Anàrem per primera vegada en companyia dels meus cunyats, i en sorprengué molt gratament
Primer acto al completo de la peña Restaurantera en su visita a la zona de la Marina, Alicante, guiados por nuestro amigo Toni Grimalt, que nos tenia preparado un magnifico programa gastronomico para conocer la cultura del buen comer y mejor beber de estas tierras.
En esta ocasión se reúne oficialmente la Peña en el local de un viejo conocido de este foro, Rubén y también buen amante de la buena mesa.
Quizás por eso de que ha sido cocinero antes que fraile, nunca mejor dicho, que ha pasado de su cariño por la gastronomía a trabajar para trasmitir ese cariño a la mesa, en donde los comensales se dejan llevar por su conocimiento.
Si quieres comer bien y beber mejor pásate por Gandia y entra en Vins i mes, ya lo dice la traducción, vinos y mas.
Bueno a lo mollar, cita obligada y reunión de amigos, dos veces al año nos juntamos alrededor de una afición, la gastronomía, lo pasamos muy bien y aunque agotados del esfuerzo físico, siempre deseando que vuelva pronto el próximo encuentro , creo que más de dos, este cuerpazo no aguantaría, son jornadas maratorianas, cenas, comidas, visitas a bodegas, jornadas de queso, visitas para conocer ricos aceites o como en esta ultima reunión, almuerzo típico de la Marina , por gentileza del amigo Toni , en su casa , con productos de la zona , salazones , cacahuetes del collaret , mini cocas de verduras , capella , los ricos figatells y para mi lo mas extasiante los erizos de mar , aunque todavía no estamos en plena época , un amigo del Toni nos los proporciono , que ricos y otro amigo le ayudo a montar todo y también aporto cocina , fue una experiencia enriquecedora , muchas gracias Toni y Ximo y no me acuerdo del otro amigo , pero le apodare el erizos , con cariño , que suerte compartir mesa con todos vosotros .
Bueno , pero eso fue a la mañana siguiente, que me disperso, la noche del viernes paso entre charlas gastronomicas y no tanto, con buenos productos de la zona y no de la zona y con buenos vinos .
Cuando llegamos ya teníamos en nuestras mesas información personalizada del menú , de los vinos y de los asistentes , son detalles que ya te dicen que has acertado en juntarte en casa de Rubén , que esta preparándote una velada como si de unos amigos fueran a comer a casa .
Empezamos con una rica berenjena asada, rico sabor a brasa, bonito en salazón, sin ser excesivo, hay salazones de la zona que no puedo con ellos, este se comía bien , y turrón de cacahuete, rico contrate y divertida textura.
Mullaor, cosas para mojar con pan, le entendí a Rubén, puré de patatas, un poco de pericana, más suave que la alcoyana, si se me permite la observación, capella , pulpo braseado , tomates escaldados y rica cebolleta , entraba muy bien , un plato fresco , gracias al tomate y la cebolla .
Gazpachuelo de sepia, me encanto, no lo había probado nunca, comento Rubén que el gazpachuelo es malagueño, y que su abuela se lo hacia mucho, el lo hace con un suquet de pescado que tritura y ligan con mayonesa, y luego en vez de la sepia, ponen las huevas de sepia, para poder comerlo a cucharadas , muy rico .
Calamar en su tinta, algo más grandes que los txipis que comemos por aquí, pero de una textura y sabor muy buenos, bien cocinados y la salsa de su tinta muy suave.
Un poco de atún para compartir, rojo del mediterráneo, pasado por plancha y con dados de tomate, muy bueno, si señor.
La chuleta, hermoso ancho de hueso, madurada sesenta días, quizás le faltaba un poco de infiltración de grasa, para llevar mejor la maduración, pelin fuerte de sabor y olor, agradezco el detalle de meterle a un vasco chuleton en el menú, y el esfuerzo económico, ya que estas cosas maduradas tienen sus costes y entre la comida y la bebida, realmente dudo que algún beneficio le quedase, bueno uno fijo que si, agradecimiento eterno por la velada.
