Restaurante Sangonereta (CERRADO) en Valencia
Restaurante Sangonereta (CERRADO)
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:

Añadir vino por copa

Precio desde:
24,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Sabado a mediodia y domingos todo el día.
Nota de cata PRECIO MEDIO:
47 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.6
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.2
Comida COMIDA
8.3
Precio medio entorno ENTORNO
7.4
RCP CALIDAD-PRECIO
7.9
Restaurante Sangonereta postre
Entremeses valencianos
Restaurante Sangonereta privado
Restaurante Sangonereta
It may not look as much, but this was REALLY good (see my review): Nutella
Mojito: Rum jelly, mint sorbet and lemon foam
Millefeuille of foie gras, goat cheese and mango with pickled ginger, caramelized fig and black sesame
Ensalada de boquerones
Detalle del comedor
Restaurante Sangonereta -solomillo
Restaurante Sangonereta -terrina de conejo de monte
Restaurante Sangonereta-crema de queso
Opiniones de Sangonereta (CERRADO)
OPINIONES
117

Era un restaurante del que había oído hablar muy bien, así que me dejé recomendar. El sitio no me defraudó, los platos preparados con esmero y muy buena calidad, el servicio del vino correcto.

A mitad de la cena salió el dueño y hablamos un buen rato, se le nota que le gusta lo que hace lo cual es siempre de agradecer y se transmite en los platos.

En fín, un sitio al que volveré sin duda.

Hacía tiempo que quería visitar este restaurante. Reservé a través de internet reseñando expresamente que éramos NO FUMADORES. No obstante, nos ubicaron en una sala, junto a otras dos parejas DE FUMADORES EMPEDERNIDOS, que, por supuesto, no nos permitieron disfrutar convenientemente de nuestra cena. El servicio, correcto, aunque la muchacha, aparentemente del Este de Europa, que hace las veces de maitre, tiene dificultades para comprender y para expresarse. La comida, muy, muy buena y bien elaborada. Yo degusté una magnífica terrina de conejo, y un solomillo con foie caramelizado, realmente extraordinarios. La carta de vinos, no excesivamente extensa, y, eso sí, carísima. Nos decantamos por un Obscur, sorprendente y bastante aceptable. Tal vez vuelva cuando cambien la carta.

Local al que me gusta volver periódicamente por razones obvias. Calidad y buen servicio.
En esta ocasión tomamos de aperitivo: Sopa fría de melón con dados de bacalao confitado
Menú degustación:
Micuit de foie envuelto en una hoja de espinaca con ensalada de crudités y aceite de vainilla
Steack tartar con helado de torta del Casar y galleta de parmesano
Lomo de atún con cebolla confitada, marmitako emulsionado y falsos tagliolini de su consomé
Paletilla de cordero a baja temperatura con guisantes , emulsión de menta y un turrón de patata y pistacho
Nuestro mojito a modo de postre (gelatina de ron, sorbete de hierbabuena y zumo espumso de lima-limón)
Horchata con fartons (Sorbete y mousse de horchata con fartones crujientes)
Para repetir con más frecuencia.

http://www.ojoalplato.com/archives/3339

El pasado 6 de Julio fuimos a probar el menú de Cuina Oberta a medio día... Como siempre disfrutamos de una cocina con fundamento, con excelente materia prima, ligada a los productos de la tierra y a la gastronomía local pero con un adecuado toque de creatividad. El local tiene una estructura peculiar, con las habitaciones de una casa antigua, con mesas bastante separadas, buena vajilla y coperío y una carta algo ajustada pero con cosas interesantes. Comimos de cine!!!

Repasando correos, inserción de comentarios y demás, acabo de localizar un correo de Javier en el cual me facilita el menú que le solicité me enviara por correo electrónico y entono el "mea culpa" por no haberlo insertado antes. Mejor tarde que nunca dicen en mi pueblo. 1ª y única visita hasta el momento. Nos ubicaron en el primer reservado. El trato fue afable y discreto. Muy bien el servicio del vino a cargo de Javier.

Esa noche tomamos el menú degustación (25 € pax) el cual constaba con los siguientes platos:

- Coca de sardinas.
- Ravioli de espuma de parmesano.
- All Cremat.
- Terrina de cordero.

Bodega:

- Clio 2006

* No recuerdo si tomamos o no postre.

Un saludo.

