Hoy empezamos a catar los viejunos que nos han traído hasta Mumbai. Este es un Murrieta del 82 que decidimos fuese el primero. Al abrirlo observamos con pavor que el corcho estaba mojado hasta arriba, peligro! Con el abridor de lamas nos lo tomamos con mucha calma, pero fue imposible, el tapón estaba muy reblandecido y no tras muchos y pacienzudos intentos, la parte final del corcho se nos partió y un pequeño trozo fue al vino. La parte buena, los aromas eran prometedores, ni asomo de acéticos, uuufff, menos mal... La dejamos airearse durante hora y media y lo servimos a 18ºC.

VISUAL: Color rojo cereza con tonalidades atejadas que delatan su edad. De capa media. Sin apenas diferencia con el ribete.

OLFATIVA: Los primeros aromas son de humedad, de amanecer lluvioso, rocío, musgo. La intensidad es entre media y alta. Al mover se despierta, se despereza diría, y nos muestra fruta roja en compota (mermelada de frambuesa) y herbáceos de ajedrea, salvia y estragón. Los matices van saliendo poco a poco, se muestra cauto... Ahora es el turno de las notas especiadas, canela, vainilla, pimienta rosa... seguidas de otras fúngicas de níscalos y trufa negra. Y para redondear este desfile, los aromas terciarios, tabaco de pipa, cacao, cueros curtidos y finos tostados de la madera. La verdad es que la agitación le sienta fenomenal, se avivan todos esos perfumes que ha mantenido ocultos todos estos años. Para estar oliendo y oliendo...y volver a oler y a oler...Una nariz muy riojana, una delicia para los sentidos.

GUSTATIVA: En boca juega al despiste. El paso por boca es muy amplio, con los taninos totalmente domados, fundidos con una acidez colosal. Pero al poco esos taninos van surgiendo de la nada hasta ser claramente perceptibles, no solo eso, se levantan como dos columnas de mármol para sostener toda la estructura de este templo, de este vinazo...parece mentira...pero si no estaban!!!.
En retronasal nos deleita con infinitos matices, notas cítricas a piel de naranja, orejones encurtidos, herbáceos de tomillo, y de nuevo esa fruta roja que está omnipresente. De persistencia quasi eterna, cuatro minutos exactos.
Este vino se crece con cada sorbo, es un ave fénix, resurge de sus cenizas y vuela hasta nuestro paladar para deleitarnos. Desearíamos que nunca se acabase. Magnifico vino, un Rioja de los pies a la cabeza y una muy buena muestra de lo que fue esta excepcional cosecha del 82. Un mutante que se transforma minuto a minuto, una exquisitez y una delicia. Sin duda se redondeará los próximos años, ahora está un poco desbocado, como si lo acabasen de embotellar...30 años hace. Prodigio de vinos...

La RCP fue excelente pues me agencie esta botella por 23 euros y vale un potosí!!

Por si el vino no fuera bastante, por fin estrenamos nuestro "stock" de carne argentina. Por fin vamos a catar carne de vacuno como Dios manda en la India... Nos marchamos sendos entrecottes "sangrantes"(450 grs cada uno) con su revuelto de patata y salsa de boletus. La carne una delicia, crujiente por fuera y cruda por dentro. El vino se amoldó como una funda a su almohada. Fantástico vinazo que redondeó una extraordinaria velada.
Ajunto fotos.

De color rubí granatoso de capa media-alta, oscuro, algo más tapado incluso que la cosecha de 1981. Reflejos rojizos y anaranajados, mate, sin apenas brillo. Borde mínimo, cobrizo, con marcada diferencia respecto al menisco. Soprendente por su fuerte extracción. Parece un Murriete Reserva recién salido al mercado.

Aromas de buena intensidad, perfilado desde el inicio. A primer golpe de nariz se aprecia una predominio absoluto de hierbas aromáticas, laurel, salvia, que nos van dejando entrever de forma cada vez más nítida una carga excepcional de fruta roja muy madura de fondo y un atisbo de flores ajadas. Salen apuntes de ciruelas pasas, orejones, escaramujos infusionados, mondaduras secas de naranja... Al ir respirando se va aligerando y mostrando cada vez mayor pureza y hasta una cierta "juventud" a fruta carnosa, madroños, granadas, guindas en licor. Generoso, amplio, expresivo, muy agradable. En todo momento mantiene una finísima pátina de maderas viejas con un tostado pefumado de calidad (café molido, cacao en polvo).

En boca está aún joven!! Grueso, lleno, sabroso, con un deje de fruta dulzosa que fulmina su acidez desbocada. Potente, muy del estilo 82, especiado, con amargosos intensos, falto de equilibrio y redondez, pero de una fuerza desafiante. Mantiene los colmillos afilados, un taninos firmes, marcados, que elevan el conjunto. Le va a ir bien unos años más de botella pero tendremos que estar atentos. Última añada comercializada de Etiqueta Blanca por Murrieta, y una de las mejores.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2014/12/marques-de-murrieta-etiqueta-blanca-1982.html

Color rojo rubí, con matices en nariz (notas terrosas, ciruelas negras, regaliz, café, tostados suaves). En la boca tiene buena estructura, elegancia, acidez buena como los Murrieta de cierta antiguedad, hay que darle algo de tiempo en la copa pero al final hizo que la paciencia con el Murrieta se viera recompensada.