El vino sabe diferente dependiendo de la altitud

54 respuestas
    #47
    Gondorff
    en respuesta a Mara Funes

    Re: El vino sabe diferente dependiendo de la altitud

    Ver mensaje de Mara Funes

    Aunque las elaboraciones naturales se vean afectadas por la altura, es lo que comentas de lo poco estimulante de la Clase Turista. Todo depende de la categoría del billete. No es lo mismo beberte un Beronia calentorro en vaso de plástico y con unos macarrones recalentados en un asiento en que casi no cabes, que hacerlo en Emirates, en Primera, con Riedel, foie, Beluga, Dom Perignon 2004, Domaine du Vieux Telegraphe 2011 e Y de Yquem 2012 (la selección es real). Y en jet privado imagino que el disfrute sería aún mayor...

    Un abrazo,

    #48
    J-Carlos
    en respuesta a Juanjosantos

    Re: El vino sabe diferente dependiendo de la altitud

    Ver mensaje de Juanjosantos

    ¿Estás seguro de que la presión atmosférica exterior influye tanto en la captación interna del oxígeno?

    Porque por la densidad del aire, y sin contar la variable de la temperatura, que también influye en su densidad, la variación de la cantidad disponible de oxígeno es considerablemente inferior a ciertas altitudes.

    Si además esa cantidad reducida de oxígeno es captada menos eficientemente, la cosa se complica mucho. Ten en cuenta que a 3.000 m la densidad del aire se reduce en un 30%. Si ese 70% de oxígeno disponible respecto al nivel del mar se reduce aún más en cuanto a su biodisponiblidad, sería casi imposible sobrevivir a esa altitud, y mucho menos a más altitud.

    Suponiendo que ambos factores tengan una influencia semejante, ya a 3.000 m de altitud sería imposible respirar.

    En caso contrario, como yo creo, la influencia de la presión atmosférica es despreciable.

    Soy flexicarnívoro y a la comida vegana la llamo guarnición

    #49
    Mara Funes
    en respuesta a Gondorff

    ¿Lo dices por experiencia, Juan?

    Ver mensaje de Gondorff

    Lo digo por si me puedes facilitar los medios para hacer el mismo experimento ;-)

    Ahora en serio, esos vinos yo me los tomaría en tierra para disfrutarlos al máximo pero claro, yo soy una plebeya poco acostumbrada a los lujos...

    #52
    Imperial Vs72
    en respuesta a Gondorff

    Re: ¿Lo dices por experiencia, Juan?

    Ver mensaje de Gondorff

    aún así, y obvio que sin llegar a esos extremos, si que he tomado vinos "apañados" con cierto confort en aviones y nunca el resultado ha sido satisfactorio. No sabría decir por qué, pero las percepciones organolépticas disminuyen notoriamente y el alcohol se hace más pesado, se nota más

    #53
    Juanjosantos
    en respuesta a J-Carlos

    Re: El vino sabe diferente dependiendo de la altitud

    Ver mensaje de J-Carlos

    Sobre la primera pregunta el asunto parece ser más médico/fisiológico que de Física. Después de consultar unas cuantas fuentes, es bastante probable que así sea a nivel pulmonar.

    Además, hay variables fisiológicas adicionales que hacen que las personas que nacen y viven a alturas por encima de 2500-3000 metros puedan sobrevivir sin problemas. El problema es de adaptación y es tan antiguo como la Humanidad. El que está adaptado/acostumbrado a algo, su organismo modifica una serie de parámetros (dentro de unos límites, claro), para poder sobrevivir en una situación, digamos, anómala en principio. A dichas alturas, por ejemplo, el diámetro torácico medio de los individuos suele ser algo mayor que en las personas que nacen sobre el nivel del mar.

    El gran problema es el que, como yo, vive casi al nivel del mar y sube, con muy poca progresión temporal, a 3000 metros de altura: lo notaría con total seguridad.

    Te pongo un fragmento de lo que pone en una web dedicada a estos temas (va sobre alpinismo y deportes a grandes alturas):

    http://www.efdeportes.com/efd42/altura.htm

    Altura y oxígeno

    Como se ha comentado anteriormente, el factor limitante de la altura es la disminución progresiva de la presión parcial de oxígeno. La densidad del aire disminuye al subir desde el nivel del mar, ya que allí es de 760 mm Hg mientras que a 3.048 mts es de 510 mm Hg y alrededor de 5.000 es la mitad. Pero lo importante de esto es que la presión de oxígeno también disminuye, así al nivel del mar es, como promedio, de 150 mm Hg, pero a 3.048 mts es de 107 mm Hg.

    A nivel alveolar esta presión parcial de oxígeno por supuesto también se reduce, pasando de 100 mm Hg a nivel del mar a 78 mm Hg a 2.000 mts y a 38 mm Hg a 5.500 mts aproximadamente. Todo ello desencadena el proceso de adaptación del organismo humano que empieza en el sistema pulmonar y continúa con los sistemas de distribución de ese oxígeno y su combustión. A todo ello hay que añadir el nivel de ejercicio físico que se desarrolla en un deporte exigente como es el alpinismo. Una disminución relativamente pequeña de la cantidad de oxígeno puede tener un efecto mínimo pero durante un ejercicio vigoroso puede ser el factor limitante a dicha actividad.

    Hoy en día son pocos los alpinistas que utilizan equipos de oxígeno, ya que las condiciones suponen un reto más, pero antiguamente siempre era un elemento imprescindible para desarrollar cualquier ascensión a grandes altitudes.

    Acomodación y aclimatación del sistema respiratorio a la altura

    Hemos de utilizar estos dos términos para entender el sistema de adaptación a la altitud. En un principio o primera fase el organismo, ante esa necesidad de oxígeno causada por esa bajada de su presión, reacciona intentando proveer a las células con hiperventilación y taquicardia, pero sobrecargan de trabajo al sistema cardiorespiratorio.

    A este proceso se le llama acomodación.

    Si la exposición a la hipoxia se prolonga, el organismo pone en marcha mecanismos de adaptación más económicos. A este proceso se le llama aclimatación y consiste en lo siguiente:

    - Aumento de la ventilación pulmonar.

    - Aumento de la hemoglobina de la sangre.

    - Elevación de la capacidad difusora de los pulmones.

    - Incremento de la riqueza vascular de los tejidos.

    - Aumento de la capacidad de las células para utilizar oxígeno a pesar de una presión baja de éste.

    En la victoria mereces beber champagne; ¡en la derrota lo necesitas! (Napoleón Bonaparte. 1769-1821)

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