Color amarillo dorado, brillante y limpio.
En nariz como comenta Iñaki, comenza algo sucio y cerrado, al rato va limpiandose en la copa y abriendose, siendo en todo momento bastante mineral, también destacan notas florales y herbáceas, con una fruta amarilla sin sobremadurar. Alguna nota tostada se une al conjunto, pero sin molestar demasiado.
Untoso en boca, con buena acidez, se deja beber de forma agradable con un buen final suficientemente largo. Me ha gustado. Posiblemente mejore algo en la botella.

Me gusta esta bodega en Graves, tanto en su vertiente blanca como tinta, ya que suele hacer vinos tremendamente disfrutables a un precio pagable para lo que circula hoy en día por tierras bordelesas. El vino presenta un color amarillo dorado suave, bonito y bastante brillante. La nariz es intensa, un poco guarrindonga en sus comienzos. A mi me recordaba un poco a un queso azul pero con menos intensidad. Le viene bien el tiempo en la copa y la nariz muestra su complejidad, toques minerales y de hierbas aromáticas, ayudada por una rica mineralidad. Es elegante y evocadora, para evadirte un poco. En boca sucede un poco lo mismo, ya que es elegante, con cierto toque graso, buena acidez, esos 12,5 grados están bien integrados, dando un vino que me parece tremendamente interesante y con posibilidad de largo recorrido ya que no daba síntomas de agotamiento.