Tomado en restaurante de viaje y buscando menor graduación, hizo buena compañía a los entrantes pero se perdió con el cochinillo. Culpa mía.

Me sigue pareciendo un vino muy interesante en su relación precio calidad y que dentro de las opciones de vinos de bajo precio que se manejan en los restaurantes para no encarecen la comida, es una buena opción. También lo es para el dueño del local porque a poco que cobren por copa, el rendimiento de la botella es muy alto.

Tras dos catas dispares por diferentes tamaños de botella, precisaba de saber a que palo quedarme.
Parece evidente que el botellin, el tapon de rosca, o la mala conservacion que suele acompañar a estos tamaños de distribución, hacen que parezca un vino más inferior.

Dentro de su rango de precio de vinos de menos de 2€, éste merece la pena destacarse.

A la pregunta de un blanquito fresquito y barato de Rueda..respuesta "si no hay remedio, al menos que sea sauvignon".
Vino ya descrito y que en esta ocasión, tomado en botella de 18.5 cl, me pareció algo más ácido y menos aromático que la reciente prueba anterior.

No noto ninguna diferencia con el año pasado, ni para bien ni para mal.
Al leer la nota de cata del año pasado casi que corto y pego con el fin de que haya una nota de cata orientativa, al ser la primera nota de cata de esta nueva añada, porque en caso contrario no pondría más que "sin novedades".

Color amarillo pajizo claro, limpio. En nariz con intensidad media, sobresale fruta blanca y leves notas balsámicas en persistencia media. En boca vuelve la presencia frutal y sobre ella hay cítricos, corta persistencia.
Muy fácil de beber, pero la uva le da una mayor elegancia que a su hermano verdeo. Entre 4-5€.