No conocía La Salita salvo por los comentarios en Verema, pero después de disfrutar de una inolvidable cena (inolvidable tanto por la calidad de lo comido, lo bebido, el trato del personal de La Salita con Begoña al frente, y especialmente inolvidable por los amigos con los que compartía mesa) he querido indagar un poco y lo primero que veo es que es el restaurante más comentado en Verema, nada menos que 193 comentarios, 194 contando este.

Esto, cuando empiezas a escribir un comentario (sobre todo para los que no somos de verbo fácil), la verdad es que “acongoja” bastante, estaba esperando que alguno de los compañeros de mesa se lanzara y me pusiera las cosas más fáciles por el simple método de “copiar y pegar” añadiendo algo de mi propia cosecha, pero de momento veo que no están por la labor.

Cena del grupo de Catas Valencia, esta vez cenamos en el pequeño local que para este tipo de eventos disponen junto al restaurante. Muy buena cubertería, vajillas y copas, así como también el pan y el café. El servicio impecable, cercano y profesional, El menú fue el siguiente:
Café y pastas: bandeja de 6 mini pastas saladas con un capuccino de setas y topinambur.
Tenderete de pescados azules con gazapacho burbuja
Arroz ahumado de bonito y benishoga
Gintonic granizado
Steak tartare con crema de cebollitas holandesas
Olla valenciana flotante (pelotas al foie, patata, tocino y caldo de tuétanos)
Cochinilo confitado con su jugo, frutas, raices y tubérculos
CAFÉ y pastas: bandeja con 6 minidelicias dulces y taza de couland con espuma
de crema inglesa.
Difícil destacar alguno de los platos, originales y de excelente ejecución todos ellos, un placer cada uno de ellos, una experiencia y un disfrute para los sentidos.
En resumen, una gran cena, acompañada además de los grandes vinos de la cata de los que fue responsable Daniel Monsonis, del cual también suscribo lo comentado sobre esta cena anteriormente.
Y finalmente agradecer el trato familiar recibido por todo el personal del Restaurante. Gracias. El precio no incluye Vino

Nueva visita a La Salita y nuevas propuestas culinarias, aunque parezca que por la repetición de esas citas podría acabarse la sorpresa. Nada más lejos de la realidad. El menú propuesto juega constantemente y añade humor a los sabores. Es circular y redondo, con el juego de simular que empiezas por el final, por un postre que no es tal, sino aperitivos salados disfrazados de carnaval. No es un café lo que viene en la taza de arranque ni pastelillos....eso será al final. En medio una caballa espléndida acompañada de ese "gazpacho de burbuja" tan celebrado (una especie de cava de gazpacho con una transparencia milagrosa). El arroz meloso tiene un fondo sabrosos y sigue jugando con el bonito ahumado que se mueve en el plato. Tras desengrasar con el granizado de gin tonic la fiesta continua con la cajita del dim sum en la que se oculta el guiño asiático del bocado de polenta de trufa negra y pollo, con su caldito. La olla valenciana flotante con pelotas de foie, shitake y caldo de tuétanos también juega con lo oriental pero mantiene la tensión humorística cuando se presenta en seco y se añade agua caliente en un recipiente típico de cafetera Melita, como cuando en los EEUU te añaden más café. Para terminar, parecería que te llega un brownie de chocolate, pero es carne. La carrillera de buey glaseada con crema de manzana y tubérculos, con brillos de oro y plata muy conseguidos, creo que a base de cereales....Y la traca final es de nuevo la taza y la bandeja, pero ahora sí es dulce. Pastelillos y delicias acompañadas con una taza de couland de espuma de crema inglesa y nougatine. Después de dos intentos frustrados en el juego de las tazas, no hay mas remedio que pedir un café de los de verdad y un perfecto gin tonic elaborado con el cuidado que creíamos reservado al trato de los vinos. Por cierto que, el que tomamos, consejo del sumiller candidato a "nariz de oro", fue un Bassus Pinot Noir 2008 decantado con sabiduría y buen hacer. A los postres probamos también un vino dulce que no recuerdo cual era, pero que olía a un poco a laca, aunque en boca era delicioso...una pequeña broma más para seguir con el juego de toda la cena. "Food for thought ¡¡".