Pues además unas tablas de queso, con al menos que yo recuerde cuatro variedades y para rematar un postre variado, resopon lo llama Rubén, flan, creo que de calabaza, helado de turrón y alguna cosilla mas , ya no me acuerdo , se me nubla la vista después de semejante festín .
Para beber y decir que no me acuerdo del orden, pero si del acierto de cada vino para cada plato, os relato la lista, todos ellos en formato mágnum, cada uno con una copa diferente y bien servidos, una gozada.
Cava Raventos Rosell.
La Goya, jerez.
Montbourgueau 12 Etoile.
H.Pelle Blanchains 14 Menetou Salon.
Cristian Moureau 15 chablis.
R. Denogent Les Taches 14 Macon Fuisse.
Daniel Bouland Corcelette 15 Morgon.
Sentencia 11 Utiel Requena .
Pandorga 14 Jerez.
Más cafecitos y copa, el que quiso, una velada perfecta.
Soy incapaz de valorar o puntuar esta experiencia, no puedo medir en el sistema métrico decimal, ni en ningún otro, este rato bien echado con mis amigos de la peña, con Ximo, los amigos de Jose, el Mesias, el equipo de Ruben, etc, así que solo me queda agradecer a toda la gente de la Marina como nos han recibido y como nos han agasajado, Amunt la Marina y sus gente, Ostias.
Si vas a Gandía y te gusta el vino, pregunta por Rubén.
Pero chico, qué a gusto puedes llegar a sentirte en este local ubicado en el más rabioso centro histórico, frente al palacio Ducal, de estilo informal-modernote-ecléctico, fresco y acogedor.
¿A gusto por qué? Por encima de todo, por Rubén.
¿Sabes esa sensación que a veces se tiene en cuanto hoyas el primer baldosín de un local de que te lo vas a pasar bien? ¿Sabes esa sensación que tienes cuando se te presenta el alma máter de un restaurante y te saluda mirándote a los ojos y ya tienes la seguridad de que ese tipo está ahí única y exclusivamente para complacerte, para hacerte feliz?
Pues eso se siente en Vins i més en cuanto aparece Rubén y se da cuenta de que te va el rollo, de que te gusta el mambo, de que eres uno de los suyos.
- ¿Qué queréis cenar? En estos sitios solo cabe una respuesta: Lo que tú nos saques.
- ¿Y qué queréis beber? En estos sitios solo cabe una respuesta: Lo que tú nos saques.
Y nos sacó de cenar:
• Tosta de ahumados: sardina, pimiento y berenjena
• Tartar de atún rojo
• Buñuelos de bacalao con all i oli de miel de caña
• Tataki de bonito
• Tabla de quesos
• Torrija
Y lo maridó con… Pincha aquí y verás la foto de los cadáveres
La tosta de ahumados, sencilla y brutal, con la berenjena que parecía haber absorbido todo el humo de todas las fogatas de la Safor, la maridó con una soberbia manzanilla de nombre Barbiana.
El tartar de atún rojo, sabroso y muy bien presentado de modo que tú te lo terminabas de apañar en el plato, con un sauvignon blanc verdoso, Domaine Pellé Le Carroir 2014, espectacular la conjugación. Cómo limpiaba cada buchito la boca y la rallaba de limonada con melocotón ácido preparándola para el siguiente bocadito graso.
El buñuelo de bacalao, denso y sápido, acompañado con esa “alioliada” miel de caña -que en su día según nos comentó fue uno de los pilares económicos de Gandía-, con un Pinka 2013, un peculiar blanco gallego de una variedad autóctona llamada caíño.
El tataki de bonito (qué minusvalorado está el bonito, donde esté un buen bonito de temporada, a ver qué atún se le pone farruco), con una chardonnay borgoñesa de campanillas, Philippe Colin Chassagne-Montrachet 2013 (¿2013?, ¡parecía 2003!). Uahhhh, qué armonía, cómo bailaban estos dos titanes, el bonito y la chardonnay.
