Hace unos dias pase por este restaurante que recientemente ha sido galardonado con su segunda estrella.Estrella merecida a cocina de Quique aunque creo que muy injusta a restaurante en si, puesto que cuando uno llega a un sitio asi va dispuesto ha ser soprendido en todos los aspectos y si la sorpres es en todos unos para bien y otros para mal.La cocina de 10 el servicio y los vinos de cero, Me parece deprimente que un sitio asi obstente dos estrellas con una sala y un servicio de vinos tan pesimos.

Segunda visita después de tres años. Cambios en la sala y sobre todo en la cocina.
El local es moderno aunque veo un problema en la disposicion de mesas. Algunas no consiguen la inmtimidad deseada.
Pedimos el menú ’naturaleza y técnica’ (70€) alternando platos espectaculares y realmente buenos (el cremoso de parmesano, el pan de oro, y el arroz con perlas de cereza) con otros muy por debajo de las espectivas, más visuales que otra cosa (los platos principales y algún postre simplón: infusion de Stevia Rebaudiana con petalos, flores y hierbas silvestres con manzana cruda y..., más verborrea que otra cosa). Además de algunos fallos en el punto de cocción de los platos de carne y pescado. Tampoco nos sacaron snacks, ni Petits Fours, aspecto poco usual en restaurantes de este tipo y que muchas veces marca la diferencia. Eso sí, nos sacaron un postre más.
Servicio muy amable y prácticamente perfecto, aunque el menú sin pausa entre plato y plato.
Carta de vinos espectacular, en un par de tomos muy bien presentados y encuadernados y con un apartado de vinos por copas, aguas e infusiones. Copas Riedel y servicio del vino excelente.
Al final hablamos con Quique, mucho más distante que la primera vez que hable con él, se le notaba estresado y asegurándonos que no participa en el asesoramiento de otros restaurantes/hoteles, cosa que nos llamó la atencion ya que tengo información de que sí lo hace.

Menú nuevas tradiciones. Decepcionante.Cartón piedra.Camareros despistados, amables pero sin profesionalidad. sumiller, si es que lo es decepcionante, sin criterio, solo para cobrar un exceso sin justificación . Talento sin duda con el cuba libre, algas, cremoso y quizá el pan de oro, pero luego???: 2 gambas cocidas de Denia , una cigala y un arrocito con verduritas.Un postre pasable y 2 pettit foux sin historia. un café, total 214 e 2 personas. restaurante sin consistencia por el momento, fuegos de artificio sin base, busqueda desesperada de las estrellas..Buscar cocina creativa y acabar comiendo un arroz, una cigala asada a la sal y 2 gambas cocidas??, muy ricas pero factibles en muchos lugares. Pido una firma de recuerdo y me dicen que Dacosta está indispuesto, un minuto después sale y se sienta con otros clientes en la mesa de al lado, insultante. Todo lo contrario que con Adriá, Aduriz, Berasategui o Ruscadella,siempre explican y sobre todo son consistentes con su cocina. El servicio amable pero poco instruido, pasar por allí y poco más. Salían y entraban constantemente a la sala principal medio vacia sin un fin concreto. Falta: consistencia en la sala y en el trato a los vinos, sin equilibrio en el menú, mayor educación por parte del cocinero y mayor entrega al cliente y por supuesto mayor coherencia en los precios con un restaurante, donde existe talento pero dónde también exixte mediocridad, superficialidad, cierto engaño y ausencia de solidez y contundencia.

Cocina muy imnovadora con algunos platos excelentes, otros para sabores marcianos y alguno que otro que dejan mucho que desear. Apreciamos que el caldo con el que suele bañar la mayoría de platos tiene un componente un tanto repetitivo: Te comes la ostra y te recuerda al del jamón, te comes la gamba y te recuerda a la ostra y así sucesivamente hasta lo menos 5 del menu principal, un gran fallo a considerar. La carta de vinos aceptable, la cristalería y la vajilla bien, el local bonito pero los aseos deprimentes y un poco descuidados en algunos detalles, las mesas para cuatro como una plaza de toros (demasiado grandes, vamos), el personal atento y Quique un poco distraído mirando el ordenador, ni caso al respetable. Lo mejor: el aperitivo, el de parmesano, la gamba (tal vez le sobre la salsa), y el postre de violeta . Ni fú ni fá el granito, el pan de oro y algún que otro de cuyo nombre no puedo acordarme. Malos o no aptos para nuestro paladar tamibén hubieron. En fín, había que ir y así hicimos. Y ya para terminar decir que el menú principal se hace un poco pesado, y perdonen que insista, por el dichosito caldo pues si me lo diesen en Marte sería capaz de reconocerlo y relacionarlo de nuevo con esos 5 platos.

