10 años para un crianza y sigue dándonos placer...

Despues de catarlo en 2007 y 2008, me encuentro la grandeza del formato Magnum, un trabajo que dignifica el buen hacer y las larguísimas maceraciones que Angel utiliza en sus elaboraciones.
Un vino redondo, fino que evoluciona dn copa hacia cacaos, la fruta está presente en toques de fruta negra madura, sin llegar a confitura. Un tinto con taninos redondos y maduros, aun conserva acidez y frescura.

Un tinto procedente de terruño arenoso, el cual plasmará con mayor intensidad los aromas, proporcionando el mejor carácter de la Cencibel. Bodega fiel a la búsqueda de lo que la fruta pueda dar en campo.

Poco más de un año de la última cata, Ovidio crianza 2002 continúa su evolución positiva, conservando un predominio frutal, asentado con equilibrio, las notas de crianza aparecen más integradas, aflorando casi al unísono aromas primarios y terciarios. En boca continua produciendo sensaciones muy placenteras, taninos maduros y redondos, con buen paso y final.

Se aprecian notas de polvora y ahumados que hasta la fecha no se encontraban, así como ricos aromas a cacao.

Visual,cereza muy intenso con ribete cardenalicio y brillante,lágrima densa que baña la copa de color.
La nariz se muestra en un principio algo cerrada pero al abrirse un poco se muestran frutos negros maduros así como toques especiados y de regaliz bien diferenciado,roble cremoso bien integrado y algunas notas tostadas.
en boca aunque a pasado el tiempo sigue vivaz con taninos marcados pero pulidos,fruta sabrosa no presentando acidez alguna,final amargoso.
La familia bernal Gª Chicote trata la Cencibel con mimo y dulzura haciéndonos disfrutar con sus tinto aun pasado 5 años de su embotellado.Genial.

Un tinto procedente de terruño arenoso, el cual plasmará con mayor intensidad los aromas, proporcionando el mejor carácter de la Cencibel. Bodega fiel a la búsqueda de lo que la fruta pueda dar en campo.

Visual rojo violáceo con signos jóvenes aún.
Muy límpio en aromas donde la fruta roja -guinda, cerezas- predomina en perfecta armonía con las notas de crianza donde el roble americano aporta buenas dosis de vainílicos y coco, con ligero perfume floral.
En Boca delicado, muy equilibrado, sabroso, terso en su ataque, muestra un paso sedoso con una tanicidad madura con tintes dulces bien mantenido por una acidez sostenida, de final largo muy borgoñón, con postgusto de excelente toque de tostados, frutos secos y notas balsámicas (naranja).

Un vino en plenitud, redondo con unos sutiles y delicados taninos con buen equilibrio y largo. ¿Un Gran Rva de Rioja en la Mancha? apuntado queda.