Con los quesos, doble maridaje. Todos artesanos y difíciles de encontrar y de los cuales no me quedé con el nombre de los productores, pero eran: Manchego semicurado – Tronchón turolense – Idiazábal ahumado – Cabrales. Excelentes tres de ellos, no alcanzaba ese rango el Idiazábal, era sólo humo. Armonizados sabiamente los tres primeros con un Oporto Quintana do Infantado White, y el azul con un sublime Madeira Barbeito Malvasía Reserva, otro baile de salón que arrancó cerradas ovaciones. Azul y Malvasía ganaron el concurso de baile, derrotando en la final, por décimas apenas, a Bonito y Chardonnay.
Y la torrija, que estaba que te mueres, con su canelita, sus pasas y su moscatel, la sacó con un moscatel jerezano, Moscatel Zuleta. Bien pensado, pero aquí Moscatel era claramente inferior a Torrija, así que le pedimos el favor a la portuguesa Malvasía, y se avino a nuestros caprichos deleitándonos con otro baile maravilloso con Torrija, al cual hizo parecer mejor bailarín todavía de lo que era.
Algo muy común esto último en todo el espectáculo orquestado por Rubén, pues elige bailarines de pedigrí, pero sencillos, desprovistos de florituras, y los pone a bailar con divas, con virtuosas, que son quienes en realidad marcan el paso, dirigen la pareja al uso de los matriarcados vascos,
En fin, que fue una velada maravillosa, aderezada con comentarios de Rubén, con las sabias presentaciones de sus bailarines, con la exposición de su ideario…
Si te saca un vino y no es nuevo para ti, lo retira y te abre otra botella. Qué crack. Quiere que pruebes cositas. Y sólo tiene vinos de gente que conoce, de bodegas que ha visitado y le han gustado. Y les carga, en ocasiones, márgenes ridículos.
¿Estás por Gandía? ¿Te gusta el vino? ¿Te gusta comer bien? Ve a Vins i més y pregunta por Rubén. Por menos de 40€ vas a disfrutar de lo lindo. Palabrita.
Tras tantos veremeros ilustres con buenos comentarios, había que probar si era verdad que es un local con un trato más allá de un servicio. Y no era real, ¡¡¡se quedaban cortos!!!.
Un día gris, de lluvia (de los 10 días al año que llueve), lunes, después de trabajar en domingo, llamamos y además no va a estar Ruben. En un tris de anular la salida, pero como somos cabezones, para allá que nos vamos.
Del local poco que comentar. La carta de vinos es la que ha elegido Ruben yendo a visitar las bodegas, así que convencido está que el vino que ofrece es de garantía; muchos vinos interesantes y con pocas opciones de cada cosa, pero muchas cosas para elegir, y también fuera de carta.
Nos ponemos en sus manos porque ya había dado todas las instrucciones necesarias como si estuviera presente.
Mientras empiezan a llegar los platos tenemos un pan correcto con dos aceites a cual mejor: Masia El Altet multipremiado y Finca La Micola 2014, uno de los de menor producción de la comunidad valenciana (al menos hasta 2013). Difícil de encontrarlos hasta en restaurantes estrellados.
Para comer elegimos el menú, pues parecía (y lo fue) suficiente:
. sardina ahumada con berenjena ahumada y pimiento: buena combinación donde el ahumado está presente pero sin nublar al resto de sabores.
. ensalada de primavera: con la parte verde (rúcula, endivia..) y otros ingredientes interesantes: daditos de bacon, queso blanco, cherrys, fresas, láminas de queso manchego.. Fresca y agradable.
. crema de tomate con cebolla deshidratada y algún ingrediente más que no identifiqué. Buena, sabrosa, apetecible (y más con la lluvia) con una consistencia muy buena, bien tamizada.
De principales a elegir:
. salmón plancha: buena pieza, buen punto de fuego aunque la zona de apoyo sin piel se quemó un poco, muy bien de sabor.