Reunión del grupo de catas Valencia en La Salita, comía por primera vez en su reservado, que resultó un escenario perfecto para los catorce comensales y bebensales allí reunidos, esta noche en torno a vinos biodinámicos.
Perfecta ejecución de todos los platos, con una escenificación cada vez más esmerada. De inicio café y pastas: bandeja de 6 mini pastas saladas con un capuccino de setas y topinambur. A continuación un original y sabroso tenderete de pescados azules con gazpacho burbuja. Mención aparte para este nuevo clásico de la casa, espero que algún día lo embotellen. Seguimos con un aroz ahumado de bonito y benishoga, plato "viviente" que acaparó buen número de flashes.
Otro clásico, el gintonic granizado, ideal para limpiar papilas gustativas y seguir con el festín. Turno para el steak tartare con crema de cebollitas holandesas, muy sabroso y de excelente textura.
Una olla valenciana flotante y el cochinillo confitado con su jugo, frutas, raices y tubérculos enocntraron su colofón en la versión dulce del café y pastas: seis minidelicias dulces y taza de couland con espuma de crema inglesa.
Entre los vinos destacar la singularidad de la mayoría de ellos, disfruté especialmente un Loira de la variedad romorantin y un macon cruzille blanco de Julien Guillot, también grata sorpresa con el Xarab garnacha, un dulce de Barranco Oscuro de muy limitada producción.
En resumen, muy agradable velada en buena compañía, una cocina que no para de crecer y crecer, creatividad con alma, y el servicio al nivel habitual, atento sin empalagar e interpretando a la perfección los tiempos.
Chapeau!
Precio sin vino.

Afortunadamente hemos tenido la suerte de poder degustar una cena en este restaurante, me sorprendió y mucho, desde luego hace realidad las criticas y opiniones anteriores. Excelente, de agradecer. Una sorpresa muy grata, repetiremos.

No creo que haga falta entrar a relatar la disposición , la decoración o la estructura del lugar. Múltiples comentarios anteriores lo describen a la perfección y, en el fondo, quitando la comodidad de sus sillas y la amplitud adecuada de sus mesas , lo demás no deja de ser una anecdota sin más. Y digo que no deja de ser una anecdota porque aquí, todo eclipsa por tres factores :
1. Servicio de la sala : Desde el recibimiento hasta la despedida , tanto Jorgen como Sergio , se encargan , y se encargan bien , de hacerte sentir , como muy bien decía ese crack que es Oti-Haro , como si estuvieras en la salita de tu casa. Simpatia , diligencia y , por encima de todo, ganas de complacer al cliente. No es frecuente ni mucho menos encontrar estas virtudes en un restaurante. Se esmeran por lograr que el comensal esté agusto y , mientras dure su comida o cena , se encuentre tan a gusto como en su propia casa o en casa de un amigo.

2. Servicio del vino : Pocos , muy pocos lugares he visto evolucionar a tanta velocidad y con tanta amplitud de miras como éste. En los años que llevan abiertos su constante en este apartado ha sido clara : Progresar , progresas, aprender y enseñar a quien come o cena allí8. Su abanico es amplio , y desde sus posibilidades , cubren el espectro que abarca desde el apasionado del vino hasta el neófito. Y no sólo en gustos , sino también precios . Su capacidad de autoexigencia en este apartado ha sido brutal cuando lo comparamos con sus inicios.

