Opiniones de Manzanilla Sacristía AB (Primera saca 2011)
OPINIONES
6

Oro viejo, limpio, brillante, sin lagrima
Nariz punzante, directa, pòtente , inunda las fosas nasales: Yodo, frutos secos , minerales.
Paso por boca fino, elegante , pero expansivo, potente . Personalidad marcada y abrumadora. Explota en la boca , cede y vuelve energico y vigoroso
Postgusto largo en la boca y eterno en la mente

Visual: Algo denso. Dorado un poco viejo. Brillante

Olfativa: Intensidad media. Miel, azúcar, salinos, yodo, almendras verdes y bajamar.

Gustativa: Fresco. Entrada salina para acabar en un punzante marcado nada molesto. Almendras amargas. Post gusto eterno. Retro nasal sublime.

Desde que soy aficionado al vino he estado buscando ésto y creo que lo he encontrado. No me ha emocionado nunca tanto un vino.

Una obra maestra por parte de un gran tipo, mejor persona, excelente conversador y con unos conocimientos que abruman.

.-Fase visual: color oro intenso, limpio, brillante, pesada en copa y con abundantísima y gruesa lágrima. Ya viene vestida de fiesta y declarando sus intenciones (todas ellas buenas).
.-Fase olfativa: para quedarse a vivir allí. Intensidad enorme, compleja, punzante... llena de matices preciosos. La camomila que da nombre a estos vinos está ahí clarísima junto con frutos secos. Los aromas del velo de flor acompañan a los toques salinos y herbáceos y las notas de madera van de la mano con los toques minerales.
.-Fase gustativa: entrada amplia y punzante. Densa y glicérica. Ocupa la boca sin timideces... está allí y lo demuestra sin disimulo. Muy larga y de final eterno. Sorprende su persistencia. En boca vuelven esas sensaciones salinas y de frutos secos. Retronasal impresionante, herbal, aceitunas manzanilla, yodo...

Un vino alucinante. Lo pruebo y me transporta a Sanlúcar, a una silla de madera y paja a la sombra de una de aquellas catedrales, disfrutando del vino con mi perro bodeguero, que dormita al lado, y tomándome unas almendras fritas; me transporta a un punto con el tiempo detenido, al menos, lo que dura la copa de vino.

Color amarillo oro, limpio y brillante.
La nariz es de gran intensidad y complejidad, predominio de las notas punzantes, yodos, frutos secos, mineralidad y tantas y tantas cosas.., cambiante, poderosa nariz.
En boca tiene buena entrada, muy glicérica, salina, potente y estructurada, su paso no pierde por ello elegancia y cierta frescura, llenando la boca de sensaciones que terminan en un final muy largo que perdura mucho tiempo.
Excelente manzanilla a un precio impresionante.

El color de esta manzanilla es ligeramente turbio, prueba fiel de esa tendencia que de a poco se extiende en el actual resurgir de los vinos de gran calidad en Jerez, embotellar en rama, término que hace referencia al hecho de embotellar el vino tal cual sale de la bota, sin clarificados ni estabilizados u otros procesos. De reflejos ambarinos, dorado, en este caso si es oro lo que reluce; nariz compleja, intensa, punzante y rotunda; avellanas y multitud de frutos secos. Muy yodada y salina, a mi juicio su principal virtud, es como un soplo de aire de mar, me transporta a aquellas noches, pescando junto al puerto, en el atlántico... ebanistería, con una nota de barniz muy elegante. Tiza, con la que Antonio marcaba sus barricas preferidas, pero que proviene de esas albarizas maravillosas. Muy bien definida, con todos los elementos que tipifican lo que ha de ser una gran manzanilla.
La boca es por el contrario muy sedosa y elegante, sorprende al ser muy sabrosa, untuosa, pero ligera, amplia, fresca y marcadamente salina, con un gran final, persistente, salino, algo amargante, de pieles de avellanas o almendras. Catada solo con una tapita de sardinillas, donde el aceite se fundía con la salinidad del vino, en una amalgama mágica.

Vino de color oro limpio y brillante.
Nariz de una intensidad brutal, potente, compleja, aldehídica, punzante, llena de múltiples sensaciones, frutos secos, tonos herbáceos y minerales, aceituna verde, toques salinos, maderas nobles.
En boca vuelve a mostrar su categoría siendo un vino largo, poderoso, glicérico y persistente, que deja una larga impronta final de frutos secos y recuerdos salinos. Se queda en el paladar y deja su huella imborrable.
La saca 2011 de esta brutal manzanilla es una perfecta continuación de lo que fue la 2010, una manzanilla de una soberbia calidad, una de las mejores que podemos encontrarnos y eso es mucho decir. Lo único y bajo nuestro punto de vista es que hay que consumirla en el año de la saca, por lo que quien tenga una botella está en el momento de consumirla. Unos 12 euros, excelente RCP.

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