. hamburguesa de chuletón elegida al punto: buena carne, bien de punto, precisa de la salsa chimichurri que la acompaña para no quedar poco sabrosa (las especias están en la salsa y no en la carne); sobre una base de puré de patata que estando bueno no aporta visual al plato; sobre todo ello cebolla pochada. Creo que montado en plato llano unas cosas al lado de las otras mejoraría la estética.
Gran acierto el que pudiéramos probar de forma individual ambos platos, incluso cada uno en su punto de carne elegido.
Postres:
. torrija al horno con helado de turrón y con pasas: muy bueno de sabor tanto el helado como la torrija.
. couland de chocolate con helado de mantecado: aunque fue avainillado, estaba bueno; el chocolate bien elaborado.
Pero lo mejor estuvo en el apartado líquido (y eso que no llevábamos chófer):
Para la comida, seguimos su recomendación: Furvus 2011, un Montsant en plenitud.
Para los postres: vinos dulces; lástima que tuvo que ser una cata por aquello de conducir, pero fueron:
. Furtiva Lágrima 2013
. Oloroso Real Tesoro
. Porto Infantado
. PX Urium
Tuvimos que declinar en gintonic ofrecido. Lástima.
Un local donde además de que se come bien, se disfruta. No quiero ni pensar si llega a estar Ruben.
¿Precio? Un regalo. No pagué yo. El menú a secas (sin bebida) 17€.
Además la sensación de que con un poco de organización y tiempo puedes hacer un gran evento. Hay potencial para más.
Y no es el blog del amigo isacc , es la definición del rato que pase con mis amigos levantinos y con Ruben y su equipo.
Ultimo local de mi periplo levantino, no se si deje el mejor para el final, pero sin duda tenia muchas ganas de conocer el local de Rubén y equipo, por lo escrito en esta pagina y por comentarios de amigos que han estado, como he dicho deje para el final, si no el mejor, si en el que mas a gusto iba a estar, ya que además de estar dirigido por gente que sabe y le gusta la gastronomía , me reunía con mis amigos levantinos , solo me falto la familia , pero Ana y Uxue , estaban deseando que las dejase descansar un día de comilona , así que todo el mundo feliz.
El local esta descrito y el personal también, pero quiero ser pesado y decir que se nota mucho la diferencia entre comer en un negocio llevado por un amante de la gastronomía y el vino y además un profesional y comer en un local solo de profesionales que hacen bien su trabajo, pero que no tienen esa pasión que se respira en el local de Rubén.
Todo perfectamente organizado, incluso su menú escrito, ya nos conoce, es uno de los “nuestros” y sabe lo que queremos y como.
Boquerones de la lonja, mejillones en escabeche casero, magníficos me quede prendado del mejillón, gran tamaño y muy rico.
Salmorejo del Perelló, que bueno es hacer bien lo sencillo y no liarse en lo superfluo.
Ensalada de algas y berberechos, me encanta el alga wakame, con tiras creo que de calabacín, y buen tamaño de berberecho.
Sopar de pobres, coca, pimiento, sardina y huevo, siempre que un plato lleva el apellido, de pobres, es un contundente y rico plato, patatas a lo pobre, etc.
Chipirón cebolla, mucho sabor, uno es de tierra de chipirones y bien hechos siempre gustan, como es el caso.
Bacalao con arroz, no debía faltar un arroz y con uno de mis pescados preferido, el sabroso bacalao, perfecto.
Mar y montaña de sepia con manetas y patata, mucho sabor y con estas raciones, hasta yo estaba mas que satisfecho.
Crumble de manzana y helado de calvados, perfecto final, fresco, acido, dulce de to un poco.
No quería yo quedarme sin probar los ricos quesos que suele tener, chivatazo de mi amigo cantabro, Sergio y en un momento deseo concedido.
Para beber un buen repertorio escogido por Rubén, cava, fino, etc.
Resumiendo un placer para los sentidos, servicio atentísimo y sabiendo que se hace.
Muchas gracias, Rubén y equipo.
