Ya se que no voy a contar nada nuevo pero......¡Et voila!.Tras varias visitas a título particular,tengo la oportunidad de compartir "sesión", de las de verdad con nuevos amigos,algunos foreros de Verema.Las horas previas son de inquietud y expectación máxima por mi parte,me digo...¡Comer,beber,ver,escuchar y callar!(siento no haber cumplido lo de callar).Tras una fachada antigua, aparentemente de un mesón como hay cientos,al entrar te das de bruces con una gran fila de "botellitas"de Petrus que a modo de directo de derecha parecen decirte:¿Mesón?¡Chaval,este templo es sagrado!¡Como la Pietá en San Pedro o El Moises en San Pietro in Víncoli!¡Todo lleno de obras de arte eno-sacro!
¿El vino?Se le supone,como el valor en la mili.Pues bien,de extraordinaria calidad aunque nos quedamos algo cortos de cantidad (emho) en esta ocasión.Blancos de Riesling Trocken Dönhoff 07,Marques de Murrieta 82 ,Chateau Couhins 70,Chateau Chalon 86 de Jean Macle,tintos de Viña Real 81,Clos Syrah Leone 96 y postres con Schloss Johannisberg Riesling Eiswein 99.(Remito a quien quiera información detallada al blog de EuSaenz,un crack)AHH¡Se me olvidaba!!acompañando esos vinos (junto a las explicaciones y sabios comentarios de Andrés y Eugenio)pasaron por la mesa varios decantadores y unas 60 copas para todos(8 comensales)
¿La comida?Fantástica y sencilla,de sabores francos y sin salsas que enmascaren el sabor de la materia prima y/o los vinos.Chacinas de Joselito,Queso manchego,salmón ahumado Carpier(Que caro y...que rico)croquetas de jamón jamón,mollejas de lechazo auténtico,pescado fresco en su punto de plancha(generosa media ración) y entrecot de novilla muy ,pero que muy bueno y tiernecito.Postres variados caseros y ricos
¿La compañia?"Fetén".Gracias Eugenio,Andrés y demás amig@s por un gran día que espero se repita pronto.

Viajamos desde Mallorca para ratificar los comentarios anteriores. El resultado insuperable. El trato por parte de Antonio y de Andrés, magnífico. La cocina, estudenda, con muy buen producto. Tomamos ventresca de bonito con pimientos, un riquísimo revuelto de setas con bacalao y un estupendo solomillo al queso de tresviso. Para q no todo sean flores, decir que falla un poco el postre. En cuanto al vino, indescriptible el placer al tratar con Andrés y simplemente... dejarte llevar a un mundo de sueños entre Donhoff rieslin, el estratosférico la falaise y el inenarrable PX la bota nº5 del eqipo Navazos. Volveremos!!!

Como siempre un autentico museo del vino, buena atención y excelente materia prima.
Un clasico de la capital cantabra que no falla.

Pescados y carnes de primera, embutidos y cecina excelente ,cocina de mercado y de la tierra.¿Para que tanta elaboración? LA CATEDRAL del buen vino, nos teletransportamos a otros tiempos en La Rioja y Madeira,Andrés nos hizo subir al paraíso,fue un placer.

Poco más que decir. Buena materia prima tratada de forma muy satisfactoria en pleno centro santanderino(mollejas, pescados al horno, ibéricos, verduras, carnes a la plancha, etc) y un tratamiento del vino impecable, hecho por alguien que disfruta de este mundo un montón y que te lo transmite en cada momento con unos conocimientos fundamentados en años de trabajo. Es un auténtico PLACER acudir a este templo del vino a aprender cada día más. Gracias Andrés, Diana y demás porque en cada visita apreciamos lo que nos hacéis vibrar y el poso que queda es imborrable. Disfrute tras disfrute.

Un año después de mi primer comentario y tras cuatro nuevas visitas vuelvo a confirmar que para mí no hay ningún restaurante en España donde se disfrute del vino como se hace aquí.

Sólo el recordar algunos de los vinos bebidos me pone la piel de gallina: Egly-Ouriet Blanc de Noirs VV, Champagne Leclapart L’Apotre 2001, Dönnhoff Hermansholle Trocken 2002, Vosne Romanee Clos du Château 2005 Comte Liger, Vega Sicilia Reserva Especial “Unico” lote de 1990, Marqués de Murrieta Reserva 1954, Château Pavie 1952, Marqués de Riscal Reserva 1925, Dönhoff Hermansholle Auslese 1994, Egon Müller Scharhofberger Spätlese 1994, etc., etc., etc.

Servidos, explicados, vividos e interpretados por alguien que ama el vino y consigue que tú lo ames y disfrutes igual que él: Andrés Conde. Todo un ritual cada vez que abre una botella y la sirve.

Por si fuera poco la comida, basada como siempre en una excelente materia prima, complementa perfectamente a los vinos. Doble disfrute.

La religión que profesamos los amantes del vino debería tener entre sus mandamientos la obligación de “peregrinar” al menos una vez al año a esta catedral enológica. Yo lo recomiendo fehacientemente. Imprescindible.