3. Y , por supuesto Begoña. Begoña es la Salita y la Salita es Begoña. Ella es el alma y el cuerpo de este restaurante. No voy a escribir de ningun plato en especial, creo que no sería justo circunscribirse a un determinado menú. Cuando he hecho eso , en realidad , he trasmitido una foto . Y eso no es justo para ella. Aqui hay que hablar de la pelicula entera y no de una foto. Y la pelicula cumple todos los requisitos para el Oscar:
.-Claridad en la exposicion :sus materias primas son las que son y no se disfrazan en su sabor.
.-Magnifica puesta en escena : Todos y cada uno de sus platos son presentados como si fueran pequeñas obras de arte. Todo aquel que haya visto sus emplatados se habrá sorprendido del mimo , del cariño con que son presentados.
.- Técnica de cocina : No sólo la puesta en escena es expectacular , sino que la tecnica que acompaña al plato es simple y llanamente de maestria absoluta. Su manejo de texturas , de punto de cremosidad, de cocción esta fuera de cualquier dudad. Aqui la técnica esta al servicio del plato y no el plato al servicio de la técnica.
.- Creatividad : Si nos quedaramos en la superficie , este sería su plato fuerte. No conozco a ningun cocinero con el espiritu creativo, la capacidad de imaginación y de inventiva que existe en la Salita.
Y esto , con ser importante , muy importante no es lo detrminante aqui. Aqui lo marca la diferencia con respecto alos demás esel resultado final. La unión de todos los factores es la que provoca la explosón final y , te hace sentir , despues de una cena o una comida en la Salita , lo grande que es la gastronomía. Lo grande que es que te hayan hecho sentirte feliz en base de satisfacer tus sentidos con cariño y con mimo.

Me gustaria publicar esta nota , como un reconocimiento a todo el equipo que forma este restaurante , pero , por una vez , quisiera hacer un pequeño y modesto homenaje a la mujer que se ha ganado el derecho , emho , a mucho mas reconocimiento mediatico del que tiene. Que sea humilde, timida y enemiga de la parafernalia , no quiere decir que no sea una enorme profesional y , si cabe , todavia mas enorme persona. Creo que no hablaré solo si digo en nombre de muchos de sus clientes que , entre todos los que han dedicado y dedican su esfuerzo, su trabajo , su anhelo y su ilusión a este restaurante y, por encima de todos, Begoña , ha logrado un restaurante que esta por encima de lo mediatico. Y esta por encima porque aqui se viene a comer , beber y disfrutar. Y está por encima porque en la Salita , Begoña y su equipo han logrado que no sólo se venga a eso , sino que se coma , se beba y se disfrute de verdad. El problema no lo tienes tu, el problema lo tiene quien no lo quiere ver. Muchas gracias en nombre de muchos clientes Bego. Muchas gracias por tu profesionalidad y por tu humanidad. Muchas gracias por contar una pelicula a través de tus platos cada vez que se come o se cena aqui. O simplemente muchas gracias por hablar a través de tu cocina . O por haber dado a Valencia un restaurante donde la magia , la ilusión y la fantasia se hacen realidad

Acudimos el día 31 para celebrar la Nochevieja en La Salita. El menú fue espectacular:
- Polvorón de papas y piñones
- Flan de crustáceos
- Bombón de queso azul
- Turrón de foie
- Pastel de boniato y morcilla
- Trufas de aceitunas negras
- Capuccino con espuma de bacón y setas
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- All i pebre de rape
- Gambas con falsos cous cous
- Vieira con crema de almendras y yema
- Arroz meloso de jengibre rojo y bogabante
- Gin tonic granizado
- Puro de foie
- Cocktail de rabo de toro
- Solomillo de ciervo con salsifi y frutos rojos
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- Seda de chocolate
- Panacota de bayleis y frutos rojos
- Polvorón de anacardos
- Bombón de ruibarbo
- Couland de chocolate
- Pastisset de boniato
- Té al limón
- Uvas de la suerte

Un auténtico espectáculo de platos, con una buena separación de tiempo entre cada uno de ellos, para llegar sobre las 12 a las uvas y el brindis con cava (la cena empezó sobre las 21:30).
El único pero que podría poner fue el precio excesivamente alto por las bebidas, pq ese día no vas a dejar de brindar( 5 €/copa cava).
Una vez pasó todo el jolgorio, Begoña vino a saludarnos la mesa y estuvimos charlando un rato sobre las cosas de la cocina.

