Marcado crácter cabernet. En mi opinión siempre por debajo del shyraz y del petit. buena integración de su alta alcoholemia, fino y delicado en boca. apimentonado, chocolates

VISUAL: Capa alta, de color picota con el borde violáceo. Con presencia de lágrima.
OLFATIVA: Limpio y franco en nariz, de buena intensidad. Muy afrutado y especiado sin agitar la copa. Es una fruta muy madura, en compota. Al agitar es un puro espectáculo, aparecen mentolados, pegamento imedio, caucho, goma. Evoluciona hacia chocolates, cafés, cacaos y tostados. Complejo e interesante, una nariz cautivadora.
GUSTATIVA: Ataque dulce, goloso en boca, con peso, muy afrutado y con los taninos muy redondos. Recorrido largo.

Picota oscuro y brillante de aspecto denso. La nariz es intensa y expresiva, destaca la presencia de toques de fruta roja muy finos, también aparecen suaves especiados y algo de regaliz negra. En boca me resultó algo más ligero que el syrah, con una atractiva textura crocante, fresco, con un tanino vivo, dulce y bien perfilado. Resulta largo y atractivo.

En general diría que se trata de un vino elegante, nariz, boca he incluso color, porque este es de un cereza muy intenso, casi negro y con un ribete igualmente intenso.
En nariz lo cierto esque aparte de ser bastante variertal, tampoco presenta demasiados matices, eso si esa paleta de pimienta es sutil y agradable como pocos, es posible que aparezca alguna nota en forma de carbon al fondo, pero aparte de esto no saco nada mas destacable.
En boca si que se muestra algo mas generoso, pero siempre como protagonista el pimiento verde, aquí asoma algo de fruta pero de forma muy vaporosa, el trago se hace agradable, un punto secante quizá.
Yo recomendaría acompañarlo de comida italiana tipo pasta.Un vino perfecto para descubrir la cabernet.

Desde que D.Carlos Falcó plantara en 1974 las primeras cepas de Cabernet Sauvignon, siendo pionero en Castilla La Mancha, han transucrrido 34 años que han llevado a Dominio de Valdepusa a un dominio de esta compleja y a la vez agraciada variedad.

Un Cabernet sabiamente elaborado y que muestra una madurez propia de las grandes elaboraciones de este varietal.

Sus aromas nos recuerdan a la pimienta y finas notas de pimentón y pimientos del piquillo, aparece toda la variedad y derivados del pimiento, en notas maduras, sin atisbos de las más que habituales aromas de pimiento verde. La fruta aparece para acompañar a su esencia especiada y vegetal, notitas de guindas y fresas maduras nos adelantan un placentero paladar. En boca reproduce las sensaciones olfativas, amplio, rico, tánicamente maduro y con botella por delante que nos indica sus ligeros amargores, que no molestan en absoluto.

El estilo que confiere el Marqués de Griñón a sus botellas es de premio, no pueden ser más atractivas, elegantes y sugerir tanto a la vez. Pero esto mismo y resumiendo es lo que se podría aplicar a este vino.
Su color es atractivo ya que su orilla tiene unos granates preciosos que destacan sobre ese cereza oscuro, de buena intensidad.
El aroma es elegante tanto por la fruta como por la madera, pero es que ademas es goloso, estás abriendo y es que hasta te lo imaginas, un bote de confitura, que va de rojos muy maduros a negros, es decir, de fresas extremadamente maduras a higos y moras negras. Aporta también especias finas, pimienta suave, y unos tostados suaves y algo curiosos, me venían unas notas secas y húmedas a la vez, como de piñones, es complejo, está claro.
Lo que te sugiere al echártelo en boca es estar masticando toda esa fruta apuntada antes, es potente sin duda, pero también lo encuentro fino, y con muchísima clase, a sus taninos vigorosos, dulces y maduros van unidos otros aterciopelados y acariciantes, y eso que este vino todavía está por desarrollarse muchísimo más y su finura todavía adquerirá mucho más protagonismo, lo que pasa es que a mi ya me gusta así. Es un "pedazo" de Cabernet, de los que mas me han gustado, tiene... como otro aire.