Siempre que paso por Santander tengo parada obligatoria en el restaurante de Andrés Conde, gran sumiller, gran persona, gran amante del vino. La verdad es que cuando ves esa carta de vinos y, sobre todo, cuando hablas con el propio Andrés, te das cuenta lo poco que sabes y lo mucho que este hombre te puede enseñar de este fabuloso mundo. Comimos una picadita compartida con anchoas del Cantábrico (de las de verdad), un fabuloso pastel de berenjena y unas gambitas, seguido de un plato de pescado (el autóctono San Martin) y un postre casero. Para beber, como es habitual, nos dejamos aconsejar y en esta ocasión nos sorprendió con un fabuloso Mersault Les Luchets de Domaine Roulot de la añada de 1995 ("esta es una añada que se puede tomar ya", nos confesó Andrés). De postre, un delicioso Madeira de Malvasía de 15 años de Henriques&Henriques. Hasta mi próxima visita a la ciudad, porque, sin duda, volveré.

- Otro año más.
- Este verano 2006, de nuevo algunas "jam sessions" en Santander.

- Se dieron cita clásicos y tradicionales, con innovadores también, todos ellos en programación bien planteada y mejor resuelta por Andrés Conde y su grupo.

- Este año maganos de nuevo, y pescados frescos, -manejados con maestría a la plancha-, asados castellanos, carnes, entradas y postres caseros...son siempre actores importantes en estos eventos.

- y ... Dönnhoff’05, Larmandier Grad Cru de Cramant’02, Bibiss’05 de bodegas Dagón, St. Joseph Reflet’01, Gevrey-Chambertin’99 de Dominque Laurent, Poire de Eric Bordelet, Pierre Bise Les Rouanniers’90 y Chaume’03, Palo Cortado Scully de Matador, PX Viejísimo de El Maestro Sierra,...

- A destacar, la muy significada participación de "Igay’64 de Marqués de Murrieta" y de "Viña Real’62 de c.v.n.e.", ambos como representantes de la Rioja más clásica ¡ menuda capacidad de interpretación, memorables sus sesiones !

- Antonio y algún remero de la bahía, te despiden con sonrisas cuando terminas las sesiones.

- Con festivales de verano de este nivel, no es de extrañar que los aficionados saquemos abonos con antelación.

Todo un clásico en Santander, sus paredes están decoradas con una fabulosa y fastuosa colección de botellas entre las que tenemos muchas añadas históricas de los grandes Españoles y Franceses. Un auténtico museo del vino. El local respira rancio abolengo por los cuatro costados, pero no es incómodo y la atmósfera que se crea es especial.
Ya en la barra vemos las intenciones y nos tomamos un riesling 2005 de Dönnhoff con los aperitivos. Y cuando nos sentamos a la mesa y nos ponemos en manos del Sumiller y “alma mater” del Restaurante, Andrés Conde, entonces comienza la fiesta.
La carta de vinos es impresionante por la calidad de las referencias. Andrés es un “loco” del Champagne y de Borgoña y por tanto sus gustos coinciden plenamente con los míos. Éxito por tanto asegurado. Los precios varían mucho según sean vinos que él lleva directamente o no. Tomamos un fabuloso Champagne Larmandier Grand Cru Cramant del 2002, un oasis de terroir que deja en nada a cualquier alimento. Y después con el postre, Andrés nos obsequió con un sublime Coteaux du Layon “Les Rouannieres” 1990 que nos puso casi a la altura del cielo. Y después llegaron las Sidras Normandas de Eric Bordelet...
¿Y la comida? Pues muy bien. De corte clásico y sencillo y basada en muy buenas materias primas bien cocinadas. Excelentes pescados y mariscos y buenos postres caseros.
Un auténtico homenaje al vino representado en la persona de Andrés, un excelente sumiller y mejor persona. Imprescindible.

- Tarde pero repito comentario, y lo hago con la mayor satisfacción que produce el recuerdo.
- Me vincula a mucho a la "Bodega La Cigaleña" mi afición.
- Nunca, nunca, nunca, habíamos estado en una meca del vino como esta durante este año 2005.
- Este pasado Agosto de 2005, guiados exclusivamente por Andrés Conde, lo hemos conseguido otra vez:
*** Clos des Capucins ’82 Domaine Weinbach de Theo Faller. Riesling Alsaciano; un niño; un regalo; gracias.
*** Domaine Comte Armand Mersault ’01.
*** Sidra Poiré. Normanda. Elaborada por Eric Bordelet. ¡¡¡ solo 3º !!!
*** Larmandier Bernier. Rosé de Saignée ’02
- Y además, Château de la Negly del Languedoc, y algún Premier Cru de Pommard,...
- Y maganos ( si repetimos maganos encebollados y a la plancha), y vieiras también encebolladas, y bonito a la calabresa, y como fríen la morcilla, y como se acompaña en la barra con un Riesling Trocken de Dönnhoff.
- Volvemos...en Navidades 05/06.
- Y si puedo acompaño a Andrés de transportista a Borgoña, ya se lo dije el año pasado pero lo repito sin pudor.