Sí, ya me sé esa historia: nos dan por culo (con perdón) pero la cama está

Sí, ya me sé esa historia: nos dan por culo (con perdón) pero la cama está caliente. Somos un país de gregarios cobardes, así que no nos queda otra que andar con el hocico metido entre las nalgas de los que mandan. El día que despertemos nos comeremos el mundo (del vino), y mientras tanto los franceses nos observan con regocijo e incredulidad.