Cinco años después de la anterior cata el vino aparece vestido de un colo dorado pálido y brillante. La nariz es de media intensidad, pero aparece sobrada de profundidad y complejidad,, hay toques de piel de lima, algo de flor blanca, notas de pastelería, recuerdos a quicos (maíz tostado) y un toque de compota de manzana. En boca ataca intenso y sorprende por la viveza del carbónico, con un paso cremoso y una espuma intensa, toques amargosos, largo y seductor. En conjunto el que más me gusto de la cata.... posiblemente por aquella máxima de que a veces el todo es mucho más que la suma de las partes...
Degollado el 1 de Septiembre de 2010.

Pajizo pálido. Nariz de intensidad media pero muy expresiva, con un atractivo carácter floral y algunas notas de levaduras y manzana. Es fresco y atractivo. En boca es muy suave, con buen ataque, excelente cremosidad, acidez correcta y buen recorrido. Lo cierto es que frente a los otros espumosos fue penalizado por su "ligereza" y por que -comparativamente- la acidez quedaba algo corta. Ganará con algo más de botella. Se recomienda sobre todo con un consumo más pausado que el ritmo de una cata.