la fruta licorosa. Final de buena longitud, ligeramente amargoso.

Todo un Serralunga pleno de carácter, quizá una cara menos “amable” de Barolo.

Enlace al post con la cata al completo y fotos:
https://www.verema.com/foros/foro-vino/temas/1241873-ii-cata-barolos-viejos-cerrando-circulo

Rojo rubí, ribetes rojizos, capa media-alta.
Nariz de media intensidad que necesita aire para ir abriendo tras una cerrazón inicial. Se aprecian notas de flores secas, un incipiente tono de frutas licorosas, cacao en polvo, tabaco de pipa, un elegante buqué especiado, ligeros ahumados, mueble viejo, humedades y un tono mineral. Va a más en la copa.
En boca se muestra algo rocoso, es uno de esos Serralungas de lenta maduración, que parece que nunca se redondeará, no obstante tiene clase y carácter, una fina acidez, un paso redondo y con peso y un final de marcada longitud donde vuelve el peso de la parte madura y especiada, dejando un tanino algo rugoso. Persistente.
Complicados los Barolos de Fontanadredda en aquellos años pues hay que tener en cuenta que Serralunga es la parte más elevada y calcárea de Barolo y en años de maduración complicada los vinos necesita mucho tiempo para redondearse y en algunos casos una vida. Este parece uno de esos casos, pero es un vino de clase y carácter, para fieles bebedores de Barolos.

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