A mi me ha sorprendido gratamente este vino, seguramente porque esperaba menos de él tras su primera cata. En nariz se muestra potente, marcados tostados en conjunción con una fruta muy madura, maderas viejas, licoroso, espirituoso. En boca se encuentra envolvente, sedoso en su paso, fruta muy madura, no muy largo, postgusto tostado, cálido.

En un principio el color del vino no me llama la atencios es como muy claro, color rojo picota con un ribete tralucido, lagrima persistente muy alcoholico en nariz lo primero es un despertar del alcohol muy alto ,, trans un largo tiempo despieta una frutilla roja madura, pero sin conjuntar, sige el alcohol en boca es ligero, pero acidez, va a peor en boca.. No me gusta.. repetire haber que tal pero hoy sinceramente fallo..

VISUAL: Capa alta, con potente color picota y borde violáceo.
OLFATIVA: Buena intensidad. Destaca la fruta negra muy madura, casi pasa, con un potente mineral ( piedra mojada ). Complejo, con destacada evolución. El mineral destaca cada vez más, aparecen balsámicos, maderas muy nobles, flores lilas e incluso alguna nota más de punta de lápiz.
GUSTATIVA: En boca tiene una entrada potente que se diluye a su paso por boca, algo ligero para la nariz tan potente que tiene, tal vez le falta algo de madurez en boca. Aún así tiene un buen recorrido y un postgusto muy afrutado, de fruta negra madura.
Tal vez esperábamos más, aunque es un gran vino.

No se si transmite feminidad o masculinidad, pero lo cierto es que tiene una gran nariz embriagadora... desprende poderosos aromas florales, mezclados con cierta mineralidad donde prevalece la fruta negra (ciertamente ciruela pasa), muy armonioso, perfumado. Lástima que en boca no llegue al nivel de la nariz. Se muestra amplio, pleno, con buena entrada, los taninos bastante integrados, pero lo noté algo falto de equilibrio... digamos que me esperaba mayor intensidad y plenitud cuando lo olía.

En cualquier caso se trata de una buena garnacha. Quizás sus nuevos hermanos mayores sean impresionantes...

17e. Bien, pero...

VISTA: Negro de bordes amoratados aunque las lágrimas no tiñen en exceso.
NARIZ: Potente y concentrado. Gran evolución en copa. Aromas que recuerdan a las flores lilas, chocolate negro, café, pastillas juanola, tiza (mineral), madera ahumada y tostada, y mucha fruta negra, destacando la ciruela pasa sobre el resto.
BOCA: Concentrado, con gran peso de fruta, algo dulces los taninos. Textura granulosa. Eleveda persistencia de los aromas de pegadosa tipo zara y ciruela pasificada. Muy elegante.

Hay cierta idea en este mundillo sobre las sensaciones que transmite un vino, de asociar los Pinot Noir de borgoña con la femenidad, y por el contrario, los vinos concentrados mediterràneos con la masculinidad. Pues bien, este vino concentrado me transmite feminidad. Una feminidad que incita, que provoca, en este caso a beber, a repetir y esperar sentimientos. Dificil de explicar esa explosividad que emociona, apasiona y te hace desear. Casi nada. Notable corcho y precio que roza los 20 leuros (con lo que transmite su RCP es de 9). Botella con presentación "provocativa". Sirvanse una copa y sentirán que están vivos. Yo por suerte ya lo he experimentado.

Rojo picota con ribete violeta. Capa media alta.

Notas florales, caramelo, tostados, matices lácteos y de fresas, aceitunas negras, mineral y leves balsámicos.

En boca se mostró profundo, potente, con personalidad, muy largo. Tanino todavía presente pero sin molestar. Muy frutal. La acidez no destaca pero el vino no resulta pesado.

Necesita tiempo para mostrar su potencial pero si se lo concedes es un gran vino por unos 17 euros. 7000 botellas. A posteriori me enteré de los 94 puntos Parker por lo que no sé si ha subido.