Color amarillo oro, limpio.

En nariz aunque la crianzaes la que domina es muy agradable, con notas de bollería, vainilla, mantequilla, frutos secos (avellanas), notas especiadas y balsámicas, melocotón de viña, hierba fresa, hinojo, con marcado carácter mineral.

En boca tiene volumen, es graso, untuoso, con los recuerdos de la crianza con protagonismo, la acidez todavía esta viva, manzana, melocotón , toques cítricos, para una copa es estupendo pero puede ser cansino si quieres mas.

A la vista se presenta con un color pajizo dorado, limpio y brillante.

En la nariz tiene una buena intensidad más bien alta para ser un vino blanco, con sensación de frescor, pero con la madera sobre la fruta.

Al paso por la boca, con una acidez en su justa medida pero sin asombrar, nada alcohólico, con la madera otra vez sobre la fruta y con un final largo con los componentes presentes.

Me gustan los vinos blancos con madera, pero aquí creo que está demasiado presente.

Pajizo con destellos naranja. Pese a ser fruto de una añada fresca, el vino responde a un perfil maduro y opulento, con notas cítricas golosas, miel ligera, vainilla y ciertas notas de fruta tropical. En boca el peso de la barrica es notable, con sensaciones maduras, compotado, acidez correcta, largo y estructurado Personalmente los chardonnays de estilo 'californiano' me resultan cansinos...

Visual: Color dorado muy brillante.

Olfativa: En primer lugar se percibe fruta de hueso con total claridad. Al mover la copa se presentan los tostados, la bolleria, el azucar glass y sobre todo, mucha mucha mantequilla.

Gustativa: Una total y absoluta pasteleria, manzana golden y notas de vainilla. Ese punto extra de madera me entusiasma. Un vino fresco, con buena acidez y fuerte personalidad.

A la rica chardonnay!!!

Magnífica cata realizada en Espai Vínic del Celler Vallés de Castelldefels, dirigida por la mismísima hija de Marimar Torres, Cristina que sigue el legado familiar.
De color amarillo dorado, en nariz con una fruta muy madura en primer plano (piña), toques florales, de fondo presenta una madera elegante y muy bien puesta, con recuerdos ahumados y ligerísimos frutos secos. En boca una delicia, redondo y complejo, largo, persistente, muy amable y sedoso, toques de madera al final se entremezclan con la fruta muy madura.

Color dorado. Mineral, con matices tostados, barrica y vainillas. En boca se expresa con amplitud el vino, con notas cremosas y recuerdos de monte bajo. Final amargoso, pero muy agradable.

Color dorado limpio y corpulento en su corona.

Nariz varietal con notas de fruta blanca destacando los citricos como la mandarina y presencia tropical, sus notas tostadas nos aportan un toque de pasteleria fina, sobre un fondo mineral, seria de mencion los aromas balsamicos.

En boca es fresco y acido con cuerpo buena definicion de la Chardonnay, equilibrado y con futuro*, nos muestra de nuevo la fruta blanca y las trazas mentoladas, dando paso a un elegante y largo camino.

*Sin duda la mejor Chardonnay fuera de francia hasta la fecha, y habiendo contrastado la calidad con una añada de 2001, me ratifico en lo escrito...

Color amarillo dorado, limpio y brillante.
La nariz es de media intensidad pero compleja y cambiante, notas tostadas, vainillas, toffee y panadería se adelantan a la fruta blanca y amarilla con hueso que aparecen tras buena aireación, también recuerdos a flor blanca, ligeros cítricos y mineralidad.
En boca tiene buena entrada, untuoso, buena acidez, estructurado, elegante y de paso amplio, notas golosas y final largo donde se combinan las sensaciones frutales y su crianza.
Poderoso y a la vez elegante Chardonnay.

Su aromas me enamoran desde el comienzo, a cocina de pueblo, lyas enreradas en el aroma, dorado intenso, tostados a madera, mantequilla, vainilla. En el paladar me enrreda su entrada fresca haciendolo exclusivo en la sensación de ese final encontrando un armonía equilibrada entre nariz y boca. MARAVILLOSO.

Vista: Limpio, brillante, de color amarillo pálido con tonos verdosos y abundante lágrima.
Nariz: De buena intensidad, franco, con los aromas de la crianza bien perfilados, aportando notas balsámicas y tostadas a una fruta blanca, madura y con ciertos toques exóticos. Acompañan el conjunto aromático recuerdos de hinojo, menta y bollos de pastelería. Con la aireación el aroma del vino gana en intensidad, armonía y golosidad.
Boca: Con buena entrada, untuosa, de notable estructura para ser un vino blanco, buena amplitud, con los recuerdos de la crianza dando notas tostadas a un conjunto de cierta golosidad, correcta acidez y un final largo y en el que la amargosidad y la frescura están en perfecto equilibrio.
En resumen, un buen chardonnay con intensidad y carácter pero todo ello buscando un conjunto refinado y elegante.