Decidimos ir a este restaurante tras leer las diferentes criticas (todas ellas muy positivas) que se publican en diferentes paginas gastronómicas, entre ellas "Verema".

No voy a repetir lo que anteriores compañeros "veremeros" han escrito sobre "cuberteria, manteleria, coperio, separación entre mesas" y demás comentarios sobre infraestructura y equipamiento del local.
Tomamos el menú degustación de 7 platos que compañeros anteriores han detallado magnificamente, con alguna que otra variación, como el "arroz en fesols y naps" en versión La Salita (sin arroz, simplemente genial, que nos recuerda el sabor de este plato tradicional de toda la vida, con una presentación tan innovadora que solo por el sabor del plato reconoces que disfrutas de este arroz. Y la carrillera con frutos secos cocinada en su jugo acompañada de unos daditos de manzana impregnados en vino dulce, pan de pasas y pure de manzana (sensacional de sabor y presentación).
Mi pareja y yo disfrutamos desde el inicio hasta el final de esta deliciosa comida, que a la vez de sabrosa e innovadora incitaba a la curiosidad por saber como seria el siguiente plato que se presentaria ante nuestros ojos. El servicio magnifico. Solo deciros que fue una gozada
De beber tomamos dos vermut; una botella de Markus Molitor 2009 y dos copas de un vino dulce que nos sorprendió gratamente "Tintoralba dulce" de Almansa.
Al final de la velada tuvieron la amabilidad de enseñarlos la cocina donde estos alquimistas del sabor preparan sus recetas.

Otra visita a La Salita , menú idéntico al del comentario anterior, de hecho llamamos para ir ayer noche al leer el comentario.

" QUE MAS DECIR " , es porque nos han vuelto a sorprender y a dejarnos sin palabras . Desde que entras por la puerta hasta que sales , es un deleite continuo. El comenzar con una taza de café y los petit fours salados servidos como pastas inglesas ya te deja sin palabras. ¡Que no se les ocurrirá para sorprenderte !
Luego la textura de la caballa, el salmón confitado, la originalidad del bacalao seco en el arroz (¡estaba vivo! ), y así con cada plato hasta los postres.
Hacerte disfrutar de estos platos y sentirte como si estuvieras en tu casa , muy pocos sitios son capaces de hacerlo.
Acabo, para beber una botella de Belondrade , el mejor blanco que hemos probado, y terminar la cena con un Gin Tonic de "209" preparado por Sergio ....."¡Que Mas Decir!
Muchas gracias otra vez por una velada insuperable.

Soy nuevo en esto de poner comentarios, pero llevo bastante tiempo utilizando Verema como guía para mis inquietudes culinarias y enológicas (la vaguería me puede, lo siento). También llevo bastante tiempo acudiendo (desde que abrieron) al, en mi opinión, mejor restaurante de cocina de autor de Valencia. Soy fan incondicional, lo reconozco.

El motivo de que me anime a escribir es avisar a los navegantes: La Salita sigue mejorando y el menú que nos ofrecieron en nuestra última visita no solo embriaga en lo visual y en lo gustativo, sino que además divierte.

En el apartado de vinos no voy a entrar. Todo se ha dicho aquí (solo comparto las buenas opiniones) y lo que no se ha dicho, también es bueno. Sergio te acoge, te entiende y te enseña. Es un maestro y siempre acierta. Simpatía y cercanía (me iría de copas con él sin dudarlo). Esta vez nos propuso un burdeos maravilloso (en casa tengo el nombre, luego lo pongo). A veces tengo la sensación de que nos ofrece vinos que, en mi supina ignorancia (pese a que me esfuerce), no acabo de valorar como se merecen.

Dicho esto, centrémonos en el yantar (supongo que por chorradas que no compartiré, es difícil que obtengan estrellitas francesas, pero superan con creces a muchos de los estrellados a los que he acudido). Una novedad por adelantado: Esta vez no incluyen la famosa papa/sardina (es una pena, pero probando a sus sustitutos el dolor es muuuuucho menor). Menú:

1.“Café con pastas”. Aquí empieza el cachondeo y la diversión. Empezamos por el final y nos plantifican en la mesa un capuccino (que en realidad es una crema/espuma, ya no recuerdo de que... ¿Tupinabo?, con setas en el fondo. Para acompañar al “café” nos ponen una bandejita de pastas (al más puro estilo inglés) que en realidad son: Un turrón de foie, una mini tartaleta de cangrejo, una madalena de… …no recuerdo (que rabia me da), una empanadilla de morcilla/foie, un bombón de queso y un polvorón de patata y piñones. Técnica e imaginación a raudales. Es un plato que debe llevar un grandísimo trabajo detrás. El bombón de queso y el polvorón son… …la leche!. Plato 12

2.“Bocadillo de brascada”. El pan son unas finas láminas crujientes, la ternera es caballa, el jamón en mini cubitos, la cebolla es cebollino…. Genial, para comer con las mano. Plato 10.

3.Salmón confitado. Pieza de salmón confitado durante 36 horas (no es una errata), sobre una base de crema de espinacas y espárragos trigueros (algo más llevaba pero… mi memoria…). Increíble la textura del salmón. Plato 12.

4.“Arroz vivo” (el nombre se lo pongo yo). Continúan las risas con un arroz con gambas y tallarines de calamar al que le han añadido por encima unas escamas/lascas de atún (creo) desecado. El caso es que con la humedad ambiente las lascas de atún se mueven y parece que el arroz este plagado de colitas de gamba moviéndose (cada uno puede sacar las analogías que más le diviertan). Y además estaba bueno… …¡fíjate tú! (arroz en su punto, sabroso). Plato 10. Para acompañar, Sergio nos obsequió con sendas copas de un albariño cuyo nombre no recuerdo pero que estaba muy rico.

5.Granizado de Gin Tonic (este no cambia, pero incluso esta vez nos pareció mejor de sabor y de textura (hielo picado mucho más fino y suelto que otras veces).

6.El huevo en su nido. Un falso huevo (azúcar) relleno de setas sobre un nido de patata y caldito. Y sigue la diversión, las risas, la combinación de sabores, el juego de texturas… …en definitiva: el disfrute. Plato 11.

7.Magret de pato con salsa de naranja. Muy bueno, pero ya no tan sorprendente (todo lo anterior era demasiado elevado como para seguir con semejante nivel). Plato 9.

8.Postres (coulant, otro que no recuerdo y uno afrutado y ácido). En la línea de anteriores postres. Muy buenos. Plato 9.

Salimos encantados. Convencidos (una vez más) de que no hay que dejar pasar mucho tiempo hasta la siguiente visita (volvería mañana). Siguen mejorando, innovando, sorprendiendo y me imagino que disfrutando como enanos (porque para transmitir lo que transmiten tienen que disfrutar con lo que hacen). No sigo con elogios porque no pararía.

Los camareros, eficientes, discretos y divertidos (fantásticos).

El precio: 133,92 € (IVA incluido), para dos personas, incluyendo vino (35 €), agua, unos vinos dulces para los postres (un ¿granadino? Tipo moscatel pero afinado: muy bueno y un tinto que no recuerdo, a ver si encuentro la nota, que era una auténtica maravilla) y cafés. ¿Alguien da más?.

La visita/fiesta fue un sábado por la noche: Además de nosotros dos habían 4 mesas más de 2 personas y una de 6. Me da miedo (Sergio nos tranquilizó indicándonos que la comida había sido especialmente concurrida y que esa semana había sido especialmente mala). No lo consiguió, La Salita tiene que durar mientras quiera vivir y no por imperativos del mercado (si un día esto acaba ocurriendo tened por seguro que el fin del mundo estará próximo… …esa sí que será la señal y no la de los Mayas).

Perdonad el tostón. Saludos