Demasiado tiempo hacía que no volvía a este restaurante, el que es para mí, uno de los grandes de Valencia que a menudo se olvida incluir en las listas de los top.
La cocina de Sangonereta es de producto, de detalle, de pinceladas escondidas que hay que descubrir, con raíces y matices muy personales en cada plato.
Nosotros siempre dejamos a Javi elegir nuestro menú, tenemos plena confianza en él y siempre nos sorprender. Amparo está en la cocina siempre dispuesta a innovar, a escuchar a los clientes y a esforzarse en hacer las cosas bien, así que nunca tengo dudas y me siento a que me saquen "lo último".
Esta vez tomamos el aperitivo gentileza de la casa: una sopa de queso de cabra con tomate confitado que estaba riquísima. Una buena manera de comenzar el menú. Continuamos con un bonito marinado en salsa de soja y vinagre de arroz, con una espuma de táperas y una tierra de aceitunas negras. Solo por el sabor del bonito merece la pena pedir este plato que me pareció, sencillamente perfecto, equilibrado de sabores, de acidez, con ese punto dulce y salado de la salsa de soja...
El segundo entrante tampoco deja indiferente, una vieira con tartar de orejones y longaniza de pascua con una sopa de sandía. De nuevo reina el equilibrio, las notas saladas de la viera con la longaniza de pascua y el contraste con los orejones y las notas dulces de la sopa de sandía.
De plato principal tomamos un cordero con turrón de pistacho y patata y una espuma de menta. La textura del cordero me hizo pensar que habían comprado un Roner, pero no, buena técnica con el fogón que consigue una textura excelente. La espuma de menta le da un toque fresco con recuerdos a cocina árabe que tanto me gusta.
Tomamos para finalizar dos medios postres: un mojito elaborado con gelatina de ron, sorbete de hierbabuena y limón confitado, fresco, original por las texturas y juego de sabores y muy rico. Para finalizar el galardonado postre horchata con fartons, una mouse y un sorbete de horchata con una sopa de canela y unos cintas de fartons. Un postre que, al margen del folclore, merece ser probado.
En cuanto al servicio del vino y las copas, todo correcto. Tomamos espumosos en copas Schott perfectamente envinadas, servidas y a buena temperatura. La carta está en pleno cambio así que nos dejamos guiar por los consejos de Javi.

Dicen que es una antigua casa y la verdad es que tiene todo el aire de planta baja valenciana, recibidor, pasillo y habitaciones que hacen ahora de reservados muy íntimos, incluso el del fondo por el que bajas un escalón bien podría haber sido la despensa o bodega. El local resulta acogedor, sencilla decoración de buen resultado, buena vajilla y una copas versátiles.
La cocina es de calidad y bien presentada, preparada en medias raciones (a valorar siempre), panes a elegir entre cebolla y aceite (bien a secas). Aperitivo inicial de gazpacho de sandía que me produjo una grato recuerdo, ya que sus aromas me recordaban a los melones y sandías que guardaban mis abuelos en la cámara, cuando la corteza de esos frutos empezaban a madurar. Steck tártara de buey con helado de torta del casar y tostada de parmesano; reconozco el equilibrio de este plato al no pasarse el sabor de la torta, cosa que tampoco me hubiera importado ya que es un queso que me lo como a cucharadas. Terrina de conejo con consomé de setas; buen entrante, tostadito por arriba y cocido por el centro, con parte de su jugo en el fondo. A continuación un plato de cordero al que no le puedo poner título, porque aunque se cantó, no lo leí al estar fuera de la carta y no pude retenerlo, sencillamente me pareció exquisito, de sabor profundo. Tanto es así que anuló en parte uno de los que al parecer es de los más demandados, el cochinillo a baja temperatura con allioli de membrillo y cebollitas galseadas si no recuerdo mal; quizá se tuvo que invertir el orden al servirlo. El postre fué espectacular, me encantó, una copa de mojito en varias texturas, gelatina, helado...
Esta "microquedada" con el forero chini se vió desdibujada por el servicio del vino. Pedimos un Alto Landón 2004 que resultó estar pulido de más, nada que objetar a esto, elegante y sedoso en boca. Lo traen abierto a la mesa y a la hora de servirlo solo caen dos gotas, sin tiempo a reaccionar, bueno si, un encuentro de miradas, traen el decantador con el vino servido. El bueno de Vicente se sintió incomodo por esa responsabilidad añadida que da el haber elegido el sitio y más con una persona que no había ido nunca como era mi caso. Mi incomodidad era doble por este pequeño desaguisado y por él. Hubo gestos de desaprobación y de cierta ofensa por haber dudado por nuestra parte tras la explicación dada, gestos que también continuaron tras habernos cambiado la botella y haberle solicitado el quererla en la mesa, no veo nada raro en ello, siempre lo haré así, y más en mesas tan amplias.
Finalizamos con un gin tonic de Miller's con Sweeppes que encareció bastante la cuenta, muy bien preparado, con lima y bolitas de enebro, en buenos vasos aunque de propaganda, mejor en unas buenas copas.
Sensación totalmente agridulce por la que volveré seguro, para resarcirme en esa 2ª oportunidad que le pienso dar, ya que por el sitio, por el local, por la cocina y por el servicio que seguro esa noche fué más un desencuentro que otra cosa, merecen.