Lo reconozco. Se me hace imposible pasarme por Gandía y no visitar la casa de Rubén. No soy de apostar pero si lo hago es a caballo ganador. Así pues, una llamada el día previo para decirle que no preparara nada especial y transmitirle que con lo que tuviera planificado como menú diario nos apañábamos, sabiendo de antemano que no nos iba a faltar de nada, como así fue, como siempre resulta ser en esta casa.
Una cerveza de barril y un vermú Miró de grifo para calentar motores... y empezamos:
Ensalada de Temporada. Mezcla de lechugas con hojas tersas y crujientes como base, que me recordaban lo difícil que me resulta últimamente encontrarlas por mi barrio capitalino. Se acompañaba de otros elementos como granada o kaki persimon que daban juego y rematado todo por un buen aliño. Vergel.
Crema de Tomate Raf. De controlada acidez y agradable textura con ese punto justo de hierbas tipo orégano o puede que tomillo además de la presencia de un fondo suave de ajo que sumaba redondeando el conjunto. Crecido.
Taco de Bonito con Patata y Pimiento. Generosa ración con espléndido punto de calor y que se asociaba muy bien con sus compañeros de plato sin restarle para nada protagonismo al que lo requería. Bárbaro.
Hamburguesa de Chuletón. Asentada sobre un sabroso puré de patata y coronada con cebolla pochadita. En este caso haciendo buena la máxima que dice que cuando un producto es bueno, como lo era esta carne, se nota y solo requiere de una mínima elaboración. Intensidad alta para acabar el menú. Provecho.
Como postres compartimos una especie de Couland de Chocolate que quedó algo seco y una rica Torrija con Helado de Turrón que supusieron un gran colofón.
Un buen café para cerrar
Vino para beber. En este apartado poco se puede añadir a lo ya expuesto en decenas de comentarios previos respecto al conocimiento, disfrute y generosidad de Rubén. Bebimos varias copas (si no la botella) de Picarana 2012 D.O. Madrid, una copa de Figuero 4 D.O. Ribera del Duero y con los postres nos dio a probar un moscatel de Primitivo Quiles y un PX Gutiérrez Colosia D.O. Jerez. Todos ricos pero el primero de ellos me dejó prendado y al parecer con una muy buena RCP.
En resumen, lugar donde cada vez que voy disfruto de una buena comida y donde es posible beber a la par o incluso mejor, que ya es decir. Es una debilidad personal y me resulta irresistible.
Nota: No puedo poner precio ni valorar RCP pues en esta ocasión fui invitado. En todo caso sería extraordinaria en función de otras visitas.
Me enteré que iba a cenar a Vins i més media hora antes de la cena, la reserva la hizo mi mujer, y de viaje a Gandía iba pensando qué podíamos pedir y sobre todo si podrían maridarnos la comanda con diferentes vinos por copas. No tuve ni que preguntárselo. Como si me hubiese leído la mente, Rubén se dedicó a darnos a probar vinos y aconsejarnos maridajes que sobrepasaron mis expectativas. Sólo por ese detalle ya me ganó e hizo que valiera la pena el desplazamiento a Gandía y el incómodo viaje de vuelta.
Sábado por la noche y como era de esperar el local lleno. Para empezar, mientras miramos la carta, Rubén nos sirvió de aperitivo dos copas de Porto y tres tipos de AOVE que probamos con un pan de hogaza muy rico. Hay mejor manera de empezar?
Para comer pedimos un tartar de atún. Buenísimo. Y mejor aún el Cos Pes 2011 con el que lo maridamos. Un albariño del que sólo se producen 1000 botellas que nos gustó mucho.
Continuamos con una tabla de 6 quesos diferentes con los que Rubén nos llenó la mesa de copas. 3 vinos diferentes nos propuso para acompañar los diferentes quesos. Un chenin blanc semidulce que nos llenó la boca de avellanas para los de pasta blanda, un Porto Tawny para los más curados y un Pedro Ximénez de Gutiérrez Colosía para el queso azul. A mi mujer le gustó mucho el chenin blanc semidulce y yo estaba encantado.
