La Garnacha me confunde

32 respuestas
    #17
    pepecano
    en respuesta a G-M.

    Re: Centre el tiro, Sr.Cano, centre el tiro.

    Ver mensaje de G-M.

    Eso es que no tenemos ni idea de vino. Todo viene a que ayer abri El Hombre Bala 2010 y me gusto, pero lo comparo con otras garnachas, por ejemplo de Priorat y Montsant (Teixar, Dosterras etc, etc) y no tienen nada que ver entre ellas.
    Las dos opciones me gustan si sabemos elejir el momento de tomarlas, Sin duda son mas faciles de maridar las tipo Hombre Bala.

    #21
    juanjus
    en respuesta a pepecano

    Re: La Garnacha me confunde

    Ver mensaje de pepecano

    En mi humilde opinión, acertado el planteamiento y tras mis experiencias, diría que la garnacha es muy "nuestra" porque es un sello de identidad española: mucha fruta madura, expresión de localización o terroir, no demasiado ácida, alcohol medio/alta, y sin lugar a dudas, la viña más asentada en España casi tanto como los caldos de "Gallina blanca" o el "Avecrem".
    Diversa eso si:
    - garnachas simpáticas como las que se elaboran en la sierra de Gredos, por Bodegas Marañones: gráciles, sútiles, minerales, equilibradas y con aspiraciones de pago.
    - algo más austeras en la rioja alavesa: Bodegas Baigorri, hace un trabajo de recuperación de garnachas dando como resultado un vino goloso, muy fresco, con ausencia de tanicidad, pero atractivo para beber y comer.
    - gran expresión de terroir, como las garnachas del Montsant o Priorat: la afilada mineralidad y suaves compotas, dotadas de una gran acidez y notas aromáticas de garriga o mentoladas, único.
    - las exclusivas garnachas de suelos de cuarzo de altura elaboradas por los intrépidos chicos de Terroir al Limit, en Torroja del Priorat.
    - otras garnachas exclusivas de pago, como las elaboradas por Berlarmino en Méntrida, por bodegas Canopy, pura fuerza de montaña, minerales, fruta negra acompotada, de elevado Ph y baja acidez, sabrosas, algo pesadas en boca por su grado alcohólico y concentración del vino.
    - también mediterránea como el Rojo y Negro de Bodegas Gutierrez de la Vega: dotado de complejidad aromática de tostados, especias, ahumados y buen equilibrio alcohol/acidez.
    - típicas de volumen alcohólico al límite, carga frutal intensa, suaves al paladar y baja acidez, de suelos calizos como los de Campos de Borja o Calatayud.

    Es decir, casi siempre muy diversa localización geográfica, adaptada a nuestra insolación y diversos suelos, también en muchos casos, centenaria, pero sobretodo dotada de gran identidad y expresión varietal, así como, su capacidad para recoger el legado de la riqueza del suelo en cada zona y expresarlo con nombre propio.

    TiemposdeGarnacha.com

    #22
    Pepeiglesias
    en respuesta a pepecano

    Re: La Garnacha me confunde

    Ver mensaje de pepecano

    Te felicito por el hilo que has sacado. Si recopilases todas opiniones vertidas, tendrías para escribir una tesis. Da gusto ver como en España ya se habla de vino a este nivel. Como granito de arena te diría que uno de los factores que más influye en el perfil de un vino de garnacha es el proceso de vinificación, empezando por el punto de maduración, sobre todo de los polifenoles. Hace años, sobre todo en La Rioja, los vinos de Garnacha eran el relleno, esos miles de hectólitros que se movían de zona baja a la alta para elaborar todos aquellos millones de botellas que se bebían en las barras. Hoy día hay vinos que se declaran abiertamente de esta uva y que ofrecen calidades soberbias, incluso en grandes marcas riojanas. Es difícil conseguir esa maduración polifenólica sin desfasarte en los azúcares, pero aprovechando viñas viejas y haciendo podas en verde, al reducir drásticamente la producción, se consigue una mayor concentración de materia aromática y de color. Ese era un de los problemas que sucedía antaño, que solo se buscaba llegar al grado alcohólico mínimo exigido por el CRDO y sacar la mayor producción posible a las viñas.
    De todas formas, si el vino ha sido bien elaborado, la Garnacha hace maravillas, desde esos rosados afrutados de lágrima, hasta los tintos densos, como el Baltasar Gracián que me bebí ayer sin ir más lejos.

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