Despues de 89 comentarios sobre este restaurante y casi un 8 de media, tenia mis dudas en añadir otra valoración, pero al fin y al cabo es la manera de demostrarles que son uno de los grandes de Valencia.
Primero de todo, comentar un despiste nuestro, revisando ahora las condiciones de la tarjeta verema, veo que el descorche del vino, no se permite con el menú sangonereta de noche, gran despiste nuestro porque pedimos el menu sangonereta y llevamos un par de botellas de Santa Rosa. Javier no nos comentó absolutamente nada, asi que hasta hoy no me he dado cuenta que metimos un poco la pata, grandisima profesionalidad de Javier, ya no por ese detalle, sino por la magnifica velada que nos hizo disfrutar.

De la comida y del servicio, poco mas que no se haya dicho. Retractarme sobre mi anterior nota sobre el entorno, esta vez mesa para 6 en un reservado que tienen al final de la sala, elegante, con toques de habitación de casa antigua con techos altos y donde se encuentra la bodega.

El menú que nos preparó consistió en aperitivo de sopa de melón con tartar de atún, ensalada de flores y lechugas con sardinas marinadas, terrina de conejo con un salteado de setas y como plato principal bacalao confitado o carrillera. Todo me encantó!!!!

Finalizamos la cena con un postre, con chocolate en varias texturas y galleta y con un vino dulce que nos sacó Javier.

No pongo precio porque no vi la cuenta.

Menú de mediodía-y qué menú!!-Aperitivo-sopa de melón con tartar de atún-dos entrantes-carpaccio de buey con foie y balsámico;y ensalada con queso de cabra y flores-(riquísimos ambos,frescos,potentes,muuuu.. ricos-.Para rematar,un suculento arroz meloso de cangrejos,"pa chuparse los dedos".De postre una deconstrucción de"selva negra"(chocolate,sorbete de fresa,albaricoque...).Sin duda el mejor menú "anticrisis"que he probado.Todo ello regado por un par de botellas de Oscar Tobías Blanco,con cuerpo,madera,aromas....En definitiva,un éxito.El precio,es sin vino.Buena RCP.Mención aparte la del pan,que ya elaboran ellos y que destaca por sí solo;tanto el de aceite como el de frutos secos,que son los que probamos,rallan a un gran nivel.!Hasta pronto!

Gracias a Verema me decidí a organizar una pequeña comida de negocios para 6 personas en Sangonereta y desde luego fue un acierto. Aprovechando la forma del local nos pusieron en una mesa para 6 en un pequeño reservado. Muy buen servicio, quizás algo lento (la comida duró algo más de 2 horas). A destacar la amabilidad y las recomendaciones, da gusto cuando te saben aconsejar. Yo tomé el steack tartar, excelente, aunque el resto de entradas, sobre todo el mar y montaña tenían una pinta buenísima. De plato principal nos recomendaron una paletilla de cordero cocinada a baja temperatura de la que no quedó nada en el plato. De postre me atreví con la Horxata con fartons. Soy de los que va a Alboraya y pide un granizado de limón, pero la sugerente explicación me convenció y no me defraudó, nada pesado y la verdad delicioso, la Horxata es una especie de helado y el farton me recordó por textura a la pannacotta.
Para beber pedimos Pago de los Capellanes, pero al advertirnos que solo les quedaba una botella nos ofrecieron el Astrales, nos dejamos guiar (tomamos 2) y nuevamente acertamos, no lo había probado y realmente me gustó.

Volveré sin duda.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar