El mejor Barolo disfrutado hasta el momento.

De nuevo tenemos ante nosotros uno de esos vinos que uno espera con ansia y mucha ilusión. Se trata de este Barolo de la grandiosa añada de 1958. Nuestra botella presenta una etiqueta frontal un poco deteriorada y un nivel bastante aceptable, unos 3 cms por debajo del corcho. También viene provista de un pequeño díptico explicativo que cuelga de un cordelito con información de galardones obtenidos, mapa de la zona de los Barolos, graduación alcohólica, etc.
Para abrir la botella lo intentamos con el abridor de lamas pero el tapón hizo intención de irse hacia abajo por lo que le hincamos el abridor de dos tiempos. Al ver que se introducía bien nos arriesgamos hasta el final con sumo cuidado y... sorpresón!!... conseguimos sacar el tapón entero con ese abridor. Por un lado se rajó un poco pero salió íntegro. Increíble amigos. Buenos augurios. Dejamos airear el vino por espacio de tres horas previas a la cata que realizamos a 18°C:

VISUAL: Presenta un precioso color rubí de capa media-baja sin apenas ribete en donde la degradación es apenas perceptible del centro al borde. Muestra escasa lágrima, gruesa, densa y transparente (86).

OLFATIVA: A copa parada desprende intensas notas de mermelada de cereza y un sugerente toque anisado. Al agitar despliega todo un recital aromático: frescos herbáceos de montebajo, de bosque mediterráneo (orégano y pino), apuntes especiados de canela y nuez moscada, fúngicos de "tartuffo bianco" y unos sutiles recuerdos de fruta en licor (peras al vino). Nariz majestuosa, de una elegancia sublime que no cesa de aportar matices. Rosas marchitas, incienso, hoja de tabaco, cacao, notas de roble y un curioso atisbo como a naftalina. Realmente había que dejarlo respirar. A la hora y media estaba muy cerrado todavía, pero a las 3 horas y media está hecho un coloso. Emana perfumes como si no hubiese mañana, perfectamente definidos y de intensidad media-alta, de escándalo después de 59 años. Memorable en nariz (97).

GUSTATIVA: En boca es un Miura, qué punch por Dios! De una potencia descomunal, amplísimo y con un nivel de acidez que impresiona. Está entre un reserva especial riojano del 64 o del 70 y un Único de los años 50. La acidez es el pilar básico en la estructura de nuestro Barolo y los taninos, maravillosamente dulcificados, serían una delicada y elegantísima decoración, el papel pintado. Pura armonía entre la barrica y la fruta, ensamblaje esférico con un paso por boca sedoso y lácteo y con un retronasal licoroso y dulzón como a frutas escarchadas y guindas en licor. También mantiene un fondo amaderado muy envolvente que maximiza la sensación de enormidad, de grandísimo vino con una persistencia de casi cuatro minutos, bárbaro. Es algo indescriptible, va a cumplir 60 años y su acidez descoloca, es bestial, hecho un pincel. Este vino puede mantenerse así hasta que las trufas crezcan en el mar, no le veo el final. Pero qué botella tan bien cuidada por Dios! Vino eterno, equilibrio y elegancia a la enésima potencia, el mejor Barolo disfrutado hasta el momento con permiso del Giacomo Borgogno del 67, pero creo que éste le supera, rozando la perfección! (99).

Decir que a los 3 y a los 5 días con tapón de vacío seguía hecho un gigante, vigoroso y concentrado dando muestra de lo que es un vino grande, un mítico Barolo.

La RCP fue realmente excelente. Esta botella la sacamos por 23 euros en Agosto 2016, otro chollo de los buenos.

Hicimos durar esta maravilla y nos lo cascamos en tres ágapes diferentes: El primero fue un plato de pasta italiana (raviolis rellenos de setas). En la segunda ocasión acompañó nuestro plato de embutidos ibéricos y parmesano y nos terminamos la botella en una tercera cena con unos suculentos entrecottes a la plancha. El maridaje con la pasta fue exquisito aunque debo confesar que nuestro Barolo pedía mucho más, le pasaba por encima vamos. Con el embutido, en especial con el parmesano y con el jamón de bellota sí que fue algo glorioso, qué experiencia, un grandioso vino que jugueteaba con intensos aromas y sabores creando algo mágico. Por último con nuestra deliciosa y jugosa carne estuvo sublime. La mejor de las tres experiencias con el añadido que al quinto día estaba grandioso, imponente, armonía absoluta con los entrecottes.
Por Dios que he disfrutado esta botella como esperaba. Doy fe que las famas de estos Barolos es totalmente merecida, que VINAZO este viejuno italiano amigos!!. Salud-os!!

  1. #1

    Expatriator69

    Fotos:

    • Nuestro Barolo

      Nuestro Barolo

    • El tapón íntegro

      El tapón íntegro

    • El díptico

      El díptico

    • En la copa

      En la copa

    • Con los raviolis

      Con los raviolis

    • Deliciosa pasta

      Deliciosa pasta

    • Con el embutido

      Con el embutido

    • Exquisito jamón

      Exquisito jamón

    • Con la carne

      Con la carne

    • Jugoso entrecotte

      Jugoso entrecotte

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