Vino encerrado en botella borgoñona y con etiqueta clásica.
A la vista se manifiesta rojo picota de capa media baja y en el menisco se perciben tonos violáceos.
En nariz elegantes frutillos del bosque, algo de frambuesa, con la debida aireacion aparece fruta madura de fresa y ciruelas pasas.
En boca se percibe al ataque un vino de cuerpo ligero y con una viva acidez, taninos domados, buena madera que está muy bién integrada, ligera mineralidad, fruta de cereza. Es un vino que tiene vida por delante, mejor catarlo dentro de 4 o 5 años. El paso de boca es con elegancia pero manifestándose la acidez. Me dá una permanencia en boca de 2 minutos.

Cereza de capa ligera con algún reflejo violáceo.

Aparecen, en primer lugar, tostados y especias sobre fondo frutal. Con el aire crecen los tostados (vainilla y canela con algún ahumado ligero) y destaca la frambuesa para terminar con alguna nota de cuero y floral (violeta). Atractivo sin demasiadas pretensiones, con alguna nota floral más fuera de la norma.

Paso ligero por boca, cierta acidez pero más bien cálido. longitud justa, taninos vivos pero no agresivos. Correcto.

...Viviendo una crisis de identidad.
Buena hechura, buena crianza; con su caramelo de fresa y sus ahumados ligeros...pero no sabe si dejarse llevar por el camino marcado por el mundo decadente que le vio nacer o abrirse al Nuevo Mundo....ya veo, se decanta por lo Nuevo.