Crujientes en nuestros platos: mejoremos los sentidos

64 respuestas
    #57
    Pepeiglesias
    en respuesta a Risi

    Re: Crujientes en nuestros platos: mejoremos los sentidos

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    Lo del zumo es ya pijería, una forma de superar la excelencia que debería ser un AOVE de prensa en frío y con selección de frutas.
    Lo que cuentas de Nepal o la Antártida son otra cosa, es como si vas a la Luna, comerás puré hiperproteícos con sabor a filete y vas que chutas. Lo terrible y peligroso es que un elevado número de nuestros jóvenes, que viven a la puerta de un supérmercado con productos frescos y cuyo consumo energético no va más allá de jugar a la consola, se trague esas porquerías.

    #58
    Xavi T
    en respuesta a Risi

    Re: Crujientes en nuestros platos: mejoremos los sentidos

    Ver mensaje de Risi

    Estrictamente hablando el zumo de aceituna no sería AOVE, porque sólo hay un porcentaje de materia grasa. A mí tampoco me gusta ese palabro.

    Amor y sulfitos

    #59
    jose
    en respuesta a Pepeiglesias

    Re: Crujientes en nuestros platos: mejoremos los sentidos

    Ver mensaje de Pepeiglesias

    Hola Pepe,

    que un jovenzuelo ande asilvestrado comiendo (y bebiendo) como no debe quizá no es tan preocupante. Están probando sus alas y se tienen que descojonciar unas cuantas veces. Lo preocupante es que sus padres les eduquen en esa forma de vida, de alimentación y bebienda. Sin un modelo educacional la cosa va en deriva.

    Saludos,

    Jose

    #60
    Francescf
    en respuesta a Marper

    Re: Crujientes en nuestros platos: mejoremos los sentidos

    Ver mensaje de Marper

    Aunque he de reconocer que no soy mucho de crujientes, reconozco que algunas veces los uso, principalmente porque a mis hijos les hace gracia.

    Menjar per pensar, pensar per menjar.

    #61
    Pepeiglesias
    en respuesta a jose

    Re: Crujientes en nuestros platos: mejoremos los sentidos

    Ver mensaje de jose

    Evidentemente, pero es en la pubertad cuando se fragua el sentido del gusto. De hecho en la infancia hay una evolución de las papilas fungiformes que en el lactante ocupan toda la boca, y según evoluciona el individuo estas van cayendo para conservar solo las de la lengua, pero si come mucho dulce, el porcentaje es mayor al que debería tener si comiese salado como corresponde a un cachorro destetado.
    Como tú sabes, el gusto se educa y en gran parte es trabajo de los padres dirigir en ese sentido a los hijos, pero al individuo puber y post puber, también le corresponde una parte de responsabilidad y autocontrol o autodeterminación.
    Para algunas cosas son autónomos y para otras pobres figuritas de plastilina, y tampoco es eso.

    #63
    Pepeiglesias
    en respuesta a jose

    Re: Crujientes en nuestros platos: mejoremos los sentidos

    Ver mensaje de jose

    Sí, pero lo que no se dice es que el actual porcentaje de Síndrome metabólico en adolescentes, lleva matemáticamente a la ruina a nuestra Seguridad Social en menos de una década.

    #64
    Risi
    en respuesta a Pepeiglesias

    Re: Crujientes en nuestros platos: mejoremos los sentidos

    Ver mensaje de Pepeiglesias

    Me sorprende eso que comentas de que en la pubertad es cuando forzamos el sentido del gusto. Yo pensaba que era antes, durante la propia formacion y crecimiento como infantes, y siempre he asociado lo de "el mejor chorizo es el de mi pueblo" o "la mejor tortilla es la de mi madre" a esa infancia en la que somos nutridos por nuestros padres o ambiente a la par que nuestros gustos se ven influenciados por lo que nos nos dan de comer.Yo ahí no entro porque me gusta mas la tortilla que hace mi madre hoy en dia que la que hacia hace 20 años o tambien con 6-7 años pedia banderillas en vez de chucherias en los kioskos.
    Tambien es verdad que como infantes nos suele costar el pescado, en general, por lo que quizas el punto sea mas tarde, acercandose a la pubertad, que, ahora que pienso, nos pone en los 10-15 años imagino, por lo que si que es ocmo dices.

    Yo ya por tiempos púberos empece a experimentar probando vinos que me daba mi padre un sorbito (y creeme que eran muy buenos vinos) pero sin embargo fue mucho mas tarde cuando empece a beber y disfrutar de ello.

    Eso si, los sabores picantes y los agridulces, así como la carne cruda, que estan entre mis favoritos, los llevo dentro desde tiempos pre puberes.

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