Como plato principal pedimos un solomillo trinchado con salsa de mostaza. Buena calidad, tierno y punto perfecto. Para acompañarlo Rubén nos presentó 2 vinos a elegir. Nos decidimos por el que nos llamó la atención, El Pino Rojo. Una pinot noir granadina cultivada a 1400m. Buena elección.
Para el postre no había dudas porque a mí me encantó cuando lo probé por primera vez y sabía que a mi mujer le encantaría, como así fue: Torrija con helado de turrón acompañado con un madeira de boal. Sin palabras.
Si buenos fueron los vinos no menos lo fue su sevicio. Copas de calidad y diferentes modelos para cada tipo, envinado antes de servir y rellenado siempre que hizo falta. Terminamos con unos cafés y pequeña charla con Rubén.
Pasamos una cena excelente en un ambiente cálido y agradable en la que se cumplieron todas mis expectativas. No se puede pedir más.
Todavía no había tenido la ocasión de visitar la casa de Rubén y aprovechando que el amigo Óscar andaba por nuestra costa nos juntamos allí con él los Restauranteros Levantinos, El Mesías y los amigos de VinoWine. Creo que Rubén está acostumbrado a las visitas de los "gastrochiflados" como nosotros porque no titubea ni un segundo en nada, está como en su casa! Jejeje... Bien Rubén! Confianza plena.
Unas cervecitas en la barra mientras nos juntamos todos... y a la mesa!
~ Al centro unos Boquerones de lonja con aceitunitas. Riquísimos! A mí dame boquerones y un cacho de pan y soy felizzzz.
~ Mejillones en escabeche casero. Servidos en la típica lata de conserva, de máximo tamaño, tiernos, carnosos y con ese estupendo y personal escabechado.
~ Salmorejo de El Perelló. Plato sencillo que siempre me ha encantando, tal vez por su frescura y por la dominancia del tomate, en este caso de la famosa y próxima zona costera, qué gran hortaliza! Servido con un crujiente de jamón, huevo rallado y un canutillo de jamón de los que se deshacen en boca. Estos platos me conquistan! Soy así de simple ;-)))
~ Ensalada de algas y berberechos. De nuevo nos encontramos con unos berberechos XXL y unas algas cuyo nombre desconozco pero que me resultaron muy sabrosas huyendo del típico "sabor a mar". Original y curiosa.
~ "Sopar de pobres". Sobre una coca tipo creppe unos pimientos verdes fritos, un par de sardinas de bota también fritas y un huevo lógicamente frito, jejeje. Montaje algo difícil de comer, aunque Rubén nos recomendó comerlo al estilo fajita, pero que me transportó a los sabores de la infancia, de siempre... Claro, una que siempre ha sido pobre y estas cosas pues le chiflan. La sardina me resultó algo pasada de sal para mi gusto.
~ Chipirón con cebolla. Estupenda materia prima elaborada con mucho mimo casero y con un guiso clásico muy equilibrado.
~ Bacalao con su arroz. Una buena "platerá" de arroz con su buen trozo de bacalao. Pero bueeeeno, esta casa no escatima en las raciones! El arroz muy sabroso con un punto de cocción perfecto. El bacalao con unas lascas brillantes y tersas que se separaban de mirarlas. En definitiva, buen producto bien trabajado.
~ Mar y montaña de sepia con manetas y patata. A estas alturas de la comida a una persona de mis dimensiones, pues como que le va costando... pero no se puede rechazar semejante montaje, podiósssss! Tal vez demasiada potencia en el plato para ser el último de una larga lista. Pero por supuesto que cayó entero!
Y para finalizar, un generoso postre a base de Crumble de manzana y helado al Calvados. Diferentes texturas que combinaban dulces, agrios y ácidos y que supuso una triunfal traca final.
Óscar se había quedado con el antojo de probar unos quesos y en un plis tenía delante una cumplidita y variada tabla con una pinta estupenda. Bonito recuerdo para Óscar. Bien!