El Poblet situado en Denia, lugar maravilloso, tanto el entorno del restaurante. Por negocios decidimos pasarnos por alli y creo que fue una buena eleccion, al contrario que mis compatriotas, ya que he accedido a leer sus criticas, creo que es un sitio un tanto acogedor. Para mi gusto es una cocina un tanto innovadora ya que las dos veces que he pasado por esos fogones, me han puesto a prueba y han acertado con la propuesta del mismo somelier.
Lo unico en lo que podria dar la razon es que no me parecio muy extensa la carta de vinos en cuanto a riojanos. Pero la calidad, a la que se cocina en cuanto a relacion de coste y precio al cliente no esta nada mal.
Como ya he dicho anteriormente he asistido a el ya 2 veces y la siguiente seguramente repetire puesto que los expertos lo situan entre uno de los grandes dentro de la comunidad Valenciana.

El mayor fiasco gastronómico vivido por mí en los últimos 12 años. Cuarta visita a este restaurante. No logro entender cómo el cocinero de este local ha sido elegido el mejor de España por "Lo Mejor de la Gastronomía". Se me ocurren al menos 25 cocineros en España con los que he disfrutado infinitamente más. Sufrimos el menú llamado "Naturaleza y Técnica". Salvando el divertido (pero sólo éso) Cubalibre de Foie Gras y la pieza de carne (lomo alto a la brasa con calabacín y boniato; materia prima y nada más), el resto del menú era mediocre y, si se me apura, contemplaba algún auténtico comistrajo (germinados, hígado de pichón y velo de panceta ó crema de tubérculos, lentejas germinadas y aceite de sésamo) impropio de un restaurante que ostenta un macarrón en la Guía Roja. Hay quien cree que la alta restauración es deslumbrar al comensal con rebuscadas técnicas de cocción y con ingredientes alejados del acervo cultural de uno. De lo que se trata es de hacer feliz al cliente; evidentemente Dacosta no lo logra. El servicio de camareros, flojo; el maitre, displicente; el sommelier, voluntarioso. Cristalería de Riedel, perfecta. Temperatura de servico de los vinos, inmejorable. Valtosca 2003 (pedazo de vino, enhorabuena José María de Casa Castillo). El local es muy ruidoso. Volveré para resarcirme, aunque no confío en ello.

Martes mediodía. Pedimos el menú largo (cuento unos catorce platos). Algunos no nos convencieron (Grasa de jamón Joselito gratinada, la laureada gamba con carbón vegetal estaba un poco "insípida"). La mayoría muy buenos platos, algunos de ellos soberbios (risotto de arroz carnaroli con aloe vera, brotes y germinados con velo de panceta ahumada, sopa de centolla, cremoso de parmesano con velo de seis albahacas, el conocido cuba-libre de foie). El servicio de sala muy amable y correcto. Compramos el libro que es un maravilloso tratado sobre el arroz. Gran restaurante, grandes cocineros.

Simplemente pienso que Quique ha perdido el norte, esta demasiado mediatizado e influido por la crítica, quiza le preocupa más lo que dicen los críticos que sus clientes.
Yo espero y confio que sea algo pasajero.

Nosotros tambien, el menu nuevas tradiciones...
muy decepcionante...todo gelatinoso, he ido ayer y ya no me acuerdo de ningún sabor en particular... os peor ha sido el queso con gelatina de menta: agressivo.
Mucho marketing cutre para justificar el precio.
Se notaba que habia mucha tecnica y saber hacer pero el resultado final en cuanto a sabor dejaba mucho que desear.

2º dia de navidad (completo).eramos 3 y un niño, 5 años,( de la factura ..;) pan y aperitivos 12 + iva (fue muy interesante el pan con una seleccion de aceites y un 10 en los aperitivos, el problema; que no lo pedimos y 2000 + iva....?),(sigo con la factura),libros arroces contenporaneos 99 + iva ¿ en la factura de la comida ?????, por cierto, lo pedi firmado y como vi a quique en el office.. no se, quiza me ilusione que a lo mejor vendria en persona a firmarlo....no vino; lastima.
Pedimos unas entradas, algunos platos de 10, como el famoso cubalibre de foie y otros de menos puntuacion pero de excelente elaboracion y presentacion ( uno de los platos no le gusto a mi mujer y rapidamente se lo cambiaron por otro, en este caso parmesano a las 6 albahacas, de agradecer...)
Elegimos cada uno un segundo de la carta, excelente materia prima y excelentes las guarniciones y punto de coccion de la carne ( tuve la impresion cuando vi los platos de carne de estar en La Seu, de miquel, Moraira ,por cierto, gran pérdida el cierre de este restaurante)
En definitiva, un 10 a la cocina, presentacion, coccion y tempo. Del servicio y sumilleres hablaremos despues de otra visita......