Local moderno y funcional descrito ya en comentarios anteriores.
El servicio corre por parte de Rubén, Merche y colaboradores, pues qué os voy a decir? Que es como estar en casa! Amable, cercano, dispuesto... Y Rubén muy llanote y sencillo que es lo que más me gusta. Sin el más mínimo aire de grandeza y eso que el tío sabe un egg de TODO!
Para beber tomamos agua y una cantidad de botellas de vino que soy incapaz de plasmar aquí, también debido a la demora en mi comentario, por lo que además pido disculpas, ainsss, las vacaciones. Cada plato con su vino y cada vino con su explicación. En su mayoría vinos blancos que son los que más me gustan y creo que dan más juego al maridaje. Veo que mis compañeros de mesa se han hecho los "remolones", imagino que porque ya tienen comentarios previos, pero sería un honor y un detalle que aportaran los vinos que bebimos pues yo sólo puedo aportar la foto. Lo siento amig@s vinícolas, una que es más de cebada...
Bueno, ni qué decir tiene que después vinieron los cafés, los GTs, sobremesa y blablabla... que casi se nos hizo de noche. Es lo que pasa cuando se está "tan a gustito".
En resumen, un bonito reencuentro de amigos gastrícolas, un menú armónico a rebosar de producto de calidad y una muy buena mano en cocina y sala. Sí señor! Xè tú, parando todos los balones!
Un brindis por la próxima!
Nota: Con el tiempo que ha pasado no recuerdo el precio exacto, sólo sé que la RCP me pareció buenísima.
"Sopar de pobres"
Ensalada de algas y berberechos
Salmorejo de El Perelló
No soy dado a hacer varias valoraciones de un restaurante , ni de repetir visita en ellos,me gusta, ver ,descubrir, explorar...Pero quizá ,este restaurante es el que más veces he visitado, y algo tendrá el agua cuando la bendicen...
Éramos cuatro. Para empezar unas gélidas cervezas de barril iniciales. Le damos carta blanca a Rubén y empieza el despliegue con un salazón sobre un lecho de una especie de salmorejo. Refrescante , salino y sabroso al mismo tiempo. Nos lo marida con un vino de Madeira , con un precioso color y levemente dulce ,que le da un contrapunto que armoniza a la perfección con el plato. Seguimos con su célebre tartar de atún, !que delicia!...Nunca me canso de este plato...Seguimos con otro de los platos estrella del restaurante, el foie, acompañado de mermelada de cebolla y de pétalos de rosas, es de los mejores que he probado.
Tras estos entrantes, el plato estrella fué un arroz con calamares espectacular, en sabor, elegante y fino, a la vez que sabroso y con perfecto punto de cocción y aspecto visual, y es aquí donde Rubén ,me ha sorprendido otra vez La verdad es que el tío , los arroces ,los borda...La segunda fase de la comida ya nos lo marida con un vino blanco de la variedad treixadura que armonizó perfectamente con el arroz.
Para finalizar un surtido de postres con los que ya apenas pudimos acabar , ya que nos debió poner ración para seis de arroz ,pero como los presentes, éramos "de buén saque", sólo nos faltó ,pedirle pan ,para rebanar el delicioso caldito.
Acabamos con unos gintonics perfectamente preparados y con vaso de sidra. En resumen ,otro día memorable en Vins y Mes.
Situado junto al hermoso centro de la ciudad de Gandía, este establecimiento de decoración moderna, aunque algo falta de mantenimiento, presenta una carta tradicional mediterránea con pocas incursiones a la innovación.
Gran templo al vino y escasa atención a la cerveza artesanal, con una sola referencia "Grahame Pearce" lager, algo insulsa y demasiado gaseada para mi gusto.
Cocina a la vista; impoluta. Servicio, probablemente atendido por la propiedad, que con seguridad ha tenido mejores días con sus clientes.
Resumiendo, buena cocina y un restaurante para recomendar, aunque parezca